Capitulo 9: El abogado Sucio.

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“¿¡como que estas en Nueva York?!” grita a través del  pequeño altavoz del teléfono, haciendo que lo separara de mi oído antes de que me dañara el tímpano. “¡tienes que estar aquí y ahora!”

“no. tengo cosas que hacer, José.” Respondí

“¿Qué cosas son más importantes que suplir a Joe? Además, necesito que hagas un trabajo que Joe mismo me mando para ti” regañó José.

“créeme, son importantes. Si esos asuntos que joe mando que hiciera son tan grandes, ¿Por qué no me llamo él y me los dijo?” le interrogue, desconfiando un poco de su palabra.

“porque yo soy el que está llevando a cabo el plan y no lo puedo terminar sin tu ayuda. Así que mueve tu lindo culo a Madrid. Ahora.” Y con esa voz demandante colgó la llamada.

-¡quien se cree que es para darme ordenes!- mi subconsciente gritó. Mi único jefe era Joe, y José sabia eso. Pero hacerlo enfadar tampoco estaba en mis planes. Así que tome el próximo vuelo a Madrid ese mismo día.

En una carta que le hice llegar a Harry y al resto les hice saber que tenían más tiempo para pensar y que les daba 5 días  a partir de ese Jueves que salí de la gran manzana, que era el tiempo relativo que pensé que estaría en España.

**

Conocí al nuevo lacayo asignado por José, cosa que no entendí por que habían despedido a mis anteriores, los que había dejado cuando me fui a Barcelona y también porque José los escogió cuando Joe siempre lo hacía. El lacayo, cuyo nombre era Sergio, me llevo hasta casa de Joe donde me encontré con Santiago y Carly, los cuales me invitaron a cenar.

Ahora, con la mesa ya puesta, comenzamos a disfrutar de ella y conversar.

“¿Cómo te ha ido, Gaby? Teníamos tiempo sin hablar o siquiera comer juntos. Solo falta Joe. Esta mañana llamo y dijo que estaría de regreso pronto. A veces pienso que debería renunciar a su trabajo y conseguirse un puesto más humilde con una oficina cerca de casa. Así lo tendríamos todos los días aquí. Y estaríamos en familia.” Había mucho sentimiento en sus palabras, por un momento pensé que se tendería a llorar allí mismo con la copa de vino en su mano. Sin embargo solo emitió una sonrisa nostálgica mirando a la nada.

“carly, estoy segura que las cosas van mejorar. Solo hay que concentrarse en el presente. En las cosas pequeñas que cuentan. Como tú lo dijiste, Joe viene pronto así que hay que alegrarse por eso. Mientras tanto, cuida de tu hijo. Pasa tiempo con él y no lo dejes ni por un segundo. Nunca sabes que pueda pasar.” No quisiera ver a ninguno de los dos verlos sufrir por culpa de Joe y sus problemas. El tiene muchos enemigos y puede que ellos algún día paguen las consecuencias de sus rollo con otros.

 Tal vez me haya encariñado con ellos un poco aunque no pase muchos tiempo con ellos su humildad y felicidad me atrae a tenerles cariño.

O Simplemente me recuerden a mi familia.

“Gracias, Gaby.” Agarro mi mano con la suya sobre la mesa y me miro con aquellos ojos maternales y tal vez un poco tristes. Y no pude evitar parpadear para que se fueran las lágrimas de mis ojos simulando tener algún sucio en ellos.

“¿Qué tal esta el cordero? Lo hice yo, de lo que aprendí de la clase de cocina de ayer.” Dijo muy entusiasmado Santiago. Llevando, gracias a dios, la atención a él.

“es una delicia, Santi.” Felicito Carly.

“quedo muy rico, Santiago. Felicidades.”

“gracias.” Respondió el chico con una gran orgullosa sonrisa.

**

“para las boludeces, José y dime para qué coño querías que viniera. ¡Ah! Y espero que no hayas dicho nada a Joe de donde estaba porque ahí sí que te mato.” Amenace al Hombre enfrente de mí, apretando la mandíbula.

Master (HARRY STYLES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora