Yuri miraba su celular,estaba observando las fotos de su hija con una sonrisa.
-Yura.-aunque fue un susurro el ruso logro escuchar,levantó la mirada y vio al hombre que una vez amó. Se veía bien,sin embargo poco le importo a Yura, guardo su celular y metió sus manos en sus bolsillos.
-hola.-
-¿donde está Isabela?-
-la dejé con Viktor y Yuuri.-al escuchar aquello se entristeció, esperaba ver a su pequeña.-no pongas esa cara,no eres nada importante en la vida de Isabela.-
-¿le has quitado mi apellido?-
-si.-
-entiendo.-un dolor invadió su pecho,levantó su mano izquierda y mostró un ramo de rosas rojas con pequeñas flores blancas.-son para ti.-Yuri le miró molesto pero no ignoro el echo de que en su estómago algo le dio como ciertas cosquillas. -aceptalas por favor.-
Yuri las tomo y las observo por un momento.-¿para que me citaste?-
-queria verte,y a nuestra hija.-
-yo también quería verte...-el kazajo se emocionó pero se entristeció de golpe. -me voy a Canadá,llevaré a Isabela conmigo.-
-¿Canadá? ¿porque?-
-algunas cosas que no tienen nada ver contigo.-
-¿cuándo volverán?-
-quien sabe.-
-quiero ver a mi hija.-el ruso le miró molesto,estaba por reclamar pero Otabek tomo la palabra. -se que le quitaste mi apellido pero eso no quita el echo de que sea su padre biológico.-
Aunque al gatito no le gustará el kazajo tenía razón.
-tch.-saco su celular y se lo llevó a la oreja. -Viktor... Nada grave,¿puedes traer a Isabela?... Te espero.-
Guardo su teléfono y se sentó en la banca que estaba frente a ellos.
-¿cuando se van?-
-en dos dias.-
-¿donde se hospedaran?-
-quien sabe.-
-¿tienes plata para gastar allá?-
-si,tengo ahorros de mi trabajo de medio tiempo.-
Finalmente el silencio se hizo presente,nadie decía nada,un mensaje le llegó a Yuri y este se levantó dejando las rosas en la banca.
-espera aquí.-el menor se alejó y Otabek miró el lugar donde había estado sentado.
Había cambiado,su Yuri había cambiado,era más fuerte y seguro de si mismo.
-llegamos.-el mayor levantó la mirada,su hermoso ruso venia con una bebe en brazos.
Otabek se acercó lentamente con una pequeña sonrisa.
-¿puedo cargarla?-Yuri lo dudo, pero sintió horrible al ver la cara de miedo que Otabek tenía al creer y pensar que se lo negaría.
-... Claro.-
El kazajo estiró sus brazos y cargo a la niña con toda la delicadeza que pudo.
-hola Isa,soy Otabek tu papá,has crecido mucho princesa.-beso la mejilla de la niña y la envolvió en sus brazos. -se que será atrevido de mi parte,pero quiero aprovecharlos antes de que se vayan a Canadá... ¿podemos pasar el resto del día juntos?-
-solo porque no sé cuándo nos veremos de nuevo.-
Otabek sonrió y comenzó a caminar mientras hablaba con y pequeña,está reía y balbuceaba.
ESTÁS LEYENDO
¡¡SERÁS IMBÉCIL!!
Romancetras una grandiosa fiesta (y un descuido) nuestro adorado gatito malhumorado quedará con un gran problema... Y puede que no solo sea él.