A.M. 《JinTae》

Muddy Waters

No está claro por qué elegimos el camino de fuego. Donde terminamos no es como lo planeamos. Todos los espíritus rondándonos como si fuera nuestro último día. Lo que verás será lo peor de mí. No el último de mi tipo.

Muddy Waters – LP.

Seokjin se levantaba temprano para preparar el desayuno y dejarlo listo para Taehyung. El menor agradecía eso, sabía que en cualquier momento podía incendiar la casa si se dignaba en cocinar. Se había convertido en una rutina. Seokjin llegaba del trabajo y pasaba tiempo con Taehyung, en ocasiones salían y luego regresaban a casa a dormir. A veces tenían noches acaloradas de sexo que Taehyung disfrutaba demasiado.

Yoongi visitaba a Taehyung con frecuencia y le enseñaba a cocinar un poco, así el chico no se moriría de hambre si Seokjin llegase a olvidar prepararle el desayuno algún día. Todo iba marchando con normalidad.

Una tarde, cuando Jin regresaba del trabajo, recibió una llamada que no esperaba. Miró su pantalla y notó el número de Chanyeol, se alegraba por ver que el chico aún seguía con vida luego de dejarlos huir, pero sabía que la llamada sería algo malo.

-¿Seokjin? –Preguntó la voz ronca del otro lado de la línea.

-Chanyeol, ¿estás bien? ¿Mi hermano no te ha quitado alguna extremidad?

La risa de Chanyeol se escuchó por la pequeña bocina –Estoy bien, Jin. ¿Tú lo estás?

-Lo estoy Chan, tengo un empleo –soltó con alegría –Soy profesor en una escuela, ¿no es fantástico?

-Es muy tú –dijo Chanyeol con alegría en su voz -¿Prométeme que vas a cuidarte?

-Lo prometo –contestó Jin dubitativo -¿Sucede algo que no sepa?

-Si debes alejarte de Taehyung, hazlo, compré un departamento que no estoy usando, podrías quedarte ahí.

-Chan, ¿seguro que todo está bien?

-Tengo que irme –la voz de Chanyeol sonó apresurada, como si alguien fuera a descubrirlo.

Seokjin condujo hasta su hogar, aparcó el auto y salió de él. Escuchó risas fuera de su casa, había una voz nueva junto a la de Taehyung, estaba seguro que no se trataba de Yoongi. Con cuidado, giró el picaporte y abrió la puerta. Taehyung se encontraba sentado en el sofá con una cerveza en la mano, frente a un chico de cabello marrón y labios abultados. Dejó las llaves en una mesita cerca de la puerta y cerró.

Los chicos se sobresaltaron al escuchar la puerta cerrase, el muchacho de cabello marrón se giró para observar a Seokjin. Él lo recordaba, ese chico había estado en el tiroteo, le había disparado a uno los hombres de su clan. Ese chico era un Keres. Se sorprendió al verlo sonriendo feliz con su ¿novio? ¿Pareja? No importaba, era un enemigo de los Nix.

-Jin –sonrió Taehyung, estaba ebrio, su voz lo delataba –Te presento a Jimin, lo conocí el día antes del tiroteo, es un gran pistolero, como tú.

-¿Qué te trae por aquí, Jimin? –Seokjin cuidaba sus palabras, el chico debía estar ahí por alguna razón.

-Escapé de mi clan y alguien me dijo sobre estas cabañas. Cuando venía, encontré a Taehyung caminando por ahí, lo siento si mi presencia los incómoda.

-Para nada –dijo Taehyung, rodeando al chico con su brazo –Eres bienvenido, además, trajiste cerveza. Jin no me deja tomar alcohol.

Seokjin notó la risa divertida de Jimin luego de escuchar esas palabras, quién sabe cuántas cosas más había revelado Taehyung estando ebrios. Jin pasó a la cocina, observando a Jimin desde ahí. El chico se veía como alguien inofensivo, tenía las mejillas un poco regordetas y una sonrisa tierna, pero sabía que no era de fiar.

Jimin pasó esa noche en el cuarto extra de la cabaña. A la mañana siguiente, Jin encontró al chico despierto, tomando un vaso con agua de la cocina. No cruzaron palabras, Seokjin comenzó a preparar el desayuno, ignorando por completo la presencia de Jimin.

-¿Puedo quedarme unos días? –preguntó Jimin, rompiendo el silencio –Mientras recojo el dinero suficiente para pagar una de estas cabañas o irme a otro lugar.

-Tres semanas –dijo Jin –Tres semana o te vas.

-Prometo que será menos.

Jin asintió y salió de su hogar, condujo hasta la escuela con un dolor en el pecho, no quería dejar a Taehyung solo con ese chico. En todo este tiempo, se habían propuesto estar limpios, sin drogas o alcohol, solo cigarrillos. Esperó que fuese paranoia de todos esos años trabajando con su clan y nada más.

Esa tarde, al regresar a casa, escuchó las risas de nuevo. Al entrar, el olor a marihuana invadió su nariz. Miró a Taehyung, tenía un porro entre sus labios al igual que Jimin. Seokjin se enfureció, caminó hacia Taehyung y le quitó eso de entre sus labios, aplastándolo contra el piso.

-¿Qué sucede contigo? –reclamó Jin.

-Necesitaba eso para relajarme –gritó Taehyung.

-Claro que no lo necesitas, estabas muy bien sin ellos Tae.

-Estoy cansado de parecer una esposa cautiva, Jin, tú te vas y yo quedo aquí, limpiando cosas, hablando con las vecinas como una maldita mujer –Taehyung escupía cada palabra con odio.

Jimin observaba la escena mientras le daba otra calada al porro. Jin miró a Taehyung y sin responder, salió de su casa, con un portazo que hizo temblar algunas vigas. Se subió a su auto y condujo hasta la casa de Yoongi. Su amigo lo miró preocupado por la forma alterada en la que entró.

Hoseok miró todo y corrió a la cocina por un vaso de agua, Yoongi ayudó a Seokjin a sentarse en el sofá, mientras intentaba tranquilizarlo. Jin respiraba con dificultad, quería gritar y romper en llanto, sabía que Jimin no traería nada bueno.

-¿Qué sucedió? –preguntó Yoongi.

Hoseok llegó en ese momento y le entregó el vaso de agua a Jin, el chico la tomó con dificultad, sus manos temblaban. Si tan solo Taehyung le hubiese dicho como se sentía, hubiera sido mucho más considerado, lo hubiese sacado más seguido o llevado consigo al trabajo.

-¿Todo bien?- indicó Hoseok.

-Tuve una pelea con Taehyung, dice que lo trato como a una esposa encerrada. Estuvo fumando hierba y bebiendo –Jin habló tan rápido que Yoongi tuvo que traducir a Hoseok.

-Mierda, ¿es por el chico nuevo?

Jin asintió. Hoseok se sentó junto a él y comenzó a hacerle pequeños masajes en el cabello. Seokjin rompió a llorar y sus dos amigos le abrazaron, dejando que el chico se deshiciera en lágrimas. Se sentía culpable porque tal vez no le prestaba la atención suficiente a Taehyung, porque tal vez el cambio de vida no era algo que necesitaran. 

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