Dos estrellas distanciadas.

05.

Una semana después.

Día 7/7, exactamente hace una semana mi madre se había ido a "un viaje por trabajo", estaba muy preocupada por ella ¿Qué le habría pasado? ¿Estará bien? ¿Muerta...? No, la última no.

Empecé a llamar a mi mamá, de nuevo, todos los días la llamaba sin respuesta alguna. Como supuse se fue a buzón de voz, entonces dejé de insistir y me fui a mi cuarto.

De repente alguien tocó la puerta de mi cuarto, procedí a abrirla con cautela e intranquilidad.

-Emm... Hola, ¿te conozco? – Dije confundida.

-H-Hola, ¿Eres Emily?- Dijo un chico con voz quebradiza, aparentemente de mi misma edad y con un mechón café que le tapaba el ojo derecho.

-Sí, soy yo, pero ¿Quién eres, y por qué estas en mi casa?

-M-Me llamo Richard, te vi en la escuela hace un par de días con Brittany y sus amigas. Oh y pues... es que la puerta estaba abierta y las vecinas me dijeron que aquí vivías.

- ¿Richard? Nunca había oído hablar de ti, creo que no estás en mi grupo. –Dije desconfiada, aunque toda la semana había faltado al instituto y a demás de eso no tenía muchos amigos.

- Sí estoy contigo en el mismo grupo, bueno es que soy nuevo, recién entré el lunes que fue el día que te vi con esas estúpidas.

- ¿T-Tú me viste con ellas? ¿Viste todo eso que pasó?- Dije tartamudeando porque me daba mucha vergüenza que alguien hubiese visto esa escena.

- Así es, y pienso que lo que te hicieron ellas fue algo muy malo. E-Eres una niña muy muy muy hermosa...-Lo último lo dijo en susurros pero totalmente oíble para mí.

Después de ese "Muy muy muy hermosa" me sonrojé mucho, la verdad nadie me había dicho eso exceptuando a mi madre y mi padre. El hecho de que alguien me considerara linda, o alguna virtud buena me daba alegría y timidez ya que era algo a lo que no estaba acostumbrada.

-G-Gracias Rich...- Alcancé a decir en susurros con mi cara totalmente ruborizada.

-No hay de que, lo que digo es totalmente cierto, es más, ¿Quieres ser mi amiga? -Dijo sonriente y estirando su mano para que yo la tomara.

Lo de tener un amigo me entusiasmaba muchísimo ¡Era mi primer amigo después de mucho tiempo! Respondí la pregunta con total felicidad asintiendo, tomando su mano y apretándola fuertemente.

El resto de día estuve con él, conociéndonos y empezando a sembrar una amistad que esperaba que durara por y para siempre.

Descubrí que tenemos muchísimos gustos en común, como era escuchar música para sentirnos bien, hacer cosas que para las demás personas eran de gente "Rara", eso me hacía sentir muy alegre, era como un sueño hecho realidad.

La palabra "AMIGO" significaba mucho para mí, era esa persona con la cual puedes contar para todo y puedes estar seguro de que nunca te defraudará, una persona con la cual compartirías y a pesar de todo siempre estarían el uno para el otro.

-Y bueno, ¿Cuál es tu banda preferida? La mía es Sleeping With Sirens.- Preguntó mientras buscaba en su celular una canción al azar.

-¡La mía también es esa!- Dije encantada y queriendo gritar de la alegría al saber que teníamos un gusto más en común.

-¿Enserio? ¡Entonces pongamos canciones de ellos!- Dijo feliz mientras ponía en su reproductor If You Can't Hang.

Seguimos cantando, bailando y platicando hasta muy tarde, tipo las 21:00. Lamentablemente, Richard se tuvo que ir a su casa, pero prometió que pasaría por mi mañana para ir al instituto, ya que vivía dos cuadras hacia arriba de mi casa.

-¿Quién diría que ya tengo un amigo? ¡Esto es genial! Ya no me sentiré tan sola.

Me dirigí a ponerme el pijama para dormir, pero una vez más escuché tormentosos y fuertes golpes a la puerta principal. Creí que a Richard se le había olvidado alguna pertenencia pero no era así, Era mi madre.

-Mily, cariño- Dijo mientras me abrazaba fuertemente.

-Hola mamá ¿Cómo estás?

-Demasiado bien, estaba preocupada por ti y me vine corriendo desde el aeropuerto ¿Cómo estás tú? ¿Estás bien? ¿Completa?- Dijo mientras me revisaba como si me estuviera requisando un policía.

-Sí jajaja, estoy bien, completita ¿Por qué demoraste tanto? La nota decía que serían 2 días y ¡FUERON 7!

-Perdóname mi niña linda, es que las cosas se complicaron, no habían vuelos hasta hoy por un problema con los aviadores. A pesar de eso ya estoy aquí contigo hija.

-No te preocupes mamá, me alegro de que hayas llegado sana y salva. Pero, ¿Por qué no contestabas tu móvil? Te llamé todos los días.

-No había señal en el aeropuerto...-Dijo nerviosa, como si me estuviera mintiendo. Sin embargo le creí, esas cosas pueden pasar.

-Está bien, no hay problema con eso, son cosas que pasan. En la cocina hay comida para que te sirvas. Yo iré a dormir, mañana tengo que ir al instituto.- Dije despidiéndome dándole un fuerte beso en la cabeza a mi madre.

-Descansa hija, recuerda que te amo mucho.

-Yo te amo aún más. Mañana me cuentas como te fue en tu viaje.-Sonreí y me fui a mi cuarto.

Y así hice, me acosté en mi casa y de inmediato quedé en un sueño que parecía casi eterno.