Capítulo 27. Hospital.

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Capítulo 27

MELODY

Lo único que sentía en mi cuerpo eran nervios y lágrimas que querían salir de mis ojos. Caminaba de izquierda a derecha mientras esperaba a que el médico nos dé alguna noticia sobre Jace.

Los recuerdos del choque no salían de mi cabeza. El ruido, el auto, mis nervios y mi corazón latiendo a mil por hora.

Félix y Eli estaban sentados uno al lado del otro en la sala de espera mientras Zane había ido a buscar al médico, ya que no habíamos escuchado nada por una hora.

Después de unos minutos, noté un dolor en mis piernas así que me dirigí hacia Eli quien me tomó de la mano y la apretó.

Cerré mis ojos con fuerza evitando que las lágrimas caigan. No quería llorar. Me froté la cara con mi mano libre y apreté mi frente con fuerza.

Cuando escuché unos pasos a mi lado abrí mis ojos rápidamente y me paré de mi asintió al ver al médico con Zane a su lado.

- les pedimos disculpas por la tardanza pero queríamos saber con seguridad todo lo que el señor Peterson tiene.

- ¿todo? - pregunté con un nudo en la garganta.

- se rompió las costillas y tiene varios moretones en todo su cuerpo. Ya despertó y solo una persona lo puede visitar por ahora.

Mi cuerpo se tranquilizó y suspiré relajándome. Me giré hacia Félix y lo miré.

- deberías ir.

Negó con la cabeza - creo que deberías ir tú.- se acercó a mi y me abrazó.

Lo pensé por unos segundos y asentí. Seguí al médico y me indicó cuál era la puerta. Cuando llegué, me pare en seco mirando el número de la habitación. No quería verlo todo lastimado, sabía que cuando lo iba a ver algo dentro de mi se iba a destrozar.

Pero tenía que verlo, así que giré la perilla de la puerta y entré lentamente. Cuando vi su cuerpo y sus ojos cerrados las lágrimas que estaba aguantando salieron rápidamente de mis ojos.

- ¿Jace? - susurré y me acerqué a él.

Abrió sus ojos lentamente y apenas me vio intentó sentarse en la cama donde estaba acostado.

- deberías... quedarte acostado - lo paré agarrándole suavemente el brazo.

- ¿desde hace cuánto están esperando? - preguntó casi en un susurro.

- unas tres horas. Pero eso no es lo importante, ¿cómo te sientes? - no solté su brazo y lo empecé a acariciar.

- estuve mejor - sonrió y yo sonreí a medias - ¿están todos?

Asentí - si, después vienen los demás. Pero el médico dijo que solo uno te puede ver por ahora.

- está bien. Me alegro que hayas venido tú, Melody.- levantó su brazo y acarició el mío con su mano derecha. Se me quedó mirando y yo bajé la mirada. - Perdón.

Lo miré confundida - ¿por qué?

- Por ser un idiota.

- Jace...

- lo fui. Si lo hubiese ignorado a él y no a ti estaríamos disfrutando de algo ahora mismo. Lamento haberte hecho pasar por todo esto. Lamento haberte traído a mi mundo de mierda... - lo interrumpí.

- Jace... - me le acerqué y sentí nuestras respiraciones mezclarse - no me podría imaginar cómo sería si no te tuviera en mi vida.

Las palabras salieron por sí solas. No sabía lo que podía decir después, pero lo que sí sabía era que lo que estaba diciendo era verdad y era lo que sentía.

Jace sonrió y agarró mi mejilla con su mejilla, me acercó a él y terminó de unir nuestros labios en un beso.

(...)

Ya habían pasado dos semanas desde que Jace estaba en el hospital y solo le quedaba una más. Lo visitabas todos los días en mi hora libre entre entrenamientos y clases. Un día lo visité con Kelly y mi padre, al quien le dije que había sido un accidente en la calle y no en una carrera, porque si se enteraba de la verdad me iba a matar y luego a Jace.

Un día me había quedado hasta tarde quedándome dormida a su lado, ya que venía cansada de entrenar. Me desperté al día siguiente por una enfermera y no podía evitar sentir vergüenza.

Los moretones iban despareciendo lentamente y su cuerpo ya no le dolía como lo hacía los días anteriores. Se pasó tomando patillas para el dolor pero por suerte, ya no eran tan necesarias.

- ya le traigo su cena - una enfermera que le acomoda la almohada a Jace le dijo a coqueta - ¿necesita algo más? - se acomodó el uniforme 'disimuladamente'. O como lo vi yo, acomodando sus pechos más falsos que la sangre que teníamos el día de la fiesta.

- No, así estoy bien. Gracias. - Jace sonrió y la enferma se fue moviendo sus notorias caderas. La seguí con la mirada mientras salía de la puerta y rodeé los ojos.

- celosa - Jace dijo juguetón y yo levanté una ceja.

- ¿de qué? ¿De su operación de pechos? Si, bastante. - me encogí de hombros y Jace rió.

- el médico me dijo que no voy a hacer más fútbol por dos meses.

- ¿dos meses? - me senté a su lado.

Asintió - no se que voy a hacer con mi tiempo libre. Creo que voy a empezar a tocar la guitarra.

- ¿guitarra?

- si, siempre me gustaron pero como nunca se me ocurrió comprarme una, nunca aprendí.

- creo que es una idea increíble - sonreí y me acerqué para darle un beso cuando la enfermera entró con la cena.

Rodeé los ojos y Jace trató de evitar reír.

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"no te preocupes, la vida sigue adelante así que tú también deberías"
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THAT RAINY NIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora