Capítulo 35
MELODY
Miraba a mis alumnas detrás del escenario como una madre orgullosa. Se estaban preparando y sentí unos nervios aparecen en mi cuerpo.
Vi como Jace se acercaba al escenario con su traje de árbol y me mordí el labio para no soltar una fuerte carcajada.
La música empezó y junté mis manos en forma de nerviosismo y el telón se abrió. Bailaron a la perfección y la coreografía iba como si fuese un rompecabezas con la música.
— Estuviste fantástico.- le dije a Jace una vez que se acercó a mi con su traje de árbol.
— Me debes una.- dijo mientras se trataba de sacar las hojas que le caían por su rostro.
— Eso te pasa por interrumpir mi clase.- le sonreí inocente y me giré hacia mis alumnos — ¡Estuvieron geniales! ¡Hermosos!
Después de asegurarme de que todos mis alumnos hayan agarrado sus pertenencias y estén con sus padres, me encontré con mi familia quien me esperaba contenta en la salida del salón.
— Lo mejor que has hecho en toda tu vida, Jace.- Félix bromeó y Jace lo fulminó con la mirada.
— ¿Quién mas puede decir que fue un árbol en una obra de ballet? - Jace Se defendió y todos reímos.
(...)
— Muchas gracias.- Eli le dijo al repartidos de helados cuando nos entregó nuestro pedido. Cerró la puerta detrás de ella y se sentó en el sillón conmigo — Voy a extrañar éstos momentos Melody y Eli. ¡Que ni se te ocurra encontrar otra mejor amiga!
Reí — No te preocupes, ya tengo suficiente con aguantarte.
Eli se hizo la ofendida y me golpeó con el almohadón que tenía a su alcance.
— ¿Ésta noche cenas con Jace? - Eli me preguntó dándole una lamida a su cuchara llena de helando.
Asentí — Va a ser raro, no verlos todos los días.
— Pero me vas a llamar, ¿o no?
Asentí y reí — No te preocupes. Todos los días.
— ¡Más te vale mujer! Y más cuando te vuelvas una bailarina famosa, te olvides quien es tu persona favorita en el mundo.- se señaló a ella misma y yo reí.
— ¿Quieres poner la película de una vez, mujer? - reí y Eli me volvió a golpear con el almohadón.
(...)
— Te ves hermosa.- Jace me dijo por milésima vez en la noche.
— Gracias, Jace. Por milésima vez.- sonreí y negué con la cabeza.
— No me vas a escuchar decírtelo en persona por un año, así que disfrútalo mujer.- se defendió y yo sólo reí.
Cuando Jace estacionó el auto en el restaurante que habíamos elegido para visitar, me bajé del auto y Jace se acercó a mi para poner su brazo alrededor de mis hombros.
Al entrar, nos sentamos en una de las mesas al lado de una ventana y pedimos para cenar.
— Parece como el día cuando salimos a tomar un café.- Jace recordó y yo sonreí.
— Si. Que recuerdos.
— ¿Quién diría? Que después de ese café iba a pasar todo esto.
Asentí — Pero... ¿te acuerdas de la noche en el restaurante cuando nos quedamos sin luz?
Jace sonrió — Si, ese fue el primer momento que nos vimos. Me había quedado babeando cuando empezaste cantar.
— ¿Ah si? - me sorprendí — No sabía que te habías quedado así.
Jace asintió — Podemos decir que esa noche no pude dejar de pensar en ti.
Sentí mis mejillas arder y bajé mi mirada hacia la mesa. Jace me tomó de las manos que estaba sobre la mesa y se acercó a mi para unir nuestros labios.
— Creo que nada ha cambiado, porque no hay ni una noche que no piense en ti.
¡Alerta! ¡Alerta!
Si mis mejillas estaban rojas por el comentario anterior ahora parecían como si estuviesen prendidas fuego.
(...)
— Gracias por la cena, Jace.- le agradecí una vez que llegué a mi departamento.
Jace puso su brazo sobre mis hombros y me besó la frente. Saqué las llaves de mi cartera y abrí la puerta.
— ¡Sorpresa! - tiré mis llaves al suelo por el susto y llevé mis manos a mi pecho.
Jace sonrió y besó mi mejilla. Lo miré y sonreí tratando de calmar mi susto. Miré mi alrededor y había un cartel gigante que decía '¡Buen Viaje!' Mi padre y Kelly sonreían de oreja a oreja y Eli me miraba con cara de cómplice al igual que Jace, Félix y Zane.
— ¡Casi me matan de un susto! - me acerqué a ellos y los abracé — ¡Gracias! De verdad que no me lo esperaba.
— Queríamos hacerte algo especial antes de que te vayas. ¡Te vamos a extrañar! - Kelly me abrazó fuerte y luego abracé a sus hijos.
— ¡Te vamos a extrañar, hermana mayor! - Jackson me apretujó y yo reí.
Me acerqué a Jace quien tenía una sonrisa de mentiroso por todo su rostro.
— ¿Cómo hiciste para ocultármelo toda la noche? - lo abrace.
— Créeme, no fue fácil.- me besó la frente y yo reí.
La verdad, no merezco todo éste amor.
(...)
Las últimas horas en Miami me la había pasado rodeado de familia. Hasta había llamado a mi madre, después de que Jace me tenga que convencer por unos minutos, para avisarle que me iba. Me felicitó y arreglamos para cuando vuelva y poder empezar a conocernos más.
Mi prima Ann me llamó desde Nueva York emocionada diciéndome una y otra vez que no podía esperar más para tenerme en su casa.
Pero todo eso terminó, ya que la hora para irme al aeropuerto llego y ya me encontraba en el auto de Jace luego de varios abrazos fuertes de toda mi familia y amigos.
El camino fue silencioso experto por la música que sonaba del auto de Jace. Tenía su mano relajada en mi muslo mientras miraba el paisaje que pasaba por la ventana.
Al llegar, Jace me ayudó con mis valijas y me acompañó para que chequee y las lleven hacia el avión.
— ¿Estás lista? - Jace me preguntó cuando la hora para que mi avión salga estaba por llegar al reloj.
Suspiré — No - reí — pero tengo que seguir adelante a pesar de lo nervios.
Jace sonrió — Esa es mi chica.
Unió nuestros labios en un beso, quería guardar sus labios en un recuerdo. Guardarlo en una caja en mi memoria y dejarlo ahí en un costado para poder abrirlo cuando yo quisiera.
Se separó de mi y acarició mi mejilla. Pegó nuestras frentes juntas y sentí nuestras respiraciones mezclarse. Cerré mis ojos y me dejé llevarme por el momento. Por el ahora.
— Pasajeros del vuelo 21, por favor dirigirse para poder abordar el avión.- una señora habló por un megáfono y abrí mis ojos.
— Toda la suerte, Mel.- Jace susurró.
Le sonreí y le di un último beso antes de dirigirme hacia las puertas del avión.
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"si eres fuerte, el amor nunca puede ser vencido por el tiempo"
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THAT RAINY NIGHT
Teen FictionDesde que Jace Peterson la vio cantando con el sonido de la lluvia detrás, ella no salía de su cabeza. La manera en que ella movía sus labios, como bailaba al ritmo de la guitarra, como sonreía y cerraba sus ojos al cantar. Había algo que a Jace le...