Habría pasado treinta minutos, la doctora Byrne y Martin se encontraban petrificados, sentados en el suelo abrazando sus piernas. Veían, desde dentro, cómo aquellos caníbales terminaban de devorar el cuerpo del militar y se iban. En sus mentes no podían imaginar lo que encontrarían afuera. Tras diez minutos de silencio, la doctora Byrne miró a Martin, quien tenía la mirada al suelo, y rompió el silencio
-Se fueron... - Dijo la mujer en voz baja
Martin se quedó callado, levantó la mirada y mostró su cara aterrada
-Tenemos que salir de aquí – Menciono Byrne, asustada y temblorosa
Perdido, Martin miró la sombra del cadáver, volvió la mirada a la doctora y respondió "¿No vendrá nadie?"
-No lo sé... se supone que si – Respondió Byrne dudosa
-¿Se supone?
-No sé qué pasó ahí fuera, ah pasado cerca de una hora y está todo en silencio. Debería escucharse algo, claro que aún tenemos quién nos respalde
- ¿Y en dónde están?
- No lo sé, no se escucha ni sirenas de policías, ni bomberos, ¡nada!
-¿No tienen helicópteros, autos o no sé... esas cosas?¿No pueden traerlos? – Mencionó desesperado
-Claro que tenemos, pero... no es así de simple. Hubo unos hace rato, pero dudo que fueran nuestros... probablemente de algún canal de reportaje
-¿Cuál era su plan si esto salía mal?
-No debía salir mal
-Pero así fue maldición
-¡No lo sé! – Respondió nerviosa, bajó la voz y continuó – Miller era quien se encargaba de estas cosas, yo me encargo del virus
Martin pasó la palma de la mano por su rostro, se encontraba ya bastante estresado
-Está bien – Dijo Martin – tendremos que salir de aquí
Articularon sus adormecidas piernas para ponerse de pie, se encontraban muy nerviosos. La doctora tomó una mochila para llevársela, donde colocó la laptop del lugar junto con unos archivos. Cuidadosos y a paso lento salieron de la carpa; afuera todo estaba revuelto, los equipos por los suelos, archivos pintados de sangre y cuerpos desparramados. Decidieron no ver los cadáveres y buscar salir de ahí lo mas rápido posible. Con el corazón acelerado lograron salir de allí hasta llegar a la acera sin ser percibidos. Al llegar observaron que todo el lugar estaba desértico, ni una sola persona transitaba por las veredas de la calle Camanel. A lo lejos, como a 3 cuadras, observaron algo parecido a un muro de color amarillo, asustados hicieron lo mismo con la otra cuadra, la cual estaba de igual manera.
-Iniciaron cuarentena – Mencionó la doctora preocupada
-Vayamos ahí - Respondió Martin emocionado
-¡No, no! – Respondió exaltada
-Guarde silencio
-No lo entiendes... han rodeado el lugar, tal vez cuatro manzanas a la redonda, no permitirán que nadie entre ni salga
-Entonces qué harán
-Es lo que me preocupa... Pero lo más seguro es que nos maten si nos acercamos
-No podemos quedarnos aquí, ya viste lo que le hicieron al militar – Los nervios de Martin se hacían evidentes en su voz
-Escúchame – La mujer respondió imponente, tomando los brazos de Martin - tenemos que encontrar algo para comunicarnos con ellos
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BLOODEAD I
Science FictionEl Ojo - Reportaje. Ciudad de Sommer 5:48 pm. "[...] se estima cerca de cien víctimas en la zona, entre civiles y militares. Las autoridades han dado toque de queda hasta nuevo aviso. Mientras tanto, los responsables del incidente han puesto en cuar...