seis

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Besos, risas, mareos, vómitos, más risas, y alcohol.

Era un bucle en la cabeza de Flaky, no cesaban las imágenes borrosas al azar que no paraban de martirizarla. "¡Haz que pare!", suplicaba ya harta.

- ¡Flaky, Flaky, despierta! -empezó a escuchar una voz.
Abrió lentamente los ojos y se limpió la baba que tenía esparcida por toda la mejilla.
-¿Qué...?
- ¿Estás bien? -preguntó una voz masculina soñolienta. Ella se giró aún con los ojos medio cerrados para poder verle, era él, tumbado en el suelo con una almohada y mantas desparramadas-. Estabas teniendo una pesadilla y no dejabas de moverte de un lado a otro -bostezó.
- Flippy... -susurró la pelirroja intentando concentrarse. Se frotó los ojos. Cuando los abrió miró a su al rededor; el salón estaba todo lleno de botellas vacías y mucha basura, más allá habían dos tipos dormidos a pata suelta, eran esos gemelos. Luego pudo divisar su ropa tirada por la televisión que había allí, lo que hizo que mirara rápidamente hacia abajo. Se puso totalmente roja al ver que estaba en ropa interior.
- Tranquila, no hicimos nada -le aclaró Flippy, adivinando lo que estaba pensando-. No llegamos más allá de los besos y los tocamientos.
Aquellas palabras hicieron que se calmara, un poco. Volvió a echar la cabeza en el sofá en el que estaba.
- La cabeza me está matando.
- Eso es por la resaca -dijo apoyando los brazos y la cabeza cerca de ella-. ¿Quieres que...?
Un grito proviniente de afuera le cortó.

《¡Flippy abre la puta puerta! ¡YA!》

-Mierda, ya está otra vez aquí -tumbó Flippy la cabeza sobre los brazos.
A Flaky le costó reconocer la voz al principio, pero le dio un escalofrío por la espalda cuando reconoció la voz.
- ¿E-esa es Petunia?
- Eh... si, eso -dijo sacando un cigarrillo para luego prenderlo-, cuando salimos de la fiesta algún imbécil le dijo que me vieron irme con una chica. Así que ahora está cabreada y lleva todo el día gritando.
Flaky soltó un chillido nervioso y se llevó la mano a la cabeza.
Él sonrió de lado con el cigarro en la mano.
- Tranquila, no sabe que eres tú.
Flaky soltó un gran suspiro de alivio y cerró los ojos.
- Un momento -los abrió de repente, quitándose todo el sueño de repente, tragó saliva y preguntó-: ¿Todo el día? ¿¡Qué hora es!?
Él buscó su móvil con cierta pereza hasta encontrarlo.
- Las... cuatro y veinte de la tarde.
- Dios mio... -se agarró de los pelos nerviosa-. ¡Mis padres me van a matar por no haber vuelto! Déjame tu móvil, rápido.
Él le lanzó el móvil y empezó a marcar rápidamente el número.
- De qué sirve hacerlo ahora, si te van a matar cuando llegues -rió.
Flaky hizo signo de silencio con el dedo mientras sonaba el móvil.
Él se levantó con el cigarro aún en la mano.
- Me voy a la cocina.
- ¿Hola?¿mamá? soy Flaky... -habló temblando. Cerró los ojos cuando empezó a hablar su madre chillando-. Si... perdón por no llamar, enserio. Estoy en casa de Giggles, es que me invitaron a comer y... ¿que la has llamado y no te contestaba tampoco? Si, bueno, es que no encuentra su móvil y...
Después de estar diez minutos hablando, Flaky dejó el móvil echando un enorme suspiro.
- ¿Ya...? -apareció Flippy con un vaso con agua.
- Me tengo que ir enseguida -dijo levantándose. Pero al recordar que estaba en ropa interior se tapó enseguida con una manta, gesto que hizo que Flippy sonriera.
- Toma, te traje agua para que lo tomes con la aspirina -le dio el vaso y la pastilla.
- Gracias -se lo tomó. Él se le quedó mirando.
- ¿De verdad te tienes que ir ya?
- Si no me voy ahora será peor. ¿Nadie más sabe que estoy aquí?
- Nadie, excepto Nutty, Shifty y Lifty, que viven aquí.
- Vale, una cosa -señaló la ventana, donde se seguían escuchando los gritos de Petunia-, ¿cómo salgo sin que me vea?
- Será mejor que no te vea vestida como ayer. Te dejaré una sudadera para que te cubra.
Ella asintió.
- Y... ¿qué harás con ella? -apartó la vista.
- Aún no sé que hacer.
Flaky frunció el ceño.
- ¿Y qué se supone que somos? ¿Esto de verdad va a algo?
El la miró sonriendo y empezó a abrazarla.
- Pues claro que si, te dije que solo te quería a ti.
- Estoy hablando enserio -se le quedó mirando con los brazos cruzados.
Él suspiró y tardó en responder, Flaky seguía seria de brazos cruzados.
- Mira, nunca me he tomado enserio estos rollos y no sé cómo va esto, pero hablo enserio cuando te digo que te quiero. Haber, sé que solo nos conocemos de ayer, pero... me gusta mucho estar contigo y me encantas.
Flaky no tardó en ponerse roja y relajó un poco su postura.
- Yo... también te quiero y me gustas mucho, pero no quiero estar contigo sabiendo que también estás con otras. ¿Quién me dice que no pasarás de mi con otra chica como lo estas haciendo con Petunia? aunque no seais novios de verdad, tampoco se lo merece, así que... si no me dices qué es lo que quieres -apartó la vista-, olvídame.
- Flaky... -susurró, acto seguido se puso serio-. Hablaré con Petunia, se acabó el liarse con ella. Confía en mi, se que no parezco de fiar, pero de verdad que nunca te mentiría, solo quiero estar contigo. Pero será mejor que no se lo diga todavía, sino sospechará más de que estoy con otra.
Flaky sonrió tímidamente.
- U-una cosa más, eso de "amigos con derecho"...
- ¿Qué pasa?
- Me gustaría... tener una relación que vaya a algo más que solo amigos que se lían entre ellos y no van a nada serio.
Flippy sonrió al ver a lo que iba.
- Entonces, quieres... ¿ser mi novia?
Al escuchar aquellas palabras Flaky abrió los ojos enormemente y se abalanzó encima de él, enrollando las piernas en su cuerpo.
- ¡¡Si!! ¡Si quiero! -gritó contenta sin dejar de abrazarle. Acto seguido Flippy comenzó a besarla y ella correspondió sin pensarlo.
Después de estar así unos minutos, Flippy le dio a Flaky una sudadera para que Petunia no la descubriese al salir. Cogió sus pantalones de la noche pasada y se dirigió al baño. Al entrar vio que Nutty estaba dormido con la cabeza metida en el retrete, Flaky se le quedó mirando preguntándose si estaba vivo, por lo que se acercó a él y pudo oír su respiración, pensó que era mejor idea dejarle dormir.
Fue hacia el espejo para arreglarse; se puso totalmente roja al ver que estaba llena de chupetones, sobre todo en el cuello. Seguía sin creerse todo lo que había pasado y seguía pasando.
Tenía que limpiarse la cara, la cual estaba con manchas del rimel. También tenía el pelo bastante alborotado, como siempre.
Después de arreglarse rápidamente, se puso los pantalones y la sudadera -una sudadera enorme-.
Se hizo una coleta y salió del baño.
Fue al salón para encontrarse con Flippy recogiendo un poco.
- ¿Estás lista?
Flaky asintió.
- ¿Estás segura de que no quieres que te lleve? Tardarás menos -terminó de doblar una manta y fue hacia ella.
- Nos va a pillar si te ve salir, será mejor que me vaya yo sola -esbozó una pequeña sonrisa.
Los gritos de Petunia volvieron a sonar otra vez.
- ¡Petunia cállate ya! -gritó irritado uno de los gemelos (seguía sin distinguirlos) mientras se ponía una almohada en la cabeza. Haciendo que ambos rieran.
Luego él se acercó a ella y le dio un abrazo.
- Cuídate, pelirroja.
Ella levantó la vista para verle y le depositó un pequeño beso en la boca. Al separarse, Flippy se quedó sorprendido por aquel acto impropio de ella, Flaky solo sonrió poniéndose la capucha.
- ¡Nos vemos! -se despidió saliendo de la casa.
Mientras Flaky iba bajando las escaleras se llevó las manos a la cara, completamente ruborizada, ¿qué diablos acababa de hacer?

solo somos tú y yo contra el mundo;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora