Lovely

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Espero algún día salir de aquí, incluso si toma toda la noche o cien años. Necesito un lugar para esconderme, pero no puedo encontrar uno cerca. Quiero sentirme vivo, afuera puedo luchar contra mi miedo.

Lovely – Billie Eilish ft. Khalid.

Taehyung condujo su motocicleta hasta un nuevo motel, el dinero se les estaba acabando y lo poco que tenían para la semana lo habían gastado en la fiesta de esa noche. Jimin fue el primero en bajar e ingresar en la habitación rentada. El pelinegro estacionó la motocicleta y entró después.

Fue recibido con un golpe directo en la cara y luego otro en el estómago, levantó el rostro y vio en la cara furiosa de Jimin. Estaba acostumbrado a los golpes, pero en las últimas semanas el carácter de Jimin se había hecho peor, lo golpeaba seguido por cualquier cosa; pero esta noche estaba muy consciente de la razón por la que lo golpeaba.

-¿Por qué? –Preguntó tomando el mentón de Taehyung con demasiada fuerza -¿Por qué estabas con él? ¿No lo recuerdas, Taehyung? Él te dejó, él ya no quería saber nada de ti, y ahí estuve yo, para sostenerte.

-Él me dejó por tu culpa, porque te metiste en mi vida. Él me dejó porque fui un imbécil al meterme contigo –Taehyung podía sentir el olor a alcohol, podía notar la euforia en los ojos de Jimin, la excitación producto de la droga.

Jimin soltó a Taehyung y rió de manera escandalosa -¿Sí? ¿Es por eso? –Lo miró furioso –Recuerda Kim Taehyung, tú fuiste quién me pidió acostarme contigo en primer lugar, quién rogaba por un poco de marihuana o cocaína, quién me pedía más y más alcohol.

-Jamás debí permitir eso, yo no debí permitir que llegara tan lejos. Estás mal Jimin, estás mal de la cabeza.

Con esas palabras, la mirada de Jimin se oscureció llena de furia, comenzó a golpear a Taehyung sin importarle las súplicas del chico. Cuando aparentemente se cansó, Jimin entró al cuarto de baño, Taehyung pudo escuchar el momento exacto en que la regadera dejó caer el agua, Jimin estaba tomando una ducha.

El pelinegro estuvo en el piso, dejando sus lágrimas caer. Se odiaba por haber sido tan estúpido, se odiaba por no haber renunciado a Jimin antes que las cosas empeoraran. Miró sus brazos, las mangas de su camisa estaba recogidas. Podía ver algunas cicatrices que él mismo había hecho, algunas ya estaban cicatrizadas mientras que otras eran recientes. Quería escapar, salir de todo eso, pero si lo hacía, sabía muy bien que no solo lo buscaría Jimin, sino también todo el clan Keres, porque si bien Taehyung estaba alejado de su padre por todas las tonterías que había hecho, Jimin tenía un lazo muy fuerte con los Keres.

Jimin seguía hablando con su líder, Yifan, y cada vez que tenían conversaciones sobre el clan, lo dejaba fuera. Sabía que mucha de la droga que Taehyung le robaba a su padre era ocupada por los Keres, también sabía que Jimin era la mano derecha de Yifan y recibía buenas cantidades de dinero, que Jimin jamás gastaba o por lo menos no dejaba que Taehyung tocara.

Miró de nuevo las cicatrices de sus brazos y pasó la yema de sus dedos por una de estas, sintiendo la piel irregular debido a las costras y las cicatrices viejas. Comenzó a reír por lo tonto que se sentía en ese momento. Recordaba las veces que Jin le cubría las heridas pequeñas que se hacía con los cuchillos cuando intentaba cocinar, pero ahora no estaba Jin para cubrir ninguna de sus heridas, para curar cada parte rota de él.

Taehyung llegó a la cama a rastras, acostándose en esa y tocando el lado vacío junto a él, deseaba que en esos momentos fuese Seokjin quién estuviese junto a él, acariciando su cabello o jugando con sus dedos, se preguntaba si Seokjin también pensaba en eso, si extrañaba su compañía.

Seokjin estaba en su cama sin poder dormir, le había mandado cientos de mensajes a Jungkook disculpándose por lo de esa noche, incluso le había escrito a Chanyeol y a Kyungsoo pero no recibió respuestas de ninguno.

Tenía el teléfono en sus manos, esperando una llamada o mensaje, de Jungkook o Chanyeol, aunque también, por muy loco que sonara, esperaba una llamada de Taehyung. Quería oír la voz del chico diciéndole que estaba bien. Su cabeza no había dejado de dar vueltas, imaginando lo que Jimin podía haberle hecho luego de encontrarlos juntos.

Su teléfono comenzó a vibrar, sus manos parecían hechas de mantequilla pues no encontraba la forma correcta para agarrarlo y contestar. Cuando al fin puso el teléfono en la posición adecuada, contestó la llamada.

-Hola –dijo la voz del otro lado.

-Hola –respondió Jin, su voz sonaba cansada.

-Seokjin, solo quiero decirte que si me necesitas para cualquier cosa, voy a estar para ti, incluso si se trata de Taehyung.

-Jungkook –Jin hizo una pausa, buscando las palabras correctas –Todo este tiempo, todo lo que sentí por ti, lo que vivimos, fue real, ¿de acuerdo? De verdad te quiero, disfrutaba estar contigo.

-Pero no puedes olvidarlo –el chico también sonaba cansado, derrotado –Lo entiendo, Jin.

-Lo siento Jungkook.

Seokjin estaba a punto de colgar la llamada, se sentía demasiado avergonzado. Jungkook había sido tan bueno con él, lo había ayudado en demasiados aspectos. Escuchó la voz del chico decir su nombre y colocó el teléfono de vuelta en su oreja.

-Jin, alguien del clan Keres ma habló esta noche –Jungkook respiró pesado y luego hizo una pausa –Dijo que necesitan refuerzos, al parecer van a atacar al Averno.

-¿No se supone que son aliados? –preguntó confundido.

-Al parecer, ocuparan a Taehyung como carnada, tal vez harán que le chico robe algo al Averno para que su padre ataque a los Keres primero y así tener una excusa.

-¿Por qué me dices esto?

-Porque sé lo mucho que te importa. Adiós, Jin. Llámame si me necesitas, en serio, hazlo.

Jungkook colgó la llamada y el gracias de Jin quedó en el aire. No pudo dormir esa noche, estaba preocupado, muy preocupado de lo que podía pasar. Mandó un mensaje rápido a Yoongi, contando todo lo que había pasado ese día, la respuesta del chico lo tranquilizó un poco.

Recordaba a los asesinos a sangre fría de los Keres, la mirada de ira y satisfacción cada vez que asesinaban a alguien. No podía permitir que algo malo pasara de nuevo, que algo le pasara a Taehyung, pero no podía hacer nada, no tenía idea de dónde se encontraba el chico. Logró dormir cuando los pequeños rayos de sol salieron y se asomaron por la ventana, agradecía que fuese fin de semana, así podría dormir, o tratar de hacerlo. Su último pensamiento antes de caer en brazos de Morfeo fue el rostro de Taehyung lastimado.

A.M. 《JinTae》Where stories live. Discover now