C51 - Fuera de control

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Toda la tarde y parte de la mañana me la había pasado encerrada en mi habitación, eso de las tres de la tarde, las castañas habian llegado a mi casa.

— ¿Alex ya te vas a levantar de esa cama? — Casey estaba mirándome molesta.

Al ver su rostro me tapo mi cara con la cubrecama que tenía, si estuve echada en mi cama todo este tiempo, ni siquiera había salido para bañarme o comer, aunque Robert se había apiadado de mi y me trajo una ensalada de frutas por la mañana.

— En un rato más — gruño tapandome más.

— Vamos Alex — Dotie se echa encima de mí.

Siento que mete sus manos frías por debajo de las sábanas y comienza hacerme cosquillas.

— Bueno, bueno — me río.

Cuando me levanto sentía mi cuerpo super pesado, las dos de inmediato me pasan una toalla y me empujan al baño de mi habitación. Cuando salgo las encuentro a las dos ya vestidas, la más pequeña llevaba un vestido azul que le llegaba a mitad de sus muslos junto con tacones y la más alta llevaba una falda negra con una blusa blanca.

— Se ven hermosas — les enseño media sonrisa.

— Alex, tu también lo vas a estar — Casey me jala del brazo.

Las dos me querían hacer poner un vestido, pero por suerte soy más fuerte así que logré mi cometido y me puse unos pantalones, claro que eran mega ajustados que apenas si me dejaban respirar con un crop top y para finalizar una zapatillas negras.

— Bueno ahora vamos — una vez maquilladas, Casey estuvo inquieta por ir de una vez a la fiesta.

— De verdad no tengo ganas de ir — me hago la enferma.

— Alex si o si vas, no tienes nada.

No les había dicho nada a las dos castañas sobre lo sucedido el viernes, no tenían porque enterarse de eso, era demasiado con que sepan de mi horrible pasado.

— Está bien — me resigno y salgo de casa.

Mis hermanos también irían, aunque más tarde, como no, están con las tontas de mis amigas, aún sentía rabia e impotencia de eso. Cuando llegamos podía ver a muchas personas en esa casa, sólo al entrar mis amigas ya habían conseguido tragos.

— ¿Quieres? — me ofrece Dotie.

No tenía nada que perder, tomo la cerveza de una, Dotie me mira asombrada pero divertida, seguidamente me pasa otra. Después de un rato ya había perdido la cuenta de cuantas me había tomado. A mi alrededor sólo estaban personas que eran por completo desconocidas, de todas maneras no me importaba, ellos me hacían sentir bien.

— Que sexy e_eres — alguien me lo dice cerca de mi oreja.

Movía mis caderas al compás de la música y sentía como la persona que estaba en mis espaldas se frotaba contra mí, cuando me volteo veo que es uno de los más lindos del equipo, le sonrío y voy alejando de él, intenta tomar mi muñeca pero yo me suelto, él se encoge de hombros y sigue con otra chica. Después de caminar toda sudada y sin rumbo, llego a la cocina del lugar, me mojo un poco la frente y después siento la mirada de alguien a mi lado.

— Alexis — arrastra mi nombre Tucker, estaba igual o peor que yo.

— Wesly — le sonrío.

— Ven — me lleva donde hay un montón de personas alrededor de alguien, veo como dos chicos compiten con los chupitos — te reto.

Después de que el asiático ganara, para ese momento sólo escuchaba el murmullo de las personas, no razonaba, no sabía ni lo que estaba haciendo, mi cuerpo sólo agarraba uno tras otro shot de tequila, después de acabarlos y casi vomitarlos, las personas se reían y me alababan.

— Así se hace chica superpoderosa — Wesly choca la mano conmigo.

Se acerca peligrosamente hacia mí, pero no hacia nada para detenerlo, su lengua iba y venia, me paro de puntillas para poder tomarlo del cabello, me encantaba lo que me hacía sentir todas esas emociones, que hacían saltar una chispa dentro de mí.

— Oye — alguien nos separa de una manera abrupta.

Cuando veo a su contrincante me comienzo a carcajear en su cara, era Robert con rostro de pocos amigos. Me aburro después de un momento y me alejo también de ellos. Camino nuevamente sin rumbo, entonces la veo, a la estúpida rubia plástica que platicaba demasiado cerca de Garrett. Me hervia la sangre pero decido no hacer nada, en cambio salgo al patio y bailo muy pegada con dos desconocidos, alguien jala de mi brazo y veo a Hale con rostro penetrante.

— Vamos — me dice molesto.

 Lo empujo y sigo con los dos chicos, no sé que hace Garrett que los espanta a los dos.

— B_ basta, tú no eres mi sueño — proceso lo que digo — digo mi dueño.

— Alex estás mal, es mejor que nos vayamos — me toma de la cintura.

Estaba a pocos centímetros de sus labios, podía sentir su aliento que olía a menta, por un momento veo quien está a su espalda y es nada más, ni nada menos que esa zorra.

— Alejate de mí — escupo con rabia.

Le pateo en sus partes nobles y salgo corriendo, apenas podía pararme bien, todo me daba vueltas, me topo con Peter y Casey, los dos se miran entre sí. Casi me caigo en la castaña ya que sentía que me dolían los pies, siento como Peter me carga entre sus fuertes hombros, me viene un ataque de risa en ese instante.

— ¿De qué te ríes? — me pregunta una voz dulce.

El aire fresco golpea mi rostro, un auto se aparcaba al lado de nosotros.

— Es que estaba esa zorra — musito con hipo.

— ¿Cuál zorra? — sigue preguntando esa voz dulce.

— Esa Morgan — digo entre comillas — esa miserable, estaba con Hale.

Por un momento se calla esa voz, para que después otra voz pregunte.

— ¿Y que hacían?

— Creo que se iban a besar, pero los interrumpi — me río — hubieras visto sus rostros.

— ¿Eso te dolió? — pregunta Peter mientras me acariciaba el cabello.

Ya para entonces podía sentir como nos moviamos en el auto, no sabía ni en que auto estaba, me podrían secuestrar.

— ¿Me están secuestrando?

Unas risitas se escuchan, pero después alguien me contesta que no.

— ¿Y bien? — vuelve a preguntar.

— Sí mucho, se supone que era mi mejor amigo — de nuevo el hipo — o bueno eso pensaba yo.

De a poco mi cuerpo estaba más y más pesado. No podía mover ni mi dedo meñique, las puertas del coche se abren, después siento como me llevan a un lugar.

— ¿Aún sientes algo por él? Ya sabes como los viejos tiempos — sigue preguntando.

— Siem.. — no alcanzo a contestar.

Todo se vuelve negro para ese rato

Alex: el nombre de la mala suerte/ CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora