Camine por el pequeño pasillo entre los asientos del avión buscando mi puesto. Me senté en el, y espere a que el avión despegara.
Me sentí tan mal, y a la vez tan bien.
Tan triste de la forma en que me quede sin nadie a mi lado. Pero tan feliz de librarme de los hombres que sabía que estaban detrás de mí.
Sentí una presencia sentarse a mi lado.
“¡mira! ¡Qué te parece! Me toco a tu lado.” Dijo la persona que recién conocí en la línea, joe.
Solo le mire e imite un sonrisa tímida y un poco falsa.
Pasaron alrededor de una hora y media y el hombre no paraba de hablar. Cosas aleatorias y al azar. Paso un lapso de tiempo de quince minutos donde le agradecí a dios de que había callado su boca , hasta que la volvió a abrir con un
“se dé quien estas huyendo”
Me paralice en seco. Gire mi tronco lentamente hacia él. Sus ojos cambiaron de expresión de una felicidad tonta a una seria y conflictiva.
“te puedo ayudar” me dijo con un cambio ligero de actitud. “pero no lo hablaremos aquí. Sígueme”
Me guio hasta lo que era primera clase. Pero no había nadie, sin embargo había unas pocas sillas reclinables mirándose unas a otras. Y solo una azafata con su típico accesorio que era su sonrisa brillante y falsa.
Me limite a sentarme y a mi lado Joe.
No respondí de inmediato, sino que me quede mirándolo directo a los ojos. Esperando un respuesta.
“como.” me dispuse a decir.
“solo digamos que un clavo saca a otro clavo”
“no te entiendo. ¿Cómo sabes de mi?” dije en un tono más bajo teniendo miedo de que me escucharan.
“créelo o no, te he estado siguiendo desde que naciste”
Eso me asusto.
“tranquila. Es solo que tu padre y yo siempre hemos sido, digamos que, muy unidos. Me pareció raro que no me hayas reconocido en el aeropuerto”
No lo hice simplemente porque nunca lo había visto en mi vida.
“¿Cómo pretendes ayudarme?” dije firmemente.
“yo te ayudare, por supuesto. Pero tengo que tengo que tener algo a cambio. Algo que me asegure y que te asegure seguir adelante”
“hablas de un contrato” respondí a lo dicho
“si, podría decirse que si”
“¿Qué tengo que hacer? ¿Me dirás quien es que me persigue? ¿Por cuánto tiempo? ¿Cómo estaré segura de que cumplirás?”
“oye, oye, para. Son muchas preguntas” dice el hombre de ojos azules, con una sonrisa cínica.
“déjame ver. Lo que vas a hacer por mi, poco a poco te lo iré diciendo. En su debido tiempo sabrás toda la historia; No hoy ,ni mañana, algún día. Por el tiempo que necesites ser protegida y por supuesto el tiempo de que yo te necesite a ti. Cumpliré solo si tu cumples.”
Me quede escuchando todo lo que dije. Quería saber todo sobre mi vida que Miguel y ahora, que no sabía lo que mis padres, me ocultaban. El me ofrecía eso y protección por la gente que mato a miguel y también de la gente de que miguel me protegía.
No tenia que pensar mucho. Pero me daba desconfianza darle mi libertad (si, libertad. Porque sabía que viviría esclava de ese hombre cuando firme aquel contrato) y mi persona por mantenerme viva, a una persona que recién conocía.
“antes de aceptar, por lo menos dime que seré tuyo. ¿Tu esclava, sirvienta, prostituta?”
‘Joe’ se ríe.
“por supuesto que no, querida”
“¿entonces?”
“serás mi ayudante”
“¿en qué?”
“negocios”
“¿negocios? Yo no se nada de negocios”
Ríe de nuevo.
“no esa clase de negocios. Pero los sucios.los que tienes que hacer por debajo de la mesa. Ese tipo de negocios”
“droga.”
“exacto.”
Lo pensé. Ahora, si que lo pensé.
Sabia como se manejaba ese negocio. Era como meterse en una habitación con el cerrojo por fuera. No se podía salir de el. Por lo que supuse que si aceptaba, me quedaría allí hasta que me compren una urna.
“¿seré como tu asesora?”
Lo dudo un poco pero respondió
“si, y no”
“explícate” demande ante la confusión que me causo.
“cálmate, amiga.” dijo y rio. Parecía ser lo suyo el reírse sin gracia de todo lo que decía.
“¿me ayudaras con la cuentas y negociaciones? Si. Ahora, ¿te escuchare todo el tiempo a lo que me digas? No.”
“pero recuerda, lo harías por ti.” Me dice después de un momento de silencio.
“¿harías otra cosa por mi?” respondí.
“si, pero incluiría más dedicación. ¿Qué es eso que tu quieres?”
“eliminar a cualquiera que tuvo que ver con la muerte de mi familia y de miguel”
Ríe más fuerte.
“querida, eso es lo que se hará para protegerte. Claro, si aquellos hombres se pasan del limite, si.”
**
Al llegar al aeropuerto de Barajas, Joe me llevaba escoltada con seis hombres caminando detrás y frente a nosotros.
“¿A dónde vamos?”
“A mi villa, por supuesto.” dijo mirándome y sosteniendo una sonrisa de medio lado.
Así que llegamos hasta un auto negro blindado y me hizo señas para que me adentrara en él e hice lo que me indico.
Al el estar ya en el vehículo, el mismo se dispuso a moverse. Pasamos por lo que creí que era el centro de la ciudad y luego de 30 minutos de camino llegamos a un pueblo.
Nos dirigimos hacia una mansión blanca y gris oscura, con grandes ventanales y una vista a una linda y verde arboleda.
“¿este es todo tu equipaje, Gabriella?” pregunta Joe con algo de incertidumbre al ver mi bolso con solo mis armas.
“no tuve tiempo de empacar.” Le respondí.
“no te preocupes, te comprare todo lo que necesites.”
“¿Cómo es el nombre de este pueblo?” pregunte con curiosidad.
“¿Para qué quieres saber?” me contra preguntó.
“obviando el hecho de que no se nada de esta ciudad. Pues, pura curiosidad.” Dije con cinismo.
El se sentó en uno de los sofás, mientras sus hombres bajaban su equipaje. Yo me quede parada en frente de el.
Toma un vaso de la mesa que quedaba en medio del salón, y una botella de lo que parecía ron. Se sirvió y tomo un sorbo para luego Volver a reir. Se tomo su tiempo en degustar.
“Torrelodones.” Asentí.
“¿cuál será mi habitación?” pregunte con seguridad de que me quedaría ya allí.
“espera, ¿eso es un si al contrato?”
No tenía a donde ir. El me daría comida, acobijo y seguridad. Tres cosas que necesitaba en estos momentos. Así que le dije que si.
“bien, acompáñame a tu nueva habitación”
Se levanto del sillón y me dirigió hacia la segunda planta de aquella majestuosa mansión contemporánea.
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Master (HARRY STYLES)
FanfictionGabriella zapata se puede considerar como una asesina, y mas que eso la mano derecha del mayor narcotraficante de cocaína, Joe "el parce" Palacios. Esta chica que solia ser la persona mas inocente, ha sido corrompida, y ahora, como dirían, para com...