THAT RAINY NIGHT

Capítulo 4. Ahora me agradas, lluvia.

Capítulo 4.

MELODY

Miré mi libreta, pero no podía leer nada de lo que tenía escrito en ésta. La presencia de este chico hacía que mi cerebro esté completamente atenta a él. Levanté mi viste y éste estaba mirando alrededor suyo, volví a mirar la libreta, no tenía otra escapatoria que hablarle. 

— Éstas son las nuevas luces que tenemos, - señalé las luces que teníamos para mostrar — ¿estaba buscando alguna en particular?

Dirigió su mirada hacia mi y sentí que mi respiración paró por un segundo — En realidad, si. Se me rompió una sola del auto y quiero que sea igual a la otra que tengo.- yo asentí.

— ¿Tiene alguna foto así puedo fijarme si tenemos una? - el chico asintió y sacó su celular de su bolsillo trasero.

Su boca se tensó al buscar en su teléfono y pude notar muchas marcas en su rostro, lunares de acá para allá, frunció el ceño y mi vista se fueron a sus cejas, que estaban perfectamente formadas y se movían lentamente mientras él miraba el celular. Bajé a sus labios que parecían que estaban pintados por su color rosa, su pelo caía y se le notaban algunas hondas en éste. Sus manos sujetaban el celular que le quedaba sumamente pequeño en sus enormes manos, sus anillos en sus dedos se movían un poco cuando él movía sus manos. Sentía que el tiempo se movía lentamente mientras él se movía, iba todo a cámara lenta.

Levantó su mirada y me estiró su teléfono para que yo vea la foto. Era un auto de modelo viejo pero se notaba que estaba bien cuidado. Era de color negro y podía notar perfectamente bien las luces.

— Perfecto.- dije y giré mi vista hacia las luces y poder buscar el modelo correcto.— ¿Éstas de aquí? - le pregunté y se acercó a mi, estaba a centímetros de mi cuerpo y colocó su manos a los costados de su cadera, mientras veía la luz.

— Creo que ésta está bien.- asintió — Tienes un buen ojo para esto.- sonrió y yo sentí un cosquilleo en mi estómago.

Asentí — Después de trabajar con éstas cosas cuatro años, una aprende algo.- sonreí — ¿Va a necesitar que le pidamos un mecánico? - pregunté mirando mi libreta.

— No va a hacer necesario, lo hago yo.

— Oh, ¿eres mecánico? - el chico asintió — ¿Tiene un taller?

Negó — No, solo arreglo el mío y el de conocidos, nada serio.- asentí y sonreí.

Después de arreglar la venta con Kelly, el chico se despidió y se fue de la tienda. Me senté en mi escritorio y Kelly no sacaba su mirada en mi con una sonrisa en su rostro, la miré confundida y ésta asintió.

— Es el chico del bar - sonrió y puso cara pícara —Me das las gracias después, ¿te pidió el número?

— ¿Qué? ¿Cómo? ¡No! Hablamos de la venta, nada más.

— ¿Qué? Que aburridos que son, yo ya me lo hubiese llevado a mi casa.- se encogió de hombros y yo la miré sorprendida.

— ¡Kelly!

— ¿Qué? Para conocerlo mejor, mujer.- Ella rió y yo negué con la cabeza — Además, con esos brazos y esa cara no me molestaría que me abrazara y me mire.- Kelly sonrió y se abrazó a ella misma y yo reí.

Si que Kelly era un personaje.

JACE

— ¿A qué no adivinas a quien me encontré hace unos minutos? - le pregunté a Félix por teléfono.

— A Jennifer López.- Félix me respondió bromeando - ¿A quién, hermano?

— A la chica del bar.

— ¿Qué? ¿Y le pediste el número?

— No...

— ¡Hombre! ¿Qué esperas? ¿Qué lluevan vacas? - Félix rió y yo solté una sonrisa.

— Hay algo de ella que hizo que ésta vez... se me vayan los huevos a la garganta.- comenté y escuché una risa de Félix más fuerte que el motor de mi auto.

— ¡Viste! ¡Te lo dije! ¿Desde cuándo Jace Peterson, el mujeriego, se congela enfrente de una muchacha? ¡Es el fin del mundo! ¡Zane! - Félix rió y yo negué con la cabeza.

—Yo no soy un mujeriego.

— Claro, dile eso a las miles de chicas que no llamaste el día siguiente.

— Está bien, hombre. Pero nunca les digo que las voy a llamar al día siguiente, ella solo lo suponen.- me encogí de hombros e hice una mueca.

Era la verdad, entre mis amigos, yo era el que se acostaba con más mujeres. Y no lo digo para hacerme el mejor, solo... pasa. Nunca prometí llamar a ninguna chica después de una noche y no sabía porque esas chicas me esperaban, la verdad, soy un asco para las relaciones. Pero había algo en esa chica, algo que ninguna otra tenía...

— En serio - Félix interrumpió mis pensamientos — ¿Vas a intentar algo? Ademas, fíjate dónde estás. Esa chica, no debe ser con las demás que te juntaste, Jace. ¿Qué tiene tan especial esa chica, que te tiene tan así?

Suspiré. La verdad, no tenía la más puta idea. Solo... ella.

MELODY

El olor a lluvia entraba por mi nariz cuando me senté en el banco del parque. Las hojas iban de un lado al otro lentamente, ya que el viento levemente las movía de su lugar. El sonido de los árboles moviéndose hacía que el ambiente sea más tranquilizante.

Siempre antes de cada clase de ballet, venía al parque más cercano y me sentaba una hora y media antes, para poder relajarme y estar al aire libre. Agarré mi libreta de dibujos y la abrí, y empecé a mover el lápiz con lo que me venía a la mente. El rato pasaba y el olor a lluvia era cada vez más fuerte, pero quería terminar mi dibujo antes de que se vaya la inspiración.

— ¿Me estás siguiendo? - una voz sonó al lado mío y levanté mi vista. El chico estaba parado enfrente mío con una sonrisa en su rostro.

— Oh, hola - sonreí — demasiada coincidencia.- el chico rió.

— Jace Peterson.- se presentó y estiró su mano para que yo la estrechara.

— Melody Parker. - le acepté la mano. Sus manos eras suaves y el frío de sus anillos tocaron la palma de mi mano, eran grandes y hacían parecer las mias como semillas. Miró el cielo, ya que un relámpago fuerte sonó.

— Creo que se va a largar a llover, ¿No te conviene cubrirte?

Lo miré y sonreí — Tú estás acá conmigo, ¿no te conviene a ti también? - sonreí y el chico rió.

— Está bien, ¿qué me dices si te invito un café y nos cubrimos de esta lluvia?

— Me parece perfecto.- sonreí y me levanté del banco, guardando mi libreta en mi bolso.

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"créeme, a veces es mejor sentarse y disfrutar de lo más sencillo"
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