Divertirse, desmelenarse, vivir el momento sin pensar en las consecuencias. Probablemente esta sea una de las mayores utopías adolescentes.
Ni siquiera las novelas fantásticas que transcurren en mundos mágicos con dragones y guerreras valientes que salvan princesas de horribles matrimonios concertados son tan imposibles como creer que las consecuencias no van a venir.
Porque siempre vienen. Puede que no las veas o que creas que las puedes evitar. Pero ahí están, cual espada de Damocles, balanceándose sobre tu cabeza.
Para Denki Kaminari no tardaron mucho en hacerse notar. Las consecuencias para él fueron que rápidamente acabó la diversión dando la bienvenida a un sentimiento extraño en el pecho que no sabía identificar
Por otro lado el cóctel más explosivo de la noche no era algo que se pudiera poner en una copa, sino Kirishima y Bakugō bailando, tan pegados que ni siquiera el aire se atrevía a ponerse en medio. La música electrónica daba para mucho si sabías como moverte. Les era casi imposible estarse callados. Aun con tanto ruido, a Bakugō el alcohol le había soltado la lengua, y las sonrisas. Kirishima quería provechar cada instante que eso durara.
Asimismo ninguno podía olvidarse de que el pelirrojo había ligado.
Si, ligado en una discoteca, con un tío. En Japón. El chaval y sus amigotes eran extranjeros y evidentemente mayores, aunque eso no lo sabían.
Y esto fue lo que pasó.
El rubio ya se había dado cuenta de que llevaban un ratito echándoles miraditas. Más que nada al del Crop top. Pero como para no mirarlo joder, si es que estaba guapísimo, y no es que estuviera teniendo pensamientos súper homosexuales, es que si no admitías que Kirishima estaba putamente deslumbrante una de dos, o eres un puto mentiroso de mierda o tienes que ir a que te acomoden los putos ojos en las cuencas.
En cambió la diana de esas miradas no se había dado cuenta.
Así a lo tonto se les fueron acercando hasta conseguir lo que querían, bailar con ellos. Por algún motivo Bakugō quería salir corriendo en dirección contraria, a pesar de las buenas vibras y el rollo que se llevaban esos tres algo en su fuero interior le decía que eso no estaba bien. Secretamente pensó que quizá eran celos, lo cual le molestó. No querría arruinar la noche.
Cedió y los cinco acabaron bailando y conversando un poco. Todo era realmente muy superficial. Tanto como el interés que tenían en los dos menores. O más bien en uno, estaba claro que les había gustado la actitud de Kirishima desde los primeros cinco segundos, él estaba siendo un solete súper animado y Bakugō al final tuvo que irse para evitar ponerse borde, y partirles un poquito mucho la cara.
Quiso llevarse a su amigo porque no se fiaba de dejarlo solo con tres pavos que no conocía de nada, pero ante la negativa y el que Kirishima le insistiera en que debía relajarse y ser más sociable se piró.
Realmente solo se fue al baño, a limpiarse un poco la cara y ver si se le aclaraba la cabeza. Se lo estaba pasando genial y de repente se lo habían arruinado. O quizá lo había arruinado él solito poniéndose paranoico. Joder que puto drama se estaba montando él solito.
Después de refrescarse la cabeza y respirar profundamente decidió que ese no era el momento ni el lugar de ponerse a reventar cabeza.
Al principio le costó un poquito encontrar al grupillo ya que no estaban donde antes pero no tardó mucho en localizarlos. Estaban en la barra y por lo visto invitando a Kirishima. Por un momento le volvieron las ganas de reventar cabezas. Sabía que su amigo no era ningún niñito desvalido que necesitara ayuda.
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Pomeranian Rabioso
FanficNo a todos nos preocupa lo mismo. Y algunas peronas pueden resultar ser una bomba de relojeria si se las toca en el lugar incorrecto. [ KiriBaku] [Colección de One-shots] /Estas historias independientes se pueden leer sin necesidad de seguir un orde...