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Luego de un pesado y agotador día en el instituto por fin había llegado a mi residencia, como me lo imaginaba mi madre no se encontraba allí, últimamente casi no estaba en casa, siempre estaba en el trabajo, llegaba exageradamente tarde y creo que estábamos perdiendo la confianza y la unión mutua. Eso me preocupaba mucho la verdad, como he dicho siempre, mi madre es uno de los motores que me impulsa a que siga adelante, la que más que nadie me sabe comprender y apoyar, y aunque no le contaba todo lo que me pasaba, le tenía una enorme confianza.

Este día iba a estar completamente sola, mamá estaba en la oficina trabajando y Richard se fue de viaje familiar con su madre. Me aburría el hecho de estar sola, aunque anteriormente estaba todos los días expuesta a eso, recientemente había estado con Richard y eso me estaba acostumbrado a estar siempre con alguien y a no "extrañar" tanto la soledad.

En ocasiones la soledad no es tan mala y la compañía tampoco, ambas constituyen una balanza en tu vida. En algunas situaciones quieres estar solo porque tienes problemas para hallarte a ti mismo, tienes problemas con alguien más o incluso contigo mismo, otras veces simplemente porque la sociedad te ha mostrado su peor cara y en ese momento sólo quieres no estar ahí. La compañía te hace sentir animado, cuando sabes elegir bien tus amigos, la compañía se te hace un momento lleno de alegrías y gozos; de lo contrario, no será nada más que caos y catástrofes.

Las amistades es otro de los tantos temas de los cuales me gustaría hablarles, pero no puedo, no tengo mucha experiencia teniendo amigos, y bien, si tuve amigos, todos hemos tenido al menos un amigo en toda nuestra vida. Pero, los que tenía antes de Richard siempre me buscaban por conveniencia propia, cuando estaban en mala situación o cuando necesitaban un favor mío; eran realmente muy malos amigos, los peores que he podido tener en mi vida, pero bueno, cuando estas con ellos eres totalmente ciego a sus chantajes y por eso la mayoría de veces accedes a cumplirles su necesidad.

En fin, decidí ir a cambiarme y ponerme una ropa más cómoda para hacer los deberes escolares o tal vez prepararme algo para comer, terminé haciendo la última porque tenía muchísima hambre y la comida manda en mi vida, ¡Yay!

Me preparé un sándwich y una malteada de cereza, riquísimo. Mientras comía pensaba en aquel grupo al cual había mandado la solicitud de admisión, tenía mucho miedo, pero a la vez intriga al saber cuál había sido el veredicto de este mismo. ¡Era mi oportunidad de conseguir amigos nuevos! Y no, no importaba que fueran de otro país.

No le di más vueltas a mis pensamientos y procedí a prender mi móvil e ir inmediatamente a Facebook para saber cuál había sido el resultado de aquella solicitud.

Me llevé una increíble sorpresa al ver que me habían aceptado en el grupo, estaba inmensamente feliz, quería saltar y gritar de la emoción. Pero eso no fue todo, ¿Recuerdan que yo quería contactarme con Allison, la administradora para conocerla y muy posiblemente ser amigas? Lo que me sorprendió muchísimo más que me hubieran aceptado, era que la misma Allison había dejado un mensaje en Messenger para mí.

Tenía mucha intriga y miedo de abrir dicha conversación. ¿Acaso hice algo malo?, ¿Él o ella era un violador, pederasta o pedófilo?, ¿Quería hacerme daño o incluso secuestrarme y matarme? La verdad no sabía qué hacer, decidí correr el riesgo, tenía dos opciones al abrir el mensaje, que era el de atentar contra mi vida o tener una amigable conversación con la persona mencionada antes.

Vi que decía un mensaje totalmente bueno, o no del todo, aún tenía miedo sobre lo que podría pasar. Era muy extraño que la administradora del grupo, que a decir verdad tenía más de diez mil participantes, se fijara solamente en mí y hubiese querido hablar exactamente conmigo; no sé que me vio, yo era una chica común y corriente, como las demás de mi edad.

Dos estrellas distanciadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora