Capítulo 6

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Respira Mine, respira. No te alteres, piensa cosas bonitas por que los unicornios si existen. Es lo que me repito desde hace diez minutos que nos subimos al auto. No se como es que vamos en camino si ni la dirección me preguntaron, pero el señor Ludlum parece ese tipo de persona que es capaz de agotar sus recursos con tal de saber algo, así que no me sorprendería que ya sepa hasta el color de la casa de mis padres.

—¿cómo son tus padres?— pregunta susurrando en medio de la oscuridad.

—pues... creo que como todos los demás— me encojo de hombros —quiero decir, son lindos y autoritarios—

—Mmm—

—¿cómo son tus padres?— ahora pregunto yo.

—diferentes a tus padres— responde sin ánimos.

—¿a que te refieres?—

—mi padre casi nunca estaban en casa, se la pasaba viajando por trabajo, y mi madre hacía lo posible por atendernos a mis hermanos y a mi— murmura —aún que mi madre siempre intentaba manejar la situación... nosotros sabíamos que nada estaba bien—

—¿tienes muchos hermanos?—

—somos tres, Vanessa Italya, Walter Ivan y Jeremy Iñaky—

—¿tu hermana se llama Italya?—

—si, mis padres cambiaron la penúltima "I" por la "Y"— suelta el aire —y se pronuncia igual que el país de Italia—

—eso es raro—

—tu te llamas "Mine"—

—¿y eso que?—

—Tus padres pudieron simplemente llamarte "Mía" que eso es lo que significa tu nombre, pero decidieron llamarte "Mine"—

—es normal—

—no, he escuchado el nombre de "Mía" como tal, pero nunca había escuchado el nombre de "Mine"— es cierto —para ti es normal llamarte Mine, por que tienes treinta años escuchando tu nombre, pero...—

—¡¿disculpa?!— me siento ofendida —¡para tu información no tengo treinta años!—

—¿a no? Fácilmente pasas por una treintañera— comenta como si nada.

—no todos tenemos una vida perfecta y rodeada de lujos— estoy molesta —muchas personas trabajan y envejecen a un ritmo acelerado—

—solo era broma señorita— murmura.

—por lo regular, soy una persona muy zen, relajada y siempre soy feliz, pero desde ayer, conozco el estrés, el enojo y la frustración— digo irritada.

—pues yo había empezado una entapa donde mi vida se encontraba tranquila y sin preocupaciones más que el laboral— suelta el aire —pero desde ayer, mi vida se ha vuelto un circo de caos sin sentido—

—pues tu circo de caos se hubiera retirado, si el payaso principal no quisiera hacer la única atracción—

—pues el payaso principal solo quiere ayudar a la mujer barbuda que es una terca testaruda— ¿me dijo barbuda? De todos los personajes de un circo ¿escogió a la mujer barbuda para referirse a mi?

—pues la mujer barbuda no sería un terca testaruda si el payaso principal no hubiera mandado payasitos a la casa de ella para a completar el circo—

—a mi ni me metan— dice Rogers desde el asiento de enfrente.

—¡eres una inmadura!— gruñe.

—inmadura pero feliz— le saco la lengua en medio de la oscuridad.

—¿quien te dijo que no soy feliz?—

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