— Vamos al parque de diversiones — pedía Dotie como niña pequeña.
— Lo que menos quiero es separarme de mi hermano — sonrío como tonta.
— Pues lo llevas, hace tiempo que no salimos a ningún lado — me ruega, mientras que Casey sonreía de oreja a oreja hacia su celular.
— ¿Qué estás haciendo Casey? — pregunto para cambiar de tema.
Ella lo oculta y regresa la mirada hacia el profesor de matemática, Dotie levanta una ceja en señal de confusión.
— ¿Con quién hablas tanto? — pregunto de nuevo.
— No te agradaría la respuesta — sus labios se convierten en una línea.
— ¡Oh vamos! — exclamo.
— Peter — susurra. Mi mente comienza a procesar la información, no entendía en que momento la loca de mi amiga había estado charlando con mi hermano.
— ¿Qué? — pronunciamos Dotie y yo al mismo tiempo.
— Es que... sólo pasó — se excusa.
— ¡Te estuviste metiendo entre las sábanas de mi hermano! — grito.
Desde que Robert había llegado, que fue hace una semana, escuchaba cosas raras lo las madrugadas, pero creí que eran gatos.
— ¡Alex! — Casey también eleva la voz.
El profesor nos mira aburrido, sólo nos hace una seña para que salgamos. Yo soy la primera en salir, seguida de Casey.
— ¡Hija de su..! — escucho lo que dice Dotie en la clase.
Sé que estaba furiosa, ellas habían hecho una especie de promesa.
— Usted también — le habla el profesor.
Veo como sale Dotie hirviendo de la rabia. Se dan una especie de mirada de desafío con Casey.
— ¿Cómo pudiste? No creí que en verdad se meterian con mi hermano — expreso molesta.
— Alex yo, lo único que tengo que decir es que ¡Yo gané! — comienza a hacer un bailecito raro.
— Traidora — dice Dotie con rabia.
— Como sea, ya soy parte de la familia — me sonríe Casey.
Mis intentos de no reír son vanos, se me escapa una gran carcajada, que es seguida por otra de Dotie. Después de todo lo era tan malo, era la vida de mi hermano y si él quería con única tan histérica como lo era Casey era su problema.
— ¿Al final si salimos? — pregunta Dotie ya en la cafetería.
— ¿Por qué estás tan afanada en salir? — respondo comiendome una zanahoria.
— Pues...
— ¡Vamos Dotie con confianza! — exclama Casey arrojandole una papa frita.
— Quiero distraerme un poco, estoy abrumada con todo lo que pasa — hunde su cuerpo en el asiento.
— Está bien — digo por fin al ver lo devastada que estaba.
La mañana se había pasado volando, a sólo unas cuadras de mi casa me había acordado del nuevo vestido que me había comprado hace unos días, quizás no era la persona más femenina del mundo, pero por lo menos lo intentaba ¿El plomo sirve como algo bastante femenino?
— Nunca te había visto tan arreglada — Robert estaba entrando a mi habitación sin previo aviso.
— Las personas cambian — respondo mientras me aplico un poco de labial.
Aún no se me olvidaba que él fue parte el día en que contrataron a Garrett para ser mi "amigo" si eso se le podía llamar, claro está que ya no hablaba con él y evitaba el tema con que tenga ver con él, hasta estuve evitando a Alistair.
— Lo lamento — dice de repente.
Me deja con la guardia baja, eso no lo esperaba, para nada, Robert no era una de las personas que pedían perdón a cada rato.
— ¿Por qué?
— Vamos Alexis tú sabes porqué, sé que estuvo mal hacer eso, pero en nuestros zapatos era la única manera para que por fin seas una chica valiente y te enfrentas a los demás — lo observo a través del espejo.
— Eso no importa — bajo la mirada.
— Alex si importa, de verdad lo lamento, pero era por tu bien — se acerca lentamente hacia mí.
— Gracias — me doy la vuelta.
— ¿Gracias? — enarca una ceja.
— Sí, gracias a ustedes soy como soy, aunque quizás un poco ruda y varonil. Nunca podría enojarme con ustedes — lo abrazo de repente, él se queda helado por un instante, pero después me sigue con el abrazo.
— Siempre vas a ser mi princesa, a pesar de ser varonil — me apega más a él.
Si lo veías desde afuera resultaba cómico, Robert era terriblemente alto con una musculatura sorprendente y yo a su lado era pequeña y menuda, lo mismo me pasaba con el otro troglodita, sólo que él no era tan musculoso.
— Están como para sacar una foto — la voz de Peter se hace presente en la habitación.
— Ven aquí pequeño bicho — Robert lo jala a nuestro abrazo.
— Me haces sentir como un niño — se ríe Peter.
Nuestro abrazo es interrumpido por el timbre, rapidamente los separamos y nos reimos. Cuando ya me encontraba abajo abro la puerta y me encuentro con Dotie y Casey con una gran sonrisa.
— ¿Vamos? — pregunta Dotie.
— Sí, vamos — respondo al momento en que escucho a mi hermano bajar, sé que era Robert porque sus pisadas son más fuertes y precisas que las Peter.
— Oh por.. — empieza Dotie.
— Dios — concluye Casey.
— ¡Alex cuando nos ibas a decir que tienes más hermanos jodidamente sexys! — susurra Casey.
— Hola — pasa Robert con una sonrisa tímida para ir directo hacia la cocina.
— No tengo más hermanos "jodidademente sexys" — volteo la mirada hacia Robert que andaba distraído con unos papeles — Es sólo Robert — arrugo la nariz.
— Y si nos quedamos sólo un rato — dice Dotie de repente.
— No, no de nuevo — me golpeo en frente.
— Vamos, entra — me empuja Casey.
Como detestaba a veces tener hermanos, no sé ni que le veían a los dos simios que tenía como hermanos, ahora seguramente ni iríamos al parque.
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Alex: el nombre de la mala suerte/ Completa
Fiksi RemajaAlex podría ser el nombre menos llamativo que podrías imaginar, quizás mis padres esperaban que seamos tres hombres que cuidan la casa, no una chica que parece y se comporta como uno. Si quieres puedes decir que es la típica historia de chica super...