Dos estrellas distanciadas.

03.

El despertador suena exactamente las 06:00 un Lunes de cualquier día de Abril, hora de ir al infiern... digo, al instituto.

Mi madre no estaba, no la veía por ningún lado y no había señales de ella, supuse que se debió haber ido muy temprano al trabajo.

Me resigné a bañarme. Mientras el agua caía por mi cabello y piel, me puse a pensar en cuan doloroso y pesado será este jodido día, que criticas y golpes recibiría hoy o si será un día común y corriente, de esos que pasan cada siglo.

Salí de mis pensamientos cuando oí las campanas, que regularmente sonaban a las 06:30. Oh no, llegaré tarde. Salí rápidamente del baño para vestirme con cualquier cosa que encontrara, por suerte, encontré un jean negro, una camisa de Nirvana (Y no, no la que todos conocen, una muy particular del álbum IN UTERO; ya que pensaba que si me ponía la que todos conocían me tratarían de "Posser" o de "Única y Diferente") y unos Vans negros.

Organicé un poco mi alborotado y mojado cabello ondulado, cogí mi mochila y salí literalmente corriendo hacia el instituto que quedaba a unas cuantas calles de mi casa. Miré la hora en mi celular, eran las 06:50, corrí mucho más rápido hasta finalmente estar muy cerca del portón de entrada. Para mi mala suerte cuando vi a mis agresoras, tropecé en una piedra y caí en sus narices.

-Miren quien acabó de caer a nuestros pies, la estúpida de Emily- Dijo la líder de ese grupo a lo cual todas las demás se rieron ante tal comentario.

- ¿Podrían dejar de molestarme? Idiotas- Dije casi en susurros, pero ellas lo escucharon.

- ¿Qué acabaste de decir aborto de mierda?- Dijo de nuevo la inadaptada.

-Nada, nada...- Dije totalmente asustada ya que no quería que me golpearan.

-Eso creí babosa, y mejor levántate basura, se te va a ensuciar la camisa de tu bandita de mierda- Dijo señalando mi camisa, a lo que llevó a que las otras amigas entonaran un "OHHH"

-Oh, vámonos chicas, no tenemos que perder nuestro valioso tiempo en tan poca cosa- Dijo con pose de diva mientras se alejaba del lugar donde estaban.

-Te odio tanto Brittany, eres una tonta- Dije mientras me levantaba lentamente, a lo que ella volteó y vino furiosa hacia mí.

-Mira niñita, tu no me vienes a hablar a mi así, Okey? Yo soy tu diosa, la chica más popular y deseada del instituto y tú no eres más que un pedazo de mierda irrelevante, ¿Te queda claro cretina?- Dijo mientras me zampaba una patada y una cachetada.

No dije nada y miraba hacia abajo con mis manos en la cara, realmente había dolido muchísimo. Me fui corriendo al baño para estar "más tranquila" y llorar un poco por mi miserable vida.

Las palabras hieren muchísimo más que los golpes, los golpes duelen un rato y a los pocos días ya sanó, en cambio las palabras te van directamente a lo más profundo del corazón y quedan para siempre.

Odiaba profundamente todo esto que me pasaba, en realidad ¿A quién le gustaría ser molestado y golpeado diariamente por cosas realmente insignificantes? Seriamente no entendía el porqué de sus ofensas, lo único que si sabía era de que yo no podía defenderme sola y que ellas ya tenían gran control sobre mí.

Estuve toda la jornada escolar en ese baño viejo, llorando y sintiéndome súper mal. No me importaba perder clase, no quería verlas ya que compartía salón con todas ellas.

Cuando tocaron el último timbre que significa salida, me dirigí lo más rápido a mi casa, al llegar a esta vi una singular nota que decía:

"Hola Mily, por asuntos de trabajo tuve que ir a un viaje por dos días, te dejé dinero en tu cajonera. Te amo, cuídate mucho. Att: Mami."

Oh increíble, tenía dos días sola en casa. No le di muchas vueltas a ese asunto, decidí hacer una que otra tarea que tenia para el día siguiente.

El resto de la tarde y de la noche me acosté en mi cama a escuchar mis bandas preferidas y llorar muchísimo.

-¡Já!, y yo de bruta que pensé que iba a ser un gran día.