La hija de mi verdadero amor (Sofia Y Hugo)

Descubriendo el pasado

Anya se encontraba impaciente por escuchar lo que Ernest tenía que decirle. En los tres años que tenían viviendo juntos, nunca lo había visto tan desmotivado.

~Pensarás que estoy loco, pero descubrí que ¡No somos hermanos!

~¡Claro que lo estás! Tú y yo somos hermanos. Refutó tapándose los oídos.

~No lo somos. Contestó en tono firme.

~Debes estar bromeando Ernest, ¿Por qué no lo seríamos? Quizás no eres hijo de mi padre, pero si de mi madre y eso nos hace hermanos.

~Sofia no es mi madre... Lamentablemente.

~¿A qué te refieres? Ella ha estado contigo toda la vida.

~Hace unos días, cuando llegamos al castillo de Albuquerque, la escuché hablando con tu abuelo y tu tío... Supongo que era importante aclararles la verdad sobre mi. Ella dijo que me encontró en medio del bosque cuando tenía un año... Justo después de perderte a ti. Estaba tan triste que decidió criarme como si se tratara del bebé que perdió. Al principio negué, pero después intenté vivir con ello. Aunque siempre han sido buenos conmigo, siento que existe esa diferencia entre nosotros, tú sí eres hija legítima de ambos... En cambio yo soy un niño abandonado.

~No pienses así... Mis padres siempre te han querido mucho.

~Si... ¡Pero nunca como a ti!

Narrador omnisciente:

14 años atrás.

Mientras la mañana se hacía presente, una pareja de hechiceros corría con un pequeño bebé en brazos.
Un terrible hombre los perseguía intentando cumplir una venganza.

Unos meses antes, la familia había pedido un préstamo al hechicero Grimtrix. Ya que eran muy pobres y se encontraban desamparados, Grimtrix pensó que podía sacar ventaja de ellos y aprovecharse de la situación.

La gran suma de dinero fue entregada al padre de familia.

~Sabes que te aprecio mucho Kamek, ¿Pero qué recibiré a cambio? Habló Grimtrix frotándose las manos.

~¡Lo que tú quieras! Pero necesito el dinero, Hace unas semanas nació mi bebé y no podré mantenerlo.

El hechicero se llevó las manos a la barbilla y comenzó a escanear toda la casa.

¿Qué hay de tu hija mayor? He escuchado que es una mujer muy hermosa.

El hombre dió un paso en retroceso y comenzó a titubear.

~Es bellísima, estudia en Hexley Hall y sueña con ser una hechicera talentosa.

~Bueno, te daré el dinero, a cambio de que me dejes desposar a tu hija, prometo que no le faltara nada. Contestó con maldad.

Kamek se sintió terrible, pero decidió aceptar.

Cuando Molly fue participe de la decisión, la joven se tiró a llorar junto a la chimenea.

~ Sé que todo lo haces por el bienestar de mi hermanito, pero... Yo podría trabajar, recientemente conocí al hechicero de Encantia, él prometió ser mi maestro a cambio de que lo ayude en su taller, podría conseguir dinero y saldar la cuenta.

Su madre corrió a abrazarla y Molly acercó al pequeño bebé cerca de su corazón.

~¡Lo haré por él! ¡Ernest merece un futuro mejor! Sonrió confiada mientras empacaba sus cosas en una gran maleta.

La joven hechicera, emprendió el viaje hasta las afueras de Encantia, dónde se encontraría con el señor Cedric.

~¡Llegas tarde! Habló reprendiendola.