06.

61 9 1
                                    

-¡Levántate puerca, tienes que hacer los deberes de la casa!- Dijo la malhumorada señorita mientras me sacudía fuertemente, sacándome de tan preciado sueño de unicornios que tenia.

-Déjame en paz, bruja de mierda- Dije mientras le sacaba el dedo de en medio mostrándole mi indiferencia hacia sus palabras.

-Niñita levántate de inmediato, tu padre no está y la casa está hecha un desastre.

-¿Por qué no vas a joder a otro lado? No eres nadie para darme órdenes, estúpida.

-Pronto seré tu nueva MAMÁ y tendrás que hacerme caso quieras o no ¿Me oíste niña malcriada? Vas a hacer todo lo que yo te ordene y sin peros.

Cuando oí eso me levante de inmediato y la miré con cara de repugnancia.

-Mire señora, el hecho de que esté saliendo con mi padre y muy posiblemente se vayan a casar no influye en que usted sea o algún día llegue a ser "Mi nueva mamá", yo tengo una mamá y lo que menos quisiera en este mundo es tener algún parentesco con usted.

Después de decir eso, me fui de ahí para hacer algo más productivo que pelear con esa idiota.

-¡Ya verás Allison, te voy a hacer la vida imposible y muy pronto vas a dejar de estorbar en esta familia!

Alcancé a oír a la mujer esa desde mi cuarto mientras me alejaba corriendo hacia la puerta principal para salir de allí, no sin antes coger mi móvil y los audífonos.

Puse el reproductor a sonar una canción en aleatorio y se puso un cover que hizo Pierce The Veil, Just The Way You Are. Me puse súper feliz cuando escuche los primeros segundos de esta hermosa canción, bien, lo sé, la escribió Bruno Mars, pero Pierce The Veil le dio ese toque mágico a la canción con su estilo que hacia me encantara muchísimo más que la original.

Algunas letras de canciones te hacen inmensamente felices, unas describen correctamente la situación por la que estas pasando y otras te hacen pensar sobre tu vida y qué carajo estás haciendo con ella.

Este era el caso de esta bella canción, era como si quisiera dedicársela a alguien o como si quisiera que alguien muy especial me la dedicara. Tenía la esperanza de que ese día llegara, de que alguien me hiciera muy feliz y que nunca jamás quisiera separase de mí.

Para olvidarme un poco de lo miserable y fea que era mi vida desde que llegó esa bruja, acostumbraba a dar un paseo a todo el vecindario, la gente que vive aquí es muy amable y cálida; me hacen sentir como si fuese de su familia, la familia que tanto anhelaba.

Mientras escuchaba mis canciones preferidas, iba bailando y sonriendo a cualquier persona que me saludara. Por un momento cerré los ojos, dejándome llevar por la música, un momento como este es uno de los pocos que algunas personas tenemos el placer de sentir.

De repente sentí como si me hubieran golpeado, abrí los ojos de repente, estaba tirada en el pavimento, y al frente mío, también tirada, estaba una chica que nunca había visto por este vecindario, de poca estatura, cabello lacio, tez blanca y vestimenta obscura. Me levanté rápidamente para poder ayudarla.

-Emm, ¿Hola? ¿Estás bien?- Dije mientras zarandeaba sutilmente a la bella chica aun tirada en el sucio pavimento.

-Ay, cuanto lo siento, fue mi culpa, soy muy distraída- Dijo la chica mientras cogía sus lentes que estaban tirados a un lado de ella y levantándose lo más rápido que pudo.

-No te preocupes fue culpa de ambas. Espera, ¿Vives por acá? Nunca te había visto.

-Sí, bueno, mi familia y yo nos acabamos de mudar a un edificio que queda a la vuelta- Dijo mientras señalaba la dirección del edificio que casualmente daba al mismo en el que yo vivía.

¡VIVE EN MI MISMO EDIFICIO! ¡ESTO ES GENIAAAAAL!- Pensé mientras sonreía.

-¿Estás bien... chica?- Dijo mientras me hacia reaccionar moviendo su mano.

-S-Sí, no hay de qué preocuparse Jajaja, Creo que no me he presentado. Mi nombre es Allison.- Dije mientras estiraba mi mano para que ella la tomara.

-Lindo nombre, el mío es Gabriela.-Dijo mientras tomaba mi mano para hacer un buen apretón en señal de "mucho gusto".

-Me gusta tu nombre, Emm, ¿Ya te vas para tu casa?

-Sí, mis padres deben estar esperándome para que les ayude con la mudanza.

-Yo vivo en tu mismo edificio, si deseas puedo acompañarte hasta allá y quedarme de una vez en mi casa.

-Oh, eso sería genial, no conozco mucho este vecindario y creo que si voy sola me voy a perder.

-Pues, primero vamos a dar un tour, así conoces mejor lo que será tu próximo hogar y ya luego vamos a tu casa.

-Me parece bien- Dijo mientras sonreía y se reía.

-Pues ¡vamos!

Y así fue, dimos un ligero paseo por todo el vecindario, le estuve contando cosas sobre mi vida y ella también a mí, fue muy divertido a decir verdad, ¡Es genial estar con alguien! Esperaba que ella quisiera ser mi amiga, y que nos viéramos más seguido. No sin antes pedirle su número telefónico para comunicarnos y esas cosas.

Finalmente llegamos al edificio donde nos despedimos y separamos cada una para ir a su respectiva casa.

Llegué a mi casa y afortunadamente no había nadie, estaba aliviada ya que no tenía que verle la cara a esa mugrienta y probablemente iniciar una pelea sin sentido.

Me recosté para descansar de esa caminata tan exhausta que hice con Gabriela, recordé que tenía su número, así que procedí a decirle un simple: "Hey, Soy Allison"

Mire la hora, eran las 20:30, hora perfecta para ver series y escuchar música. Eso fue lo que hice hasta no sé qué hora porque me quedé dormida desafortunadamente.

Dos estrellas distanciadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora