¡¡SERÁS IMBÉCIL!!

★ CAPÍTULO 23 ★

Beka estaba más que molesto,y Yuri lo sabía por la mirada del  kazajo. 

-pues no te dejare. Eres mío y te lo haré saber,lo sabrás aquí y ahora.-

Sin siquiera pensarlo,el kazajo se abalanzó al rubio y atacó aquellos labios rosados y delgados,aquellos que tanto amaba.

Yuri se sorprendió. Por un momento pensó en apartar al moreno,sin bargo aquella hermosa sensación en su estómago le impidió alejarlo. Era una hermosa y maldita adicción que ambos extrañaban.

Yuri sujeto el rostro ajeno,lo alejó un poco y observo aquellos ojos cafés que aún amaba. La lengua de ruso humedecio los labios del moreno,para el kazajo eso fue una pregunta para poder invadir su boca. Otabek acepto gustoso mientras sus manos recorrían el pequeño y enloquecedor cuerpo del tigre ruso.

Pequeños gemidos escaparon de sus labios cuando la rodilla se Otabek comenzó a rozar con su entrepierna.

Otabek hizo el asiento hacia atrás y ambos cuerpos cayeron hacia atrás. Otabek levantó la camisa de Yuri y la tortura para aquellos pequeños y finos botones rosados comenzó,la lengua de Otabek los rodeaba de una manera exitante, para después morderlos ligeramente. Con semejante acto,Yuri arqueaba su espalda y cubría su boca solo para no gritar por el placer obtenido.

El kazajo levantó un poco al ruso y se deshizo de la camisa ajena.

-Beka...-Yuri solo fue capaz de callar,pues el moreno se levantó un poco para comenzar a quitarse la ropa. Primero la chaqueta,y con una sensualidad intacta,se quitó la playera negra que su cuerpo moldeaba.

Yuri mordió su labio inferior al observar el cuerpo ajeno,mismo que seguía bien cuidado.

Otabek sonrió ante el acto del ruso.

Se inclinó un poco y comenzó a besar el cuello y la oreja del menor,mientras sus manos se comenzaban a deshacer de los pantalones y el sexy y pequeño boxer negro del ruso.

-¡¡ahg!!-un fuerte gemido se le escapó cuando la mano del mayor comenzó a jugar con su miembro. -ngh... n~no...-

-¿"No"? ¿no que?-susurro con una seductora voz sobre su sonrojada mejilla.

Yuri no era capaz de hablar, aquellas manos sabían y recordaban como tocarlo,cosa que enloquecía al gatito.

-para... Beka... Ngh... De~detente.-

El moreno se detuvo un momento y miro fijamente al ruso,quién estaba sonrojado y su respiración entrecortada.-Yura, ¿no lo entiendes? El simple echo de me llames "Beka" me excita.-una corriente recorrió el cuerpo ajeno mientras Otabek mordía su oreja suavemente.. -si quieres que me detenga solo di "Otabek".-

-ahg... O... Ot... ¡¡Mierda!!-sin poner,ni tener,el valor para negarlo,Yuri rodeo el cuello del kazajo y mordió sin delicadeza.

"A la mierda la cordura,a la mierda mi compromiso."

-te necesito... Dentro.-y aquella suplicante voz,termino con la cordura del kazajo.

-Yuri.-

Otabek se levantó abrió la puerta del coche y salio.

"¿que mierda hace?"

Sus manos sujetaron las piernas del ruso, tiró un poco de ellas y lo hizo salir completamente desnudo.

-¡¿que haces Idiota?!-

-descuida.-cerro la puerta y coloco al ruso contra ella. Yuri pudo notar su reflejo en el cristal de la ventanilla. -la carretera es poco transitada,además el coche está prácticamente escondido.-

-Beka... No creo que sea... ¡¡NGH!!-una estocada bastó para que entrara completamente.

-estas apretado, cariño.-el cuerpo del menor se estremeció,pues hace tiempo no sentía una invasión como aquella.

-muevete... ¡¡Beka muévete!!-

-ngh.-el moreno comenzó con las estocadas,Yuri recargo su pecho en el coche y le ofreció su trasero al moreno,quién sujeto sus caderas y arredio fuerte contra el indefenso gatito.

"Mierda es el puto cielo."

Las estocadas aumentaron al igual que el placer. Otabek comenzó a repartir besos en la espalda,nuca,cuello y hombros del ruso.

-Beka... ¡¡Ahhh!!-Yuri enrojeció y respiro aún más intranquilo.

Otabek sostuvo el cuerpo ajeno mientras Yuri se recuperaba del orgasmo. "Me encantó"

"Me fascina que Beka se corra en mi interior."

-Yura... Eres hermoso.-

-Beka... Estás duro de nuevo.-Yuri pudo sentir como el miembro ajeno crecía estando dentro de él.

-Yuri tú me pones así.-

-ahg.-

-¿continuamos?-sin esperar respuesta salió del ruso.

-ngh Beka no...-los labios del mayor volvieron a atacar los del ruso,quién accedió gustoso.

Aquella forma de besarse les removía el estómago,era tan placentero y hermoso estar juntos.

Otabek acarició las caderas del ruso,las manos bajaron y apretaron aquel trasero bien formado. Yuri estaba tan perdido en el beso,que solo gimió cuando sintió el tercer dedo en su interior.

-no aguanto.-Yura se aferró al cuello del mayor,este le sujeto las piernas con fuerza y se acercó al coche para sentar a Yuri en el cofre,el ruso dió un gruñido como queja,el cofre estaba frío.

El kazajo comenzó a besar el cuello pálido del rubio,mientras sus manos se aferran a la cadera ajena.

Yuri acarició el torso del mayor, después bajo su mano y comenzó a jugar con el pene del kazajo.

-¡¡Yuri!!-

-¿Uh?-ambos se miraron mientras Yuri guiaba aquel trozo de carne a su entrada,al sentir la punta,Yura movió sus caderas hacia adelante y entro por completo.

-ngh.-

-¿que ibas a decir Beka?-pregunto Yuri mostrando sensualidad y sumisión.

-eres cruel...-comenzo a moverse mientras Yuri lo abrazaba con brazos y piernas.-eres un gato travieso.-

Beka siguió con sus embestidas, por su parte, Yura, besaba, lamia,mordía y marcaba la piel morena que tenía cerca.

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Los llantos en aquella casa no paraban pese a los intentos.

-mira el caballo. Es lindo,puedes tenelo.-

La pequeña se calmó,más sin embargo termino aventando el peluche y llorando de nuevo.

-no. Isabela. Cálmate.-JJ hacia todo lo posible para calmar aquel llanto.mas sin embargo nada funcionaba.-¿tienes hambre? Eso ha de ser.-

El moreno se dirigió a la cocina he hizo un fracaso de papilla. Se acercó a la pequeña y ofreció una cucharada de la comida.

Sin embargo Isabela golpeó la cuchara,el contenido de esta cayó en la cara del canadiense.

-¿tenias que sacar el genio de Yuri?-

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El sol comenzaba a ocultarse. Otabek manejaba mientras Yuri dormía en el asiento de a un lado.

El kazajo sonrió y acarició aquellos cabellos dorados. Una punzada nació en su pecho.

Sin duda haría todo lo posible para que Yura no se casará.

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