Reencuentro; soy luna

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Uno.

¿Cómo iniciamos? Lo principal es lo correcto, pero, ¿por Lutteo o la mansión Benson?

Bueno, iniciemos por Luna Valente y Matteo Balsano. Nuestro querido Lutteo, cuando Luna cumplió sus veinte años, dio la noticia, sorprendido a su familia y amigos, que viviría con Matteo en un pequeño pero cómodo apartamento que él había conseguido. A su padre casi le da un infarto, mientras que Mónica y su abuelo se pusieron felices por ellos.

Después se fueron hace tres años a vivir en Italia, un total gusto para ambos. Luna aprendió mucho de ese bello país y a Matteo le encantó eso.

Los días podrían pasar pero nunca se cansaban de estar juntos, al contrario, se volvían más empalagosos de lo que ya eran.

¿Qué si vivían felices? Pff, la pregunta aquí sería ¿Cuándo no estaban felices?

Si Lutteo cuando eran adolescentes eran hermosos, ¿Qué de ahorita que son unos adultos? son lo decimo de ese adjetivo perfecto.

—¿Dónde está la mujer más bella de mi mundo y universo? —entró Matteo sonriendo y con él, un ramo de flores en su mano derecha.

Luna al escuchar su voz con ese acento que le hacía acelerar su corazón, sonrió aún con los ojos cerrados y se acurrucó a su almohada.

—¿Aún no te levantás? —Matteo, sorprendido, dejó aquel ramo de flores en la mesita que se encontraba a un lado de la cama. Se sienta en la cama a un lado de su novia y aparta los mechones de cabello que se encontraban en su rostro.

—Sí, pero volví a acostarme —Luna abre sus ojos lentamente al escuchar la baja risa de Matteo— ¿Qué es tan chistoso? —sonríe. Apoya su codo en las sabanas mirándolo a él tiernamente.

Matteo al darse cuenta de la mirada tierna de su novia, la mira entre sus pestañas y se acerca a robarle castro beso.

—Buen día, amore. —sonríe en sus labios.

—Buen día. —Luna sonríe hasta que sus ojos se vuelven chiquitos.

Se quedan observándose con unas sonrisas, y Luna sorprendiéndolo a él, se acercó a besarlo. Él la tomó por su cintura elevando un poco la blusa y con sus dedos acariciaba su piel.

Todos sabemos lo que pasa después, ¿no?

Ahora, Ámbar Smith y Simón Álvarez. Como la Roller Band había decidido separarse, primero Nico, después Matteo quién no perteneció del todo a la banda, y por último Simón y Pedro, quiénes fueron los únicos en quedar, tomaron una decisión amistosa de separarse quedando solo los recuerdos de los tres y uno en sus memorias, Simón llevó a Cancún a su linda novia para que conociera a su familia. A los meses se quedaron allá a vivir y una sorpresa les fue a parar.

Delfi siguió y en Perú se quedó siendo una embajadora de una línea de maquillaje famosa en ese país. Jazmín recorrió el mundo haciendo blogs para sus fans y sorprendiéndolos cuando encontró a el amor en España. Yam es maestra en una escuela de canto famosa y Jim le mostraba a las nenas sus maravillosas coreografías enseñándolas a bailar. Pedro seguía con Delfi en Lima, Perú acompañándola en su sueño. Ramiro cumplió su sueño de ser un patinador exitoso viendo de vez en cuando a su novia Yamila y saliendo cuando ambos descansaban. Nina con el permiso de sus padres acabó yéndose a la mejor escuela en Ecuador de escritura y literatura, por suerte del destino encontró a Gastón, ese chico que le gustó desde antes de conocer a su primera mejor amiga, Luna, pero no fueron nada más que amigos. Y por último, Emilia y Benicio, estuvieron en una relación de un año, relación que lamentablemente no funcionó, separándolos.