C62 - Hora del baile 2

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Estabamos estacionados en la puerta de mi casa, él estaba impaciente por algo, hablaba por teléfono con alguien.

— Alex, ve a casa y asegura todo — me voltea a mirar.

— No, quiero ir contigo.

— Alex haz caso por esta vez — se impacienta más.

— ¡Es mi familia de la que estamos hablando! — grito molesta.

Me mira un momento más, sale él del coche, hago lo mismo que él, entramos a mi casa y él se va al estudio.

— Ve a cambiarte nos vamos en 5 minutos — es lo último que dice antes de ir a buscar unos papeles.

Corro las gradas y me pongo lo que estaba tirado en la silla de mi habitación, eran unos pantalones negros rasgados con una blusa blanca. Tomo una liga de mi tocador y me hago una coleta alta. Por último me pongo mis tenis negros y bajo a toda velocidad, en la entrada ya estaba Garrett sin su saco y su moño.

— Nos vamos — anuncia mirando su reloj.

— ¿A dónde estamos yendo? — pregunto ansiosa y asustada a la vez.

— Hazme un favor saca las dos armas que están en la cajuela y cargalas, luego guarda algunas en tu bolsillo, quizás lo necesitemos — hago lo que me dice.

Me sorprende ver armas de este tipo, dos semiautomaticas, hace tantos años que no tenía una en mis manos. Sólo me hacía recuerdo a la Academia.

— ¿Por qué tienes éstas armas aquí? — pregunto saliéndome del hilo de mis pensamientos.

— Alex son muchas cosas para explicar — no aparte la vista de la carretera.

— Tenemos tiempo.

Él me pasa su celular donde estaba la ubicación a donde debíamos llegar, faltaba unos veinte minutos hasta que lleguemos a la mitad de la nada, donde me llevaba.

— ¿Y bien? — vuelvo a preguntar.

— Creo que.. lo que pasa — se aclara la garganta.

— Vamos Garrett con confianza — miro su perfil.

— Había, hay un hombre que estuvo encerrado en la cárcel por motivo de secuestro a adolescentes y después él las torturaba de formas que no puedes ni imaginar, unos agentes lo capturaron aunque claro murieron personas para poder atraparlo, una agente le disparó a su esposa que también estaba implicada en todo, él hombre ese día juró que se vengaria con lo que más quería en la vida eso fue para los agentes que fueron esa noche — explicaba nervioso.

— ¿Y?

— Ese hombre dejó que pasé más de 12 años para poder completar su venganza, él se escapó de una prisión de alta seguridad hace un mes y no podía ser atrapado, hasta ahora; que tus hermanos fueron junto con  tu padre y otros agentes.

— ¿Y tú? ¿Por qué estás yendo tu también?

— Porque.. Alex yo soy un agente especial del FBI — lo miro ceñuda — estuve en tu preparatoria para protegerte.

¡¿Qué?!

— Tenía que investigar a algunos de tus compañeros, cualquiera podía ser un sospechoso de los incidentes que han ocurrido en el Pacífico, porque vamos, a cada lugar que ibas siempre te pasaba algo.

— Garrett ¿Cuántos años tienes? — lo miro con dolor.

— Eso no importa, tenía que hacerlo, era mi deber.

¿Eso significaba que nunca quiso estar conmigo? ¿Todo fue por su trabajo?

— Dime — suplico con nudo en la garganta.

— Tengo 25 años — me mira por un milisegundo.

¡Lo sabía! Lo sabía muy bien.

— Alex, tenía que protegerte, no podía decir nada al respecto, además tenía que seguir con la investigación, todo estaba vinculado a ti.

Ahora me va a decir que yo soy la clave, al demonio, pienso.

— ¡¿Por qué cojones va a estar vinculado a mí?! — respondo de mal humor.

— Alex.. esa agente que murió aquella noche era tu madre — siento como una explosión dentro de mi pecho, mis manos estaban temblando, lo miro él estaba más que serio, una lágrima resbala por mi mejilla.

— Eso no es cierto — respondo con la voz rota.

Papá siempre me había dicho que murió por un accidente de tráfico, no entendía que había pasado, no a manos de un asesino en serie, debía de tener razón, Peter me habia dicho algo hace tiempo pero después no quiso contarme más.

— Alex en verdad lo lamento — habíamos llegado al lugar.

Era un Granero donde estábamos, después sólo se podía ver que era un campo de muchas hectáreas, salimos del coche y entramos al lugar. Garrett me pasa una semiautomatica. Me acordaba que así eran las noches en la Academia, salir a jugar y atrapar a los del otro grupo, debía de componer la compostura, cualquier movimiento mal y podía morir.

— Ven — me lleva donde hay una puerta en el piso, él la abre, dejando a la vista unas escaleras, adentro parecía estar bastante oscuro y sucio.

— Voy a pasar yo primero — susurra.

Asiento hacia él, cuando ya estaba abajo, me hace una seña para también baje. Caminamos por los sucios conductos que habían debajo del Granero.

Habían unas voces más allá, eso nos alerta a ambos, por lo que vamos más precavidos, esas voces se me hacían conocidas.

— Laia esto está mal — sonaba preocupado — ¿Por qué estamos haciendo esto?

— Cállate Mason — le da lo que parece ser una bofetada — ya está hecho.

Esas voces eran de Wesly y Madison, no entendía la situación.

— Aún podemos dar vuelta atrás y escapar — le suplicaba.

— Hermano, te recuerdo porque estamos aquí — inquiere con rabia — esa arpía mató a nuestra madre.

¡¿Son hermanos?!

— Pero eso ya pasó, su madre también murió.

— Eso no es suficiente, ellos no pasaron en un orfanato como nosotros, papá nos hará algo a nosotros si no lo llevamos a cabo, no se escapó en vano.

— Yo hice casi todo el trabajo — escupe Wesly con molestia.

— Es igual.

Es entonces que pasa por debajo de mis pies una rata, lo que me sobresalta y hace que mueva unas latas, de inmediato se callan los dos, Garrett me observa furioso.

Él se mueve sigilosamente por un pasillo, me tardo demasiado en seguirlo que cuando estaba a punto de dar mi segundo paso, siento como algo golpea mi cabeza, todo en ese preciso instante se vuelve borroso para después estar en completa oscuridad.

Alex: el nombre de la mala suerte/ CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora