Déjame Entrar

Capítulo 11

Walter me ha dejado en mi casa y voy directo a la cama, me duelen los pies y un poco la cabeza, mi hermana no tarda en venir y yo estoy agotada, ademas, Italya no me confirmó nada,

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Después de un buen baño caliente y de ponerme una camiseta que me queda cuatro veces de lo que debería, me dirijo a la cocina donde en la estufa hay sándwiches de queso asado con tomate, en la mesa, hay ensalada, nachos con carne, papas con queso, y sodas de varios sabores.

—nosotras nos retiramos señorita— dice Catalina —nos vemos mañana—

—claro— digo no muy convencida.

—el señor me pidió que le dijera que el evento de esta noche queda cancelado— dice Ava ¿que evento?

—está bien. Gracias por todo—

—hasta mañana señorita Atwater—

—adiós y buenas noches— ellas se retiran y yo tomo un sándwich de queso.

A pesar de que el tomate no me agrada mucho, el sándwich es exquisito, tomo una lata de soda y la abro para beber. Voy a sentarme en la sala, y Justo cuando estoy cómoda, tocan la puerta. Me levanto con pesar de la sala, dejo la lata en el mueble que está frente al sofá y con el sándwich en la otra mano, me dirijo abrir la puerta. Del otro lado está mi hermana con una flamante sonrisa y un termo.

—¡traje café!— dice emocionada —¡y unos pastelitos!—

—¡grandioso!— con este frío se antoja algo calientito.

—¡hola Mine!— miro a un lado y Italya se baja del la camioneta acompañada de Adam.

—hola— estoy un poco consternada con su llegada.

—traje pizza de pepperoni, cuatro quesos, hawaiana, y baileys— en realidad es Adam quien trae todo.

—te ayudo— se ofrece Ximena, pero ella también trae las manos ocupada.

—yo lo hago— camino para encontrar Adam y quitarle las bolsas con botellas de baileys.

—gracias—

—no es nada— sonríe —deja todo en la cocina por favor—

—claro— Adam entra y nosotras detrás de él.

Mi hermana va a la cocina en compañía de Adam, yo me quedo en la sala con Italya, observa cada parte de mi pequeña casa, sonríe débil y respira profundo. Se deja caer en la sala, toma un cojín y lo abraza con fuerza.

—gracias por invitarme— suelta el aire.

—de nada—

—tu casa es muy...—

—¿pequeña?— terminó la oración por ella.

—acogedora, de verdad se siente como hogar— sonríe.

—estos sándwich están deliciosos— dice Ximena con la boca media llena —¿quien los preparó?—

—Catalina y Ava—

—dejare esto en la cocina, ya vuelvo— ambas chicas asienten. Llego a la cocina, y Adam está comiendo papas con queso y un sándwich.

—lo siento— se limpia la boca con una servilleta.

—descuida, no hay problema— dejo la bolsa en la mesa.

—no había tenido tiempo para comer y la verdad estoy hambriento—

—¿cómo están las papas?—

—sabrosas— sonríe.

—oye, una de las chicas me dijo que el evento de Walter se había cancelado— Adam frunce el ceño.