Capítulo 19

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FLORENCIA POV

Tenía los gritos de Federico en mi cabeza, no podía dejar de pensar en lo que acababa de pasar… Él era tan despreciable… era el diablo en persona.

-¿Están bien? – nos preguntó el oficial.

-¿Cree que lo estamos? – pregunté con lágrimas en los ojos y mirando a Jazmín quien no dejaba de llorar ni temblar en mis brazos.

-Lo siento… Señorita Del Río – ella lo miró – tiene que venir con nosotros.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Tiene que constatar lesiones y dejar una demanda por él… El hombre de allá afuera – ella no dijo nada y noté cómo el miedo se hacía presente nuevamente en su cuerpo, sus músculos comenzaron a tensarse.

-¿Nos podría dejar a solas? – Le pedí al oficial –solo serán unos minutos.

-Claro

Cuando el oficial se fue miré nuevamente su rostro, tenía los pómulos morados, los labios rotos, una ceja cortada, sus piernas y brazos tenían moretones por todos lados.

-¿Qué ves?

-A ti – ella sonrió pero apenas lo hizo una mueca de dolor surgió en su rostro - ¿Por qué no quieres denunciarlo?

-Tú sabes por qué.

-Jaz… Tienes dinero y contactos, podríamos buscar la manera de internar a tu hermano en algún otro lugar….

-¿Cuánto duraría eso? – nos quedamos mirando – él se puede morir en el traslado de una clínica a otra – empuñé mis manos – no creas que no quiero hacerlo, no creas que no quiero meterlo preso y que ahí dentro lo maten pero… Es algo que va más allá de lo que puedo permitirme.

-¿No puedes llamar a alguien?

-Mi mamá… A ella nunca le ha gustado del todo Federico.

-Llámala, dile que venga – nos quedamos mirando – tranquila, créeme que me hice experta en pasar de un minuto a otro de ser tu simple secretaria a ser – entonces me quedé callada, porque me di cuenta que no éramos nada. Solo nos gustaba estar juntas, besarnos, tener buen sexo y… Creo que nos amábamos, ósea… Se supone – solo llámala – me fui a la puerta e hice pasar al oficial – la llevaré con su madre en unas horas más, está muy adolorida.

-Bueno, si no puede ir de todas manera levantaré una orden de alejamiento – miré a Jazmín.

-Gracias-  dijo mirando al oficial. Carla estaba en el living asi que decidí bajar mientras Jazmín llamaba a su madre y descansaba unos minutos.

-¿Cómo está?

-No sé – dije sentándome en uno de los sillones – no puedo imaginarme todo el temor que le tiene a ese imbécil.

-Cuando lo vi… Creí que nos mataría a todas. Era como estar mirando a los ojos a una bestia.

-La quería violar Carla... la quería violar… – comencé a llorar y mi mejor amiga me abrazó.

-Pero no pasó, pedí ayuda a las personas que se encontraban ocupando las otras habitaciones y llamamos a la policía. Ahora todo terminó.

-¿Por cuánto?

-No lo sé – sonrió – pero por el momento estamos bien.

-Miru no puede vivir en este ambiente… Ella… Jazmín tendrá que hacer algo.

-¿A qué te refieres?

-Que mi hermana está primero que todo en mi vida y si seguir… Seguir con… Yo, no sé… Bueno, con lo que tengo con Jaz implicará que mi hermana tendrá que ver estas escenas, no creo que podamos seguir siendo lo que somos.

Lujuria |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora