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Dejó su celular sobre la mesa que se encontraba en medio de aquella habitación, que de su refugio pasó a ser su cárcel. Estaba recién terminando su día, y las cosas no dejaban de ocurrir, era como si el destino estuviera empedernido en destruir cualquier cosa que pudiera intentar construir en aquel lugar. Volvió a sentarse en el sillón, ignorando ahora aquel libro que le había hecho sonreír, y lo único que miraba era aquella bolsa que YoonGi le había dejado para su propiedad, pensando en qué haría ahora que alguien conocía sobre su pasado.


El tiempo parecía torturarle más de lo que deseaba, y en su mente lo único que estaba presente era el hecho de que tendría que renunciar quisiera o no, pero no por proteger su historia personal, eso era algo de lo que podía encargarse, pero no pondría a su hyung en riesgo, no permitiría que usaran su información para atacar a una de las dos personas que estaban a su lado y lo cuidaban. Si tener que alejarse de algo que siempre había perseguido, entonces estaba dispuesto a apagar su pasión por mantener la sonrisa de su contrario el mayor tiempo posible.


Tomó sus pertenencias excepto, por más que le doliera aquella acción, la ropa de Min, dejó la llave de la sala en la recepción y le dijo a la señorita que la dejara a nombre de JungKook en caso de que el muchacho apareciera por el lugar y quisiera estudiar tranquilamente, era lo mínimo que podía hacer por el chico que no lo había juzgado como el resto del mundo, y salió del lugar en una dirección que tenía clara en su mente. Entró a la oficina luego de tocar la puerta, y pudo ver al entrenador arreglando algunos papeles, el cual le sonrió de inmediato al verlo entrar.




- ¡Pero si es mi nadador estrella! - Dijo ChangMin mientras JiMin se sentaba frente a él - ¿Cómo estuvo tu primer día muchacho? ¿Demasiado complejo?


- Oh, no es necesario que se preocupe entrenador - Sonrió por lo bajo mientras pensaba qué excusa daría para poder intentar salir del equipo sin mayor revuelo - La verdad es que vengo a hablarle de otra situación.


- ¿Es sobre lo que dijo YoonGi? ¿Lo que te hicieron los chicos? Porque si es por eso no debes preocuparte, ya hablaré con ellos yo y... - Se vio interrumpido cuando Park alzó su mano en señal de que le dejara terminar.


- No, eso lo puedo solucionar yo, puede quedarse tranquilo - Suspiró, una mentira tan obvia que ni siquiera él sería capaz de creerla - Pero me di cuenta de algo con ello, y es que estoy entorpeciendo la química del equipo.


- JiMin, eres nuevo, eso se puede solucionar fácilmente hijo - Un tono de preocupación salió de la boca del entrenador. - Te aseguro que en cuanto te vean nadar podrán aceptarte como cualquier otro.


- Entrenador ¿Realmente cree eso? - La mirada del contrario bajó en dirección de los papeles, algo que JiMin notó y pudo ver que eran las hojas de reclamos del gimnasio, todas llenas y que tenían su nombre marcado de alguna u otra forma. - Aún así, ese no es el único motivo.


- ¿Qué estás tratando de decir con "motivo" Park? - El entrenador comenzaba a impacientarse, sabía a la perfección lo que intentaba decir el chico, le era un discurso conocido. - No me digas que...


- Mi familia tiene ciertos problemas económicos... - Le dolía, vaya que le dolía tener que involucrar a su madre en aquel asunto. - Y, como sabe, yo estoy aquí becado tanto por mi desempeño académico como por mis actividades extracurriculares, por lo que puedo abandonar una de las dos becas con tranquilidad.

•• Burbujas secretas •• YoonMin ••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora