La hija de mi verdadero amor (Sofia Y Hugo)

Expuestos

Narración de la biblioteca secreta.

Sofía y Hugo llegaron hasta la orilla de la cascada y comenzaron a juguetear con el agua.

Cedric se encontraba observando cada pequeño movimiento de los jóvenes.

~¡Sofía!, Habló el príncipe acercándose a ella.

~¿Ocurre algo? De momento tú semblante cambio.

~Me siento observado ¿No te ocurre lo mismo?

~¡Para nada!, Yo me asegure de que nadie nos siguiera.

~¿Por qué no me dejas hablar con tus padres sobre nuestra relación? Sé que les agradará que lo haga.

~¡No! Mi padre se molestó la otra mañana cuando Amber insinuó que yo estaba enamorada. Dijo que aún era muy pequeña...

Al escuchar esto, Cedric frotó sus manos y conjuró un hechizo para trasladarse a Encantia.

Al encontrarse en el castillo visualizó al rey Roland caminando de un lado a otro.

~¿Han visto a Sofía? Preguntó Amber con afán.

~Creí que estaba contigo.

~Rey Roland... ¿Me permite hablar con usted?

~¿Qué pasa Cedric?

~Creo saber dónde se encuentra la princesa Sofia. Ella salió está mañana en compañía del príncipe Hugo de Albuquerque, debo recalcar que su vestimenta no era la adecuada para una princesa bien educada, pues podría desbordar...pasiones.

Roland abrió los ojos con asombro y Amber intervino de inmediato.

~Anoche le preste uno de mis vestidos, el sol es muy fuerte y creí que de esa manera estaría más cómoda.

~Ves Cedric, no hay problema con su vestimenta, Amber jamás usaría algo indigno. Contestó Roland con risa.

~¡Ese no es el principal problema!

~¿Qué pasa Rolly? Habló Miranda entrando a la habitación.

~Cedric esta a punto de decirme algo sobre Sofía.

~Verá... La princesa Sofia ha estado viéndose a escondidas con el príncipe Hugo, me parece inaceptable su comportamiento, pues los rumores sobre ese joven no son buenos. Yo recomiendo que la alejen de él, antes de que lamentemos una deshonra.

~Creo que Sofía es lo suficientemente madura para cuidarse sola y ser responsable de sus actos. Exclamó Miranda con enojó.

~Cuando vuelva hablaremos con ella. Siseo Roland caminado a la ventana.

Cedric sonrió complacido, pues finalmente su plan daría frutos.

Sofía y Hugo corrieron hasta la puerta del castillo y el príncipe se abrazó fuertemente a ella.

~No quiero dejarte ir.

~Debo cambiarme, estoy totalmente empapada.

En ese momento la familia escuchó ruido y Roland salió rápidamente a la puerta. Cedric lo siguió con un aire de confianza y Sofía comenzó a temblar de nervios.

~Rey Roland... ¡Qué gusto verlo! Saludó haciéndole una reverencia.

~Principe Hugo...es un placer verte, ¿Por qué no entras para que hablemos?

~Él ya debe irse. Intervino Sofía con pena.

~No le quitaré mucho tiempo. Roland dió media vuelta y se dispuso a entrar.
Hugo lo siguió con la mirada baja y al pasar junto a Cedric, el hechicero susurró algo a su oído.

~Despídete de Sofía. Después de esto no podrás volver a verla.

~¿Qué hiciste? Gritó levantando su puño.

Cedric se tapó la cara con miedo, pero enseguida retomo la compostura.

Al llegar al salón principal Hugo y Sofía se mantuvieron con la mirada baja.

~¿Qué pasó? ¿Por qué vienen mojados? Preguntó Miranda con preocupación.

~Estuvimos jugando en la cascada del cielo. Te aseguro que no hicimos nada malo. Explicó Sofía con nervios.

~Cedric está muy preocupado por ti Sofía, considera que no es bueno que te veas a solas con el príncipe Hugo. Mencionó Roland haciendo que la princesa cerrará los ojos con miedo.

~¿Puedo decir algo? Yo quisiera pedir su permiso para pretender a Sofía, quizás seamos jóvenes pero mi amor por ella es inmenso. De hecho esta tarde, vendría en compañía de mi padre para pedirle su mano en matrimonio.

Amber se desmayó y la boca de Cedric se abrió de inmediato.

~Principe Hugo... Sé que la amas, pero el matrimonio es un paso muy precipitado ¿Por qué no se conocen mejor? Intervino Miranda.

~Nos conocemos perfectamente, crecimos juntos y conocemos la forma de ser del otro.

~Si realmente la quiere ¡Qué así sea! Alzó la voz Roland observando cómo los jóvenes corrían a abrazarse.

~Rey Roland... No creo que sea una buena idea... Apenas tiene 17 años ¿Qué será de ella? Tartamudeo Cedric.

~¿Insinuas que estoy equivocado?, Soy el rey y yo tomo las decisiones entorno a mi hija. Sé que quieres lo mejor para Sofía, pero su destino está al lado del príncipe Hugo.

~Entonces debo acatar sus órdenes. Habló Cedric haciendo una reverencia.

Hugo cargó a Sofía y la giró alrededor del salón. Nada podía impedir que la feliz pareja estuviera junta para siempre.

Cuando el príncipe Hugo volvió a su castillo. Sofía decidió subir hasta la torre del señor Cedric, pues se sentía defraudada por la única persona en la que había confiado toda su vida

~Señor Cidric. Habló adrede.

~¡Es Cedric! Gruñó con molestia.

~¡No importa!, ¿Cómo pudo hacerme esto? Pudo haberme causado un problema grave.

~Te dije que te alejaras de él o le diría a tus padres, pero no hiciste caso. ¿Crees que lo hago para molestarte? Yo solo quiero lo mejor para ti y él no es bueno.

~¡No puedo alejarme de él!

~Igual no me molestaré, está relación acabará en menos de un mes.

~No será así. Gritó saliendo de la habitación.

Mientras bajaba las inmensas escaleras de la torre. La princesa limpiaba sus lágrimas con afán. Un día feliz había sido totalmente arruinado por Cedric.

El hechicero bajó la mirada al escuchar sus sollozos, no era ajeno a ella y sentía su dolor como si se tratara del suyo.

~Sofia... Habló tomando su hombro.

~¡Déjeme! Jamás volveré a confiar en usted. Gritó alejándolo de ella.

~Prometo que jamás te haré daño. Somos amigos, y si quieres casarte con un niño mimado yo lo aceptaré. Mencionó sonriéndole.

Sofía se abrazo a él y el hechicero acarició con suavidad su cabello.

~Linda, linda Sofía. Pronto sabrás lo que es bueno para ti. Habló entre dientes.

~No hablaba en serio, usted siempre será importante para mí. Yo lo quiero demasiado y jamás lo cambiaría por nadie. Puedo asegurarle que Hugo no le roba el amor y aprecio que tengo por usted. Sé que eso es lo que le molesta, ¡pero no debe preocuparse! Sonrió dándole un beso en la mejilla.