19. Vuelve.

1.2K 98 20
                                    


Maratón 2/3

Las piernas le temblaban y sentía su respiración acelerada, no había podido resistirse a verle una vez más.

La castaña había salido del club hace más de una hora y se encontraba parada al frente del departamento de Christopher, intentando entender que hacía ahí cuando prácticamente todo se había acabado entre ellos.

Todo aquello que tuvieron, ella no quería que acabara, no de esa forma. No ahora.

Pero, sabía que Christopher sería padre, no había nada que pueda hacer, pero tal vez él no quiera casarse con Carla y entonces ellos...

Alejó esos pensamientos de su cabeza y haciendo puño la mano cerró los ojos para luego tocar fuertemente la puerta. Quería salir corriendo ahora mismo, aún tenía tiempo. Podría irse y olvidarse de todo, dejar todo en el pasado y tal vez encontrar a otra persona con quien se sintiera bien, alguien que la ayude a olvidar al castaño.

Reaccionó y retrocedió hasta que chocó con la pared al frente de esa puerta de la cual había visto varias veces salir al castaño con esa hermosa sonrisa...

—Tengo que irme de aquí—susurró y evitando caerse por la cantidad de alcohol en su sistema - el cual no era mucho- solo estaba nerviosa e intentó correr lejos de esa puerta.

Conocía a Christopher como para saber que en las noches él demoraba como cinco minutos para abrir la puerta, siempre lo hacía así.

Se tropezó como tres veces intentando irse rápido del lugar, él abriría pronto y la vería. No quería eso.

—Carajo. —susurró cuando sintió que la tomaba de la cintura, reconocería ese agarre firme en cualquier lado. Además esa loción que la embriagaba y aquel calor propio del cuerpo ajeno, ella estaba atrapada entre la pared y el cuerpo de Christopher. Sintió su aliento chocar con su oreja y tragó saliva. Christopher colocó una mano sobre sus hombros atrayéndola más hacia su cuerpo, abrazándola.

Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando sintió que Christopher entrelazaba sus dedos, llevó una mano a la altura de sus hombros y apretó la gran mano de Vélez. Cerró los ojos y sintió como las gotas de agua caían sobre su piel.

Christopher la abrazó más fuerte, la había extrañado. A pesar de saber que ella había bebido no lo había hecho en exceso - o eso creía- ella vino a verlo. Cerró los ojos y percibió el dulce aroma que desprendía el cuerpo de la castaña.

Sé deshizo del abrazo y la tomó de la mano, ella tenía la vista hacia abajo y su cabello no le dejaba ver su perfil. Christopher dio un paso hacia la izquierda dispuesto a soltarla y volver al departamento. Ella apretó el agarre.

Christopher la guio hasta el departamento y en silencio la observó mirar todo de nuevo. Como si fuera la primera vez.

— ¿Por qué?—fue lo primero que se escapó de los labios del castaño.

—Sólo, quería explicaciones. —susurró y Christopher estaba seguro que de no ser gracias al sepulcral silencio instalado entre ellos no habría escuchado nada.

—Las mereces. Caty, siento que todo esto esté pasando pero no fue mi culpa...bueno en teoría si pero yo nunca quise que pasara, no ahora quizás en un futuro y contigo. Sólo me queda decirte que lo siento. Lo siento mucho.

—También lo siento, si lo hubiera sabido hace tiempo quizás me hubiera evitado todo esto. No me arrepiento de haberte conocido, me arrepiento de no haberte dicho nada de lo que sentía hace tiempo. Y quien sabe tal vez todo sería distinto.

EnamórateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora