Ella es un problema

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Mientras Amber y Hugo charlaban en el balcón, Cedric se acercó hasta el lugar donde se encontraba recostado el cuerpo de Sofía.

Sus mejillas se encontraban sin ningún color y su cuerpo estaba sin vitalidad. Los sollozos del bebé hicieron que el hechicero se acercará hasta la cuna y lo tomara entre sus brazos.

El cabello castaño oscuro y los ojos color avellana hacian que el pequeño fuera igual a su padre.

~Tú eres el culpable de lo que le ocurrió a Sofía. Habló sosteniendolo con fuerza. ~Eres igual a Hugo, él solo le ha traído desgracias... Yo sabía que Sofía no debía estar con él y aún así lo hizo, ¡Nunca escucha mis consejos!

El bebé no dejaba de llorar, pues sentía todo el odio que el hechicero le profesaba, asi que, sin hacer ningún ruido Anya entró a la habitación y escucho con atención las palabras de Cedric.

~Usted cree que yo fui un error ¿Cierto?

Cedric bajó al pequeño en la cuna y observó la mirada dominante de la niña.

~¡Contésteme! Sé que nunca estuvo de acuerdo con mi nacimiento y ahora piensa lo mismo de Nicolás.

~Aunque no estuviera de acuerdo, Sofía jamás se hubiera desecho de ti.

~Pero usted intentó destruirme...¿Por qué no lo hace ahora? Estoy a su merced.

~¡Porque eres como Sofía!, Gritó limpiándose los ojos.

~Nicolás no lo es, él se parece a mi padre. Puede destruirlo y calmar todo su rencor. Contestó extendiendo al niño en sus brazos.

Cedric se sintió desafiado y levantó su varita con decisión. Sin importar eso la princesita se mantuvo firme.

~¡No puedo hacerlo! No importa lo mucho que desprecie a Hugo, ese bebé es parte de Sofía. Aunque me recuerde a su padre, jamás podría odiarlo.

Anya sonrió convencida y abrazó al bebé con fuerza.

~Estaba segura de que no le haría daño, usted es bueno, pero sumamente terco, ¡es perfecto para mi! Juntos salvaremos a mi madre.

El hechicero desplegó una pequeña sonrisa y sintió la mano de la niña tomándolo con fuerza.

~¡Bueno Amber! Creo que es momento de entrar. Contestó Hugo ofreciéndole su brazo.

La rubia se ruborizó y lo tomó con alegría.

~Mi hermana merece lo mejor, siempre lo he dicho. Susurró con la mirada baja.

~Si de algo sirve... De tu trío de amigas, siempre fuiste mi favorita. Eras la mejor animadora que un hombre pudiera pedir.

~¡Vamos no recuerdes eso! Es vergonzoso, ¡tenía un abanico con tu cara!

Por un momento la tristeza de Hugo se desvaneció, hasta que entró a la habitación y se encontró con la realidad. Su bella Sofía se encontraba inmersa en un sueño profundo.

~Estoy listo para partir. Habló con decisión.

Cédric lo miró con pesar y Molly apareció justo frente a sus ojos.

~No puedes hacerlo, esto no te corresponde a ti, además ¿Qué pasará si algo te ocurre?

~Me corresponde, es de Sofía de quién estamos hablando.

Molly lo envolvió entre sus brazos y comenzó a cantarle una extraña canción al oído.
La melodía era tan relajante que no pudo resistir y cayó desmayado.

~¿Qué haces? Gritó Amber con furia.

~No puedo perderlo a él también.

~Espero que recuerdes que él es esposo de Sofía ¡No tuyo!

Anya se quedó estática frente a la puerta observando a la mujer de cabellos dorados.

~¿Mamá? Titubeó entre sollozos.

~Mi pequeña Anya. Contestó corriendo hasta ella para abrazarla.

~Anya ¡No! Ella no es tu madre, ¡Sofía lo es!, Intervino nuevamente Amber.

~Veo que has crecido bien, eres una jovencita hermosa ¿Cómo te trata tu verdadera madre?

~Es maravillosa. Sonrió con alegría.

~Bueno, creo que es hora de que me vaya, ¡Sofía me necesita!, Alzó la voz Cedric.

~No piense que se irá sin mi. Interrumpió la niña saltando a sus brazos.

Una ráfaga de luz los cubrió haciendo que ambos desaparecieran.

Mientras tanto Amber corría hasta donde se encontraba Hugo para intentar despertarlo.

~Hugo, despierta, Nicolás te necesita.

~Creo que es momento de que se vaya reina Amber, yo me haré cargo de todo, cuidare del bebé tal como lo haría Sofía.

~Yo me encargaré de él. Se quejó la rubia.

~¡Lo haré yo!, Gritó Molly apuntando su varita al cielo.

Amber dió un paso en retroceso, pero aún así se mantuvo firme.

~Creo que serás un problema, ¡pero espera a que Sofia vuelva!

Molly solo soltó una pequeña risa, dejando a la reina con el ceño fruncido.

~Como no he muerto, aún sigo siendo la esposa de Hugo, eso quiere decir que su matrimonio con Sofía será anulado.

~¿Por qué haces esto?

~Porque quiero estar con Anya, nunca pude olvidar la última vez que la vi recostada sobre su cama, tenía un pequeño vestido tejido y un oso de peluche que abrazaba con fuerza, ¡era tan hermosa! Y cada vez que la veía pensaba en su verdadera madre, ¡Qué dicha la suya tener a una niña tan bonita!

~Sofía siempre estuvo agradecida contigo por haberla cuidado, pero ella no es tu hija, aún eres joven, puedes tener una familia, sé que siempre quisiste ser una hechicera exitosa y por eso dejaste de lado a Hugo, ahora enfócate en ti y crea tu propio destino, esto no te corresponde a ti, está siempre fue la vida de Sofía.

~Tú no puedes entender lo que siento, creí que no sentiría nada al volver a verlos, pero cuando ví el rostro de Anya todo mi mundo se desvaneció, incluso pensé que... Qué ojalá Sofía nunca despertara ¡Sé que es muy cruel!, Pero por un momento quise que se cumpliera.

Hugo abrió lentamente los ojos y dirigió su mirada a Molly.

~¿Por qué nunca me dijiste que Anya era mi verdadera hija? Sé que lo sabías. Incluso tú sabías donde se encontraba Sofía. ¿Por qué no me lo dijiste?

~¡Porque no podía hacerlo! Cedric era muy fuerte y si yo te lo decía... hubieras ido en su busca ¡Temía por tu vida y por la de Anya!

~¡A costa de la felicidad de Sofía! Gritó acercándose hasta ella.

~Perdóname Hugo, pero no creo que puedas entenderme.

La hija de mi verdadero amor (Sofia Y Hugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora