Veía la tranquilidad de Konoha desde mi balcón, niños corrían de un lado a otro sin parar, mujeres que iban a las compras y parejas paseando de la mano. Sonreí a esto último.-- Aquí estás. --hablaron detrás de mí. Sus manos se colocaron en mi vientre abrazándome.
-- ¿Llevas rato buscándome? --pregunté. Besó mi hombro.
-- Terminé el papeleo e iba a decirte que fuéramos a comer los tres a BBQ pero no te vi en la habitación.
-- ¿En verdad terminaste el papeleo, Neji? --me abrazó un poco más fuerte.
-- Me faltan un par de cosas, pero ningún papeleo es mas importante que mi familia. --dijo. Me di la vuelta quedando frente a frente con él. Acuñó mi rostro en sus manos y besó castamente mis labios. Sonreí.
Hace cuatro años en que Neji y yo contrajimos matrimonio y en ese mismo año tuvimos a Hizashi. Nuestro matrimonio fue algo que se habló por todo Konoha. ¿Quién iba a imaginar que un Hyūga contraria matrimonio con una Nara? Mi madre no se lo creía hasta que le mostré mi anillo de compromiso.
-- ¿Dónde está Hizashi? --pregunté al no ver al pequeño Hyūga correr detrás de su padre. Él es igual que su padre, no solo por ser poseedor del byakugan sino también en actitud y apariencia. Es una copia exacta de Neji.
-- Está durmiendo en su habitación. --explicó-- Dijo que le despertara para cuando cenaramos.
-- Bien... Vamos a despertarlo. --asintió. Tomó mi mano y, como de costumbre, entrelazó nuestros dedos mientras caminábamos hasta la habitación de nuestro hijo.
La imagen que vi a continuación es algo que nunca quisiera olvidar. Mi pequeño hijo durmiendo tranquilamente. Sus facciones tan definidas y delicadas. Neji sonrió al igual que yo. Es nuestro pequeño angelito.
-- Hizashi... --susurré mientras me hincaba junto a él-- Mi amor, despierta. --lo movía suavemente para despertarlo-- Iremos a BBQ
Sus párpados comenzaron a moverse y abrió los ojos mostrándome aquellos hermosos ojos dignos de un Hyūga.
-- ¿Mami? --sus manitas tallaban sus ojos.
-- Sí, soy yo. Anda. Levantate. --asintió. Se levantó de su cama y me tomó de la mano.
-- ¿Papá también vendrá? --preguntó.
-- ¿No quieres que vaya? --preguntó mi esposo haciéndose el ofendido. El pequeño asintió mientras corría a abrazar a su padre.
-- No, sí quiero que vayas.
Reí.
-- Pues vamos.
(...)
-- ¿Otro día podemos volver a cenar aquí? --preguntó Hizashi en los brazos de su padre. El pequeño tenía sueño así que Neji decidió cargarlo. La cena fue tranquila, solamente que ya comenzaba a anochecer y decidimos irnos a casa.
-- Sí, mi amor. --respondí.
-- ¿Lo prometes, mami?
-- Lo prometo. --no dijo nada más y se acurrucó en el pecho de su padre. Al llegar a casa, dejamos a Hizashi en su cama para después acobijarlo y dirigirnos a nuestra habitación.
Me dirigí a mi armario y tomé un short corto que uso para dormir y una blusa de tirantes. Me comencé a desvestir quedando en ropa interior.
-- ¡Oye! --dije al sentir que Neji palmeó mi trasero. Rió.
-- ¿Te he dicho cuánto me gusta tu trasero? --preguntó descaradamente.
-- La mayoría del tiempo. --Sonrió de lado acercándose a mí, tomó la ropa que había sacado hace un momento y comenzó a vestirme él. Primero la blusa y después el short. Me cargó estilo princesa y me acomodó en nuestra cama. Solo me disponía a verlo. Sé que al ser ahora el líder del clan Hyūga, ya que Hinata no quiso tomar ese puesto y Hanabi no está todavía muy preparada, no tiene mucho tiempo libre pero siempre encuentra una manera para que pasemos tiempo en familia.
-- Una foto dura más --dijo desabotonado su camisa.
-- Me gusta verte. --Sonrió quitándose la camisa.
-- Y a mí me gusta que me mires. --reí.
-- Acuestate conmigo. --dije.
-- Nada más me quito el pantalón.
Me acomodé mejor en la cama mientras veía a Neji despojarse se su pantalón, quedando solamente en boxers. Mi esposo tiene un cuerpo muy definido. Sonreí al ver que sea subía a la cama junto a mí. Pasó uno de sus brazos por mi cintura abrazándome a él. Me acurruqué en su pecho mientras lo abrazaba por la cintura. Escuchaba atentamente los latidos de su corazón, es relajante.
Su mano, la cual me tenía abrazada, comenzó a acariciar mi cabello, y su mano libre, tomó mi mano con la suya. Sentí un beso en mi cabeza.
-- Duerme bien, cariño. --susurró. Levanté la vista mirando sus ojos aperlados.
-- Te amo. --me sonrió.
-- También te amo.
Besó mis labios y nos acomodamos para dormir.
Definitivamente mi vida es perfecta a su lado.