Dos estrellas distanciadas.

01.

Era una tarde de Abril, aproximadamente las 15:00; Recién llegaba del instituto, el cual odiaba tanto por el simple hecho de que mis compañeras me hicieran la vida imposible, no era algo a lo que personalmente le prestara mucha atención, pero ya estaba cansada de ser el hazmerreir, el bicho raro de mi grupo.

Olvidándonos un poco de mi miserable vida escolar, mi nombre es Emily, tengo 14 años y vivo en Colombia.

Mi banda musical favorita es Sleeping With Sirens, la cual estaba escuchando mientras divagaba por Facebook tratando de olvidarme de las críticas y burlas de esas personas que tanto daño me hacían.

¿Acaso no podía ser de su agrado? ¿Qué de malo tenia ser yo?.

Ah, y a ese "Yo" no me refiero a la adolescente común de 14-17 años, que su única preocupación es conseguir algún novio o enredarse con cualquier persona a cambio de dinero o algún lujo. No, yo era "diferente", me gustaba la lectura, investigar sobre cosas a las que nadie les da mucha importancia y escuchar música que para las personas mencionadas anteriormente es de "Satánicos" o de "Emos que solo quieren morir".

Cuando volví en mí, fue porque se puso Iris, el cover que hizo mi tan preciada banda, luego de escuchar las primeras frases de la melodiosa voz de Kellin, me puse a reflexionar mientras tarareaba la canción.

-¿No sería lindo tener una persona especial?- Me dije para mí misma.

Lo de tener una "persona especial" no me sacaba mucho de quicio, no era algo que necesitara con anticipación, solo que... ¿Quién se no quiere sentir bien con alguien después de tanto sufrimiento y dolor?

Mis pensamientos se esfumaron cuando oí una voz que me resultaba familiar gritar desde la cocina.

-¡Mily, la comida está servida, no te tardes cariño!

Si, era mi madre, la persona que más amo en el mundo, la cual sabe todo de mí, mi única y verdadera amiga. Aunque solo le tenía un secreto, ella no sabía nada sobre mi vida escolar o emocional, porque ya saben, ¿Cómo le puedes decir a la persona que te dio la vida que te quieres morir?

Fui rápido al comedor antes de que ella me gritara de nuevo y probablemente se enfadara por mi desobediencia.

-Hola mamá ¿Cómo te fue en el trabajo?- Pregunté mientras comía un pedazo de pan

-Todo bien hija, desde que me ascendieron todo ha sido de maravilla – Me respondió con una sonrisa en la cara

- ¿Sabes mami? Eso me alegra demasiado - La miré y sonreí

- Emily ¿Por qué tienes los ojos rojos y húmedos? ¿Estabas llorando? ¿Te sientes bien?

Oh mierda, No había notado que al acordarme hace algunas horas sobre todo lo que me hacían mis compañeras había derramado algunas lágrimas y mis ojos estaban como si hubiese estado en un funeral.

-No má, solo estaba durmiendo, ya sabes, emm, descansando del colegio y-y esas cosas, jeje- Dije tartamudeando y con sudor en la manos

- ¿Estás segura? ¿No estás tratando de ocultarme algo?- Dice con una ceja arqueada

- Totalmente segura –Sonreí con dientes mientras me alejaba lentamente hacia mi cuarto

-¡No olvides tu tarea Mily!

-¡Está bien mamá!- Grite desde mi cuarto.

No tenia tarea para el día siguiente, creo que mi madre no recordaba que mañana tenia día libre por alguna festividad escolar.

Procedí a ponerme mis audífonos, esta vez escuchando Better Off Dead, amaba esa canción. No dejaba de pensar en que sería de mí el día en que las volviera ver, a mis agresoras, en realidad prefería estar muerta, no quería sufrir más. Yo no era feliz y sabía muy bien eso. Además también pensaba en que si alguna persona en el mundo pudiese llegar a valorarme o algo así.

Todos estos pensamientos se fueron disminuyendo poco a poco hasta que quedé en un profundo sueño.