Episodio 6 ✓

1.2K 98 17
                                    

[¿¡Surge una rival!? Un amor con muchos problemas]

La mañana dio inicio y sólo pudo quejarse sobre su almohada cuando el sol se filtró en dirección a su cama. Últimamente no había podido dormir de manera correcta al pensar en el suceso de días atrás, y es que no había planeado aquello, sólo de pronto ¡Boom! Pasó.

Se levantó de mala gana y se tomó su tiempo en mirar su closet en busca de un atuendo. Después de unos minutos tomó su ropa e ingresó a la ducha dónde intentaba no gritar de frío al estar el agua helada. Salió temblando y se arrojó a su cama intentando calentarse con sus frazadas. Mientras intentaba darse calor, miró a la pelinegra frente a ella que se movía de un lado a otro murmurando cosas que le hicieron elevar una de sus cejas.

—Bésame, Naoki.

Apretó los labios en un vago intento de retener su risa y sonrió divertida.

—Kotoko, hey.- Llamó sin obtener respuesta alguna.— ¡Kotoko!

La mencionada se levantó sobresaltada y giró los ojos cuando reconoció quien la llamaba.

—¿Qué pasa?- cuestionó mientras volvía a recostarse cubriendo bien su cuerpo.

—Hoy es nuestro primer día de clases y aún no te veo lista.

Sólo esperó unos segundo para poder verla correr al baño con prisa. Suspiró y salió de su habitación para bajar las escaleras y hacerse un desayuno rápido. Comió con tranquilidad su pan tostado con mermelada y al finalizar lavó sus dientes para salir.

—Espera, iré contigo.

—Como gustes.- Se limitó a responder.

—¿Por qué te vas tan temprano? Falta un poco menos de una hora para que las clases inicien.

—Digamos que me solicitaron como apoyo en una facultad, necesito que me den información de lo que tendré que hacer.

—Ya veo.

Y el recorrido se hizo en completo silencio, la ligera manta de incomodidad estaba presente entre ellos, pero ninguno de los dos dijo nada al respecto a lo que pasó ese día. La castaña se pudo dar cuenta cuando llegaron que había féminas con sonrisas de enamoradas mirando a Naoki. Soltó una carcajada haciendo al mayor mirarla con gran duda.

—Parece que donde sea que vayas serás popular.

—¿Por qué lo dices?

—¿No has mirado a tu alrededor? Tienes toda la atención de las chicas, eres todo un don Juan.

—Entonces lo mismo va para ti. Desde que cruzamos la entrada los hombres no han dejado de verte.

Volvió a reír haciendo que el azabache sonriera también.— Entonces seamos el dúo irresistible, grr.

El intento de gruñido sólo provoco que el mayor soltara una carcajada por primera vez en ese tiempo.

—Ten cuidado bestia, no vayas a espantar a las personas.

Hablaron durante cinco minutos más y posterior a ello se retiraron en diferentes direcciones. Jae, a pesar de tener una gran paciencia, sólo quería gritarle a esos jóvenes hormonales que se fueran al demonio. Tuvo que ayudar a un profesor a dar la clase ya que él no podía presentarse por una reciente cirugía. Afortunadamente sólo era ese día, porque no soportaría más esos piropos tan malos que dedicaban a su persona. Cuando sonó el timbre tomó las hojas en el escritorio y salió corriendo cuando dos chicos intentaron acercarse a ella. Se preocupó cuando estos comenzaron a seguirla y se cuestionó a si misma que mal había hecho en la vida para que le pasara eso. Mientras seguía huyendo buscó con la mirada a Naoki sin éxito alguno. Salió de la facultad y suspiró con alivio al ver a más alto junto a una chica, a la cual no le tomó importancia y se acercó tomando su brazo en una acción que podía malinterpretarse. Miró de reojo a los dos que la seguían y estos se pararon a unos dos metros de ellos.

—¿Y quién es ella Naoki?

La manera en que fue dicho el "ella" le hizo fruncir ligeramente el cejo en clara señal de enojo. Después negó con la cabeza y sonrió con amabilidad disfrazando el disgusto.

—Mucho gusto, soy Jae Kobato. Prometida de Naoki, ¿y tú eres?

Y después de sus palabras, los dos hombres que escucharon la conversación se retiraron al no tener oportunidad alguna con ella.

—Matsumoto Yuko.- Respondió con una mueca y volvió a hablar. — No mencionaste tener una prometida, Naoki, incluso creí que intentabas tener una cita conmigo.

—¿Qué?- Respondió la castaña fingiendo tristeza.—¿Intentaste ligar con alguien mientras estamos comprometidos?, no puedo creerlo, Irie.

—Deja de fingir, Kobato.

—Que amargado- Viró los ojos y recostó la cabeza en su hombro.—¿Cómo te fue en la clase?

—Bien, sólo fue la bienvenida formal de todas las materias. ¿A ti cómo te fue?

—Me sentí acosada todo el tiempo, incluso me siguieron dos estudiantes.-Dijo con frustración.

—¿Cómo que te siguieron?-Cuestionó con una mueca en su rostro.—¿En dónde están y quiénes son?

Un carraspeo interrumpió su plática y ambos miraron a la causante.

—Naoki, teníamos que ir a hablar con el encargado del club de tenis para ingresar a la práctica de hoy.

—Cierto, lo olvidé. Jae...

—No te preocupes, después hablamos, prometido infiel.

El otro sólo negó con diversión antes de marcharse junto a Matsumoto. Se sobresaltó cuando unas manos taparon sus ojos y la risa que escuchó hizo que sonriera.

—Adivina quien soy.

—No sé, creo que tu nombre empieza con T y termina con aehy.

Dejó de tener obstaculizada la vista y giró para abrazar el cuerpo más alto que el suyo.

—Me da gusto verte, Cotton.

—Deja de decirme así, creí que ya lo habías superado.

—Nunca. Pude ver tu nombre en la lista de nuevos integrantes de básquetbol, ¿vamos juntos?

—Vayamos, Taehy.

De haber sabido que la iban a sacar del club por ser la única con menos de 1.65 de altura, mejor no entraba. Su expresión tenía en claro un "no me hables" que pasó a un "jodete" cuando Taehy se burló de ella. Caminó con indignación al club de tenis y presentó la carta que envió el otro entrenador. Sólo pudo maldecir más cuando el tonto entrenador con su ego más grande que su propio tamaño, la utilizó como ejemplo y la llamó para tener un enfrentamiento.

—Deja los modales y ataca sin compasión, muchachita.- Dijo con arrogancia.

Jae rebotó unas cuantas veces la pelota y la arrojó ganando un punto cuando el otro no pudo devolverla.

Su humor no mejoró cuando pidió la revancha y se mantuvieron así durante diez minutos donde todos los puntos iba para ella. Harta, arrojó la pelota con claras intenciones, e hizo que saliera de la vista de todos cuando se perdió entre los árboles.

Después de ello, formaron parejas donde le tocó con Naoki.

—Veo que no estás de humor.

—Estás en lo correcto, así que guarda silencio y dame un buen juego.

—¿Quieres volver a apostar?

—No preguntes, sólo dí lo que quieres en caso de que ganes con tus pocas probabilidades.

—Quiero que me beses.

.
.
.

Se va sin separador porque no lo tengo en la laptop jwheuwubd

Corramos hasta el final ♡

—MinMandarinitas.

Cambiando la historia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora