Aquella melena dorada y aquella platinada recién entraban a aquel lugar,llevaban vestimenta (para ellos casual) que llamaban demasiado la atención.
-Yuri.-le llamo el de cabellos platinado.-no vayas a beber demasado.-
-ya te dije que no Víktor,cállate y déjame pasar la noche.-
Aquella fiesta era de ambiente,la música sonaba en todo el antro y las luces neón daban aquel toque aún más incitante a la fiesta. Los amigos se separaron y cada quien comenzó a disfrutar por su parte.
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Él platinado de ojos azules esbozó una sonrisa,había encontrado su objetivo de asistencia a aquella fiesta.
-Yuuri no seas malo.-ante el reclamo del rubio con un franja roja,el nipón soltó una pequeña y tímida sonrisa.
-perdón Minami.-
-no importa. Vamos a la pista de baile.-
Ambos jóvenes se dirigieron a la pista,misma que estaba llena de gente.
-Minami yo no...-
-solo muévete Yuuri.-
Ante las palabras insistentes de su amigo,el japonés comenzó a moverse al ritmo de la música.
-asi se hace.-
El ruso,(quien había observado con detenimiento al nipón),se acercó con un solo objetivo en mente,bailar con aquel palinegro.
Yuuri sintió una mirada sobre si,dudoso miro a todos lados,sin embargo noto aquellos ojos azules sobre su cuerpo.
-¿podemos bailar?-
-no te conozco.-
-una razón para bailar.-el ruso esbozo una encantadora sonrisa.-podre conocerte y podrás conocerme.-sin previo aviso tomo la mano del japones y deposito un beso en ella.-soy Viktor Nikiforov.-
El de ojos cafés,aún con el notorio rubor en sus mejillas logro hablar.-Yu~Yuuri Katsuki.-
-lindo nombre.-
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Aquel chico de cabellos dorados se dirigió a la barra y pidió algo ligero.
-aqui tiene.-
[Maldito Viktor ¿qué planea? Él jamás asiste a fiestas cómo estás.]
-he niño.-inconscientemente el rubio volteo notando a aquellos hombres borrachos que le miraban.-regresa a casa... Este no es lugar para ti.-
-maldito.-
Una botella de alcohol fue puesta frente a Yuri,este miro a quien le estaba ofrecido aquella sustancia.-demuestrales qué no eres un niño.-
-no tengo que demostrarle nada a nadie.-
-niño vuelve a casa.-
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¡¡SERÁS IMBÉCIL!!
Любовные романыtras una grandiosa fiesta (y un descuido) nuestro adorado gatito malhumorado quedará con un gran problema... Y puede que no solo sea él.