Capítulo 14: nueva vida

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Me desperté a las 6 a.m. Tenía que aprontar todo para ir a trabajar como todos los días, pero hoy va a cambiar todo, porque me mudo para la casa de mis jefes de trabajo.

Trabajo como niñera de un precioso niño llamado Theo, es muy dulce y cariñoso, a veces se porta mal con las travesuras de niño, pero es un ángel.

-Bebé, vamos - dije despertando a James, mi hijo. Tiene 3 añitos, es lo mejor que tengo en la vida, me alegra cada día, no importan las cosas malas que pasen, él va a estar ahí, sacándome sonrisas inconscientemente, agradezco al cielo por este pequeño hermoso que me dio.

Él se levantó con todas las ganas del mundo como todos los días, siempre lo llevaba a mi trabajo, porque allí juega con Theo que es de su misma edad. Mis jefes son Greg y Denise, los padres de Theo. Ellos trabajan casi todo el día, por eso me contrataron hace más de 3 años, desde mi embarazo cuando llegue aquí, para cuidar al hermoso niño recién nacido. Gracias a ello aprendí muchas cosas de bebé meses antes de que naciera James, Denise es una muy agradable mujer, es muy amable al igual que Greg, siempre me ayudaron en cada cosa que necesité, nunca me dejaron sola.

Me di una ducha juguetona con James en la bañera y luego lo sequé bien y lo vestí, lindo como siempre. Es hermoso, tiene los ojos azules claros y tiene unos cachetes tan tiernos, muero con él. Siempre está pidiéndome comida, no sé cómo es capaz de comer tanto, a veces me asusto de darle tanta comida, pero no se lo voy a negar, es lo último que haría, negarle algo.
Además de todo es castaño y cada vez que lo veo me hace acordar a su padre, para nada me he olvidado de él, sigo con la esperanza de cruzármelo algún día, lo extraño tanto, luego de él no me acerqué a ningún chico, no quería, no por el momento.

Dejando todos mis pensamientos de lado, le hice un desayuno de puré de papas a James con una carne bien picada. En cambio, yo sólo tomé un zumo de naranja.
Luego de abrigarlo bien, ya que hacía algo de frío, le puse su pequeña mochila y llamé un taxi que a los minutos se encontraba en la puerta del edificio.

Fuimos a la casa Horan, sí, Horan, otro motivo más para acordarme de él, aunque no tienen nada que ver.

A los 15 minutos nos encontrábamos en frente de la casa. Yo traje una maleta para traer mis cosas aquí ya que me quedaba por un mes. En este mes había mas movimiento en la empresa Horan y llegarían más tarde, por eso me propusieron que me mude a su casa, así no tendría que volver a mi apartamento sola por la noche con James, sería mejor vivir allí, podía hacer mejor el trabajo de cuidar a Theo, y me aumentarían el salario muy a mi favor, comenzaría a ahorrar para poder comprar una pequeña casa con James.

Entré por la puerta trasera como siempre con mi juego de llaves y se podían escuchar las voces de Greg y Denise desayunando como siempre.

-Buenos días! - les saludé entrando sonriente

-Buen día, Mia - dijo Denise sonriéndome seguido de tomar un sorbo de su café. Greg solo me dio una sonrisa y saludo con la mano de lejos, porque estaba comiendo

-Bueno, voy a dejar mis cosas, si me permiten – dije agarrando la valija esperando que me hagan una seña

-Claro, siéntete como en tu casa, ya pareces de la familia – dijo Greg y yo solo sonreí y asentí. 

Tomé mi camino hacia mi nueva habitación, en vez de subir las escaleras agarré por el angosto pasillo de al lado hasta al fondo, que había una habitación de huéspedes muy linda, acogedora. James venía caminando de mi mano y del otro lado la valija.

Luego de unos minutos que deje la maleta en la cama y James en seguida se quedo dormido por un rato entre almohadas, para que no se caiga, ya era algo grandecito, pero igual lo cuidaba como lo más frágil del mundo. Salí a ver si ya tenía que despertar a Theo.

-Mia, nosotros ya nos vamos, hoy volveremos tarde - dijo Denise haciendo una mueca triste, por Theo

-No te preocupes en lo absoluto Denise, va a estar todo de lo más bien – dije tranquilizándola, sonrió y se despidieron de mi, yéndose hacia su trabajo.

Subí por las escaleras y entré a la habitación del pequeño Theo. Era hermosa, las paredes azules con decoración de la película "Cars", le encantaba, los padres para su cumpleaños numero 3 le regalaron este diseño. Ya estaba por cumplir 4 añitos en unos días. Con James se llevan 11 meses de diferencia.

-Mi amor, arriba - cariñosamente le desperté, acariciándole su suave mejilla, y su lacio pelo rubio, no sé cómo podía ser tan lindo

-No... - dijo con un puchero y se dio vuelta en la pequeña cama, yo solo reí

-Vamos bebé hermoso de la madrina – dije agarrándolo y recostándolo en mi pecho, en seguida se aferró a mi cuello y coloqué mi boca en su cuello y comencé a soltar aire con fuerza por mi boca, provocando un ruido extraño que le causó cosquillas y lo hizo reir porque soltó una carcajada mostrándome esos pequeños y hermosos dientitos

-Esooo! - dije haciéndole fiesta a su risa. Luego de reír lo metí a la bañera y me quedé a su lado cuidándolo por las dudas. Cuando comenzó a tener frío lo saqué envuelto en una toalla y le puse la ropa que él mismo escogió ponerse

Un rato después, desayunó y andaba correteando por la casa buscando a James, entró a mi habitación y terminó despertándolo, haciendo que después jugaran en el jardín con una pelota un buen rato.

Se les veía hermosos y tiernos, aún no podía creer que tuviera un hijo, era todo increíble, James se encargaba día a día de sacarme una sonrisa, lo mejor que me pasó en la vida.

Estuve largas horas jugando con ellos, transcurrió todo el día así, les hice el almuerzo y la cena, amaban como cocinaba, siempre me pedían más y encantada les daba. Cuando la noche comenzó a caer junto con el frío, los llevé adentro y se quedaron mirando unos dibujos en la tele, una o dos horas más tarde acosté a Theo en su cama, no se quería ir a dormir, quería quedarse con James, pero no podía...decirle que no. 

Al fina accedí a que los dos se acostaran en el piso de su habitación en sobres de dormir, quedaron muy contentos y de agradecimiento recibí un motón de besos, son los seres más tiernos del planeta.

Al rato llegaron Denise y Greg

-Buenas noches, cómo les fue? - pregunté con una sonrisa entrando al living, estaban sacándose sus abrigos, maletines y papeles que traían en sus manos.

-De lo mejor, cansador, pero cerramos un par de negocios a nuestro favor – dijo Denise viniendo a saludarme con una sonrisa de felicidad al decir eso, pero en sus ojos pude notar lo agotada que estaba, Greg repitió la acción de ella y se fueron a la cocina. Yo había hecho la cena y les guardé comida, suponía que llegarían cansados.

-Mia te juro que eres un sol, muchas gracias por esto, no me lo esperaba ni en mil años – dijo Greg sonriente al ver la comida hecha, se veía agotado, eso lo debe de haber alegrado 

-De lo que me salvaste, muchas gracias, ven come con nosotros - Denise invitó

-No tiene porque agradecer - respondí - con gusto lo haría Denise, pero yo ya comí hace - miré mi reloj de muñeca - dos horas aproximadamente, muchas gracias igual

-Oh por Dios, tan tarde es? - ella respondió - está perfecto - dicho esto siguió comiendo, les regalé una sonrisa y me dispuse a dejarlos tranquilos, me estaba retirando de la habitación cuando Greg habló

-Ah Mia, te queríamos avisar que en uno de estos días llega mi hermano, aún no sabemos cuando va a ser, te avisamos por si llega cuando nosotros no estamos - ni siquiera sabía que Greg tenía un hermano

-Perfecto, me alegro demasiado por eso - respondí sin saber lo ingenua que estaba siendo.

Todo fue un errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora