Alex: el nombre de la mala suerte/ Completa

C2- Quizás si, quizás no

Lo inevitable pasó Wesly me habló, bueno para ser más específica me mandó un mensaje.

Me sorprende bastante que me haya hablado a mi en vez de Iggy, porque ella es un ensueño de mujer, tiene todo, dulzura, buen cuerpo y bonita personalidad. Ningún chico se fija en mí o si lo hacen, pero los espanto con mi carácter o tal vez porque no soy tan bonita.

— ¿Por qué tienes esa sonrisa en tu cara? — Peter mi hermano me mira extrañado.

— Por nada ¿Ahora no puedo sonreír?

— No, es sólo que siempre tienes cara de amargada.

Ignoro su comentario y me voy a mi habitación, no tengo ganas de hablar con él de chicos. Mis hermanos no son de sobreproteger como otros, eso me complace mucho, así puedo fingir que tengo una vida normal. Tampoco les he dado problemas con los del otro género.

— Iggy llegó ¿La hago pasar? — me llama desde la puerta.

— Sí..

Mi amiga aparece vestida con sus jeans rasgados y una blusa muy pegada a su cuerpo. Típico de ella.

— Adivina — la zarandeo un rato.

— ¿Pero qué pasa Alex?

— Me habló — levanto mis cejas al igual que hizo ella.

— ¿Wesly?

— Obvio tonta — nos acomodamos las dos en mi cama.

— Qué bien — hoy esta inusualmente muy callada y cerrada para hablar.

— ¿Qué pasa?

— No sé si Simon quiere terminar conmigo o no — baja la mirada.

— Vamos no estés así, no creo que quiera eso.

Nunca se me ha dado bien consolar a las personas.

— Pero..

— Veamos una película yo creo que eso te va a calmar, voy por las palomitas.

Al bajar las gradas mi celular vuelve a vibrar. Otra vez. Me siento tan halagada.

¿qué haces?
16:30

Voy a ver una película con Iggy ;)
16:31

Tengo que hacerlo esperar un minuto para que no vea que estoy desesperada, cosa que no lo estoy para nada. Después de un largo rato concentrarme en hacer las palomitas y no en mandar mensajes, las llevo a mi habitación.

— ¿Por qué tardaste tanto?

— Estaba ocupada — balbuceo mirando mi celular.

— Ocupada respondiendo mensajes de Wesly — me quita el celular y comienza a leer todo lo que hablamos.

— Así que así te está invitando a salir — se ríe sola como loca — sabes es buen comienzo así ya no estas con cara de voy a matar a todos todo el tiempo.

— Por cierto ya te dijo que se van a ver hoy a las 6, es mejor que te arregles, mientras yo pongo la película — concluye acomodandose en mi cama mientras toma un puñado de palomitas y se lo mete a la boca.

— Iggy llama a Simon y dile que quieres salir con él hoy, me pone nerviosa — achina los ojos hasta no poder más y obedece.

— Está bien, conste que es sólo por esta vez — salto de la emoción y busco algo bonito que ponerme. La verdad no tenía tantas cosas que sean femeninas o que se consideren bellas para los estándares de la ropa femenina.

Un poco más tarde, Iggy me hizo salir del trance que tenia ya que teníamos que salir de una vez, para llegar a tiempo. Por suerte Simon vino con el auto de su padre y así que él nos podía llevar, el trayecto de mi casa al cine no fue muy largo, pero igual sentía que a cada minuto el corazón se me iba a salir del pecho.

Vamos no te pongas nerviosa ahora, no vale la pena, me dice mi conciencia con cierta nota de burla.

Lo vemos parado esperando con cara de cansancio. Tanto tardamos.

— Hola, lamento el retraso — musito con vergüenza.

— Tranquila ¿Entramos? — me hace un gesto con la mano para que pase yo primero. Otra vez, me siento tan halagada.

Iggy y Simon se pierden en el camino, traicionera, después me las vería con ella.

— Y ¿Qué quieres hacer? — pregunta frunciendo el ceño.

— Vamos a los juegos — lo encaminó hasta ahí.

Él no dice nada y vamos. Tengo tantos nervios, creo que estoy sudando a litros, me debo de ver del asco.

Nos subimos a muchos de los juegos que había en la sky zone del centro, es bastante divertido este chico, además de lindo, pero eso no me quita de que me invito por cortesía, como dije antes, nadie me invita nunca a ningún lado, a menos que sean a fiestas. A las que casi nunca voy.

— Me gustó estar contigo — escucho la voz rasposa de Wesly.

— A mi también — mis mejillas se tiñen de un color rojo vivo.

A lo lejos venían los dos tortolitos tomados de la mano, eso me hizo sentir muy sola e insegura conmigo misma.

— ¿Vamos? — pregunta alzando una ceja Iggy.

— Si vamos — me despido de Wesly y me voy con ellos.

— ¿Cómo te fue cenicienta? — me pregunta Iggy cuando ya estamos en el coche de camino a casa.

— Bien, porque la pregunta.

— Porque estás más roja que un tomate — se ríe junto con Simon.

— Sólo vámonos — contesto fingiendo enojo.

Después de despedirme de los dos cuando me dejan en casa, siento un gran alivio y mucha vergüenza por lo que acabo de hacer, no es que haya robado, sólo tuve una cita, pero igual eso me dejo prendada. Y que alguien me dejé así es algo sorprendente.

....

Hellooooo

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