Capítulo 13✓

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[La peculiaridad del destino]

-¿Uhm?

-Iremos a la casa de mis padres, estarán nuevamente fuera y no confío demasiado en Kotoko.

-Está bien.-Accedió con un asentimiento.-Compremos algo de camino.

-Por supuesto, no quiero tener una intoxicación con la comida de Koroto.-Se mofó apenas, tomando dos suéteres del clóset para meterlos a su mochila.

-No seas así, Naoki. Sabes que hace lo que puede.-Regañó, tomándolo de la mano para apresurar su salida.-Y apúrate, tengo hambre.

Subieron al auto que fue manejado por el mayor, sólo haciendo una parada para comprar algunas hamburguesas y continuar su camino. Llegar a la casa donde residían los padres de Naoki no fue un problema, incluso fueron recibidos por el menor de los Irie.

Jae dejó sobre la mesa las hamburguesas y se dejó guiar a la antigua habitación de Naoki. Subieron las escaleras y pasaron por el pasillo hasta la puerta blanca. Ambos entraron y se sentaron en la cama.

-Estuve pensando en algo.

-¿Puedo saber en qué?-Inquirió.

-Por supuesto. Pensé en que quiero tenerte a mi lado hasta mi último suspiro.

La revelación la dejó sin palabras, realmente no esperó eso. Se giró apenas sobre el colchón para mirarlo de frente. Levantó su mano para acariciar el rostro que se endulzaba cuando estaban solos, y sonrió.

-Eres todo un cursi.-Señaló, a la vez que jalaba ligeramente su mejilla, aunque este frunciera el ceño.-Pero acepto tu deseo. También quiero estar a tu lado, aunque ya no pueda siquiera pararme por la edad.

-¿Es una promesa?-Se escondió en su cuello.

-Lo es.-Aseguró, acariciando sus cabellos azabaches.

La puerta fue tocada y posteriormente abierta, exhibiendo su momento íntimo. La expresión de Yuuki cambió al verlos en esa posición. Sus cejas se elevaron en perplejidad y su boca se abrió ligeramente en busca de alguna palabra que saliera de ella.

-Yo...-Murmuró sin saber que decir.-Ya podemos cenar.

-Gracias por avisarnos. En un momento vamos, Yuuki.

Este asintió antes de marcharse y dejarlos nuevamente solos.

-Él no dirá nada a menos de que se lo permita.

-Realmente no me preocupa que tu hermano diga algo. Lo que me preocupa es que se coma mi hamburguesa si no bajamos ahora.

Naoki negó ligeramente mientras soltaba una risa pequeña y se levantaba para caminar a la puerta.

-El último en llegar invita la cena de mañana.-Dijo antes de correr lejos de ella.

-¡Tramposo!

Bajaron entre risas y jalones hasta la cocina, dónde Kotoko los miró sin entender que pasaba. Decidieron dejar su juego para después y comenzar a comer. Después se despidieron y fueron a su hogar.

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