One Shots Naruto

Shikamaru

Pedido de: sarutobi_mei_

Siempre te veía, eras un completo vago, pero uno muy inteligente... Y lindo. Nunca imaginé que llegaríamos a tener una amistad tan bonita, y todo empezó en la academia, recuerdo claramente cómo me defendiste...

--- ¡Ay, mirenla! Ya va a llorar la honorable nieta.

Risas se oían a mi al rededor.

No decía nada, simplemente estaba en mi lugar, tratando de reprimir las lágrimas. Nunca había entendido el porqué me molestaban solo por ser nieta del Hokage.

--- Es tan patética.

Recuerdo muy bien el cómo se acercó a mí y jaló una de mis dos coletas.

--- ¡Ay!

--- Deberías entrenar más en lugar de peinar tu cabello así de ridículo.

--- Y tú deberías dejar de molestar a una niña, te ves mal.

Estabas recostado en tu asiento, con una expresión de aburrimiento, viendo fijamente al niño que me molestaba.

--- ¿A ti qué te importa?

Le ignoraste.

--- ¿Sabes qué es lo que pasa en realidad? Que le tienes envidia. --- dijiste --- ¿Y cómo no? No todos tienen la suerte de nacer en un prestigio clan, y aún mejor siendo de la familia del Hokage. Tienes envidia de que ella ponga en alto en nombre de su clan convirtiéndose en una gran kunoichi y sea el orgullo del mismísimo líder de la aldea, ¿O me equivoco? Deberías dejar de preocuparte por la vida de los demás y enfocarte en la tuya. 

Aquel niño no dijo nada más, solamente me dió una mala mirada y me dejó en paz.

--- Oye, tú.

Me hablaste ese día, después de mucho tiempo de ir en la misma clase.

--- Ven aquí, déjame ayudarte con tu cabello.

Desde ese día comenzamos a sentarnos juntos, me ayudaste a peinarme nuevamente y me preguntaste mi nombre, fue curioso el hecho de que supieras que era nieta del Hokage pero no mi nombre.

--- Mei. Mei Sarutobi.

Sonreiste. Y no fue una sonrisa sarcástica ni nada por el estilo.

--- Yo soy Shikamaru Nara.

Y desde ese entonces nos volvimos inseparables, siempre me ayudabas en cualquier cosa que se me dificultara, siempre jugábamos juntos, después conocimos a Choji y empezamos a relacionarnos con Naruto también, siempre te molestó que lo tratarán mal solo por tener al zorro de las nueve colas. En fin, nunca creí tener otro tipo de afecto hacia ti que no fuera de mejores amigos, pero eso cambió, o bueno, me dí cuenta cuando nos pusieron en el mismo equipo. ¿Raro, no? Nuestro equipo era el único de cuatro integrantes.