8. Me enamoré.

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Volví las extrañé un montón soy exagerada sorry

Maratón 5/5.

—Estas siendo una estúpida, insensible, pendeja...

— ¡Ya! Se lo que estoy siendo, pero entiéndeme también tú.

—Es que te entiendo, pero lo que no entiendo es si es que ya casi son dos meses desde la última vez que lo viste, y andas con los ánimos por el suelo, si te gusta ve y díselo.

— ¡No es tan fácil! Él, si cambió mi forma de ver el mundo, al menos en los mujeriegos pero...

— ¡Siempre hay peros! ¡¿Acaso no eres tú la que siempre se queja que las protagonista son unas estúpidas por estar enamoradas y siempre usar el estúpido pero?! Te estás convirtiendo en lo que juraste destruir. —dijo la pelinegra apuntándola con una cuchara de madera.

—Chris es un chico muy atento cuando se lo propone, es gracioso y siempre sonríe... Pe..., digo sólo hay un problema él va muy rápido y yo prefiero ir con calma, poco a poquito... ¡Pero no puedo porque en la mínima oportunidad que tiene me besa!

— ¿Y eso es malo?—preguntó Alejandra, Catalina negó. — ¿Entonces? No le veo el problema.

—Es que él y su sobrina me dicen Caty.

—Oh, ya entiendo. Odias ese apodo.

—Exacto, pero que sea él quien me lo diga no me molesta ¡Ese es el problema!

—Pienso que sólo estás buscando excusas para evitar decir que te gusta mucho más de lo que una vez te gustó Richard.

—Claro que no, Richard me sigue gustando y mucho.

—Entonces ve a Summer y dile eso. —Catalina quería hablar. —Esto es serio Lina, debes entender que estar enamorada y arriesgarse a salir con un corazón roto no es malo. Bueno si, pero quedaras con bonitos recuerdos de esa persona. Y si no te acepta es porque el destino te tiene reservado alguien mucho mejor. ¿No quieres arriesgarte y saber qué pasará si lo intentas con Richard o con Christopher?

—Si quiero pero...

— ¡Cállate que me desesperas!—chilló la pelinegra y Catalina río.

—Para estudiar psicología no eres nada paciente.

—Es que en las prácticas nadie es tan desesperante, y mucho menos está dándole vueltas al asunto tantas veces.

—Perdón, pero—Alejandra la fulminó con la mirada. —Es decir, si me gustaría tener una relación bonita y todo eso, pero la parte más difícil es olvidar.

—Oh, Lina. —Alejandra la abrazó. —Lo sé, pero es mejor arriesgarse y perder que no haber amado nunca ¿verdad?

—Estoy segura que esa frase no iba así. —ambas rieron.

....

Catalina y Alejandra fueron hasta Summer en donde Richard les atendió gustoso y preguntó por su pelirroja amiga.

—No la he visto—contestó Alejandra mientras señalaba el helado de menta.

—Yo sí pero parecía estar molesta. —Catalina señaló el milkshake dé nutella.

—Ah. —contestó y tomó las órdenes. —Enseguida les traigo sus órdenes. —dicho eso se retiró.

—Tengo miedo. —Susurró la castaña. —Mejor vámonos. —se colocó de pie y tomó el brazo de Alejandra con la intención de irse, la pelinegra no se movió ni un centímetro.

EnamórateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora