Vlog De Un Desgraciado

Entrada 14. Fotos

Esas cosas del mismísimo demonio, que todos los anti-sociales marginados sin vida, como yo, odiamos a muerte porque siempre salimos en ellas, usualmente porque nos obligan o nos amenazan de muerte sin Internet si no obedecemos como fieles corderitos, salimos horribles en ellas.

Hay gente que, para ellos, hacerse fotos no es como una actividad normal. Para ellos hacerse fotos es como un arte.

J-Ma: Idiota, hacer fotos ES un arte, se llama fo-to-gra-fía, ¿Entiendes?.— Dice el de pelo negro cruzándose de brazos.

Oh, sí, cierto. Bueno, da igual, no me refiero a fotógrafos de verdad o fotografía de verdad, me refiero a esas personas que para tomarse un selfie parece que hacen un casting para encontrar la foto perfecta.

Se sacan treinta fotos.
De esas treinta fotos descartan las que han salido borrosas, se quedan con veinticinco fotos.
De esas veinticinco fotos descartan las que han salido con un ángulo incorrecto, se quedan con veinte.
De esas veinte descartan las que han salido con mala iluminación, se quedan con quince.
De esas quince fotos descartan las que se han visto peor, se quedan con diez.
De esas diez seleccionan las cinco mejores.
Y de esas cinco escogen la mejor de ellas, una, para subirla a sus redes sociales.

¿Todo eso para una estúpida foto? Luego todo eso no sirve de nada porque tus amigos, como cabrones que son, te etiquetan en las fotos donde peor sales para que te cagues en sus muertos.

J-Ma: Todo eso lo has sacado de memes y monólogos de otras personas ¿Verdad?.— Levanta una ceja incrédulo n

Sí, ¿Cómo lo supiste?

J-Ma: Porque no tienes vida social, imbécil, no tienes ni idea de si esas cosas pasan de verdad porque nunca te ha pasado nada parecido.

...Bueno, te tengo que dar la razón, no puedo hablar de las fotos desde la perspectiva de gente que se hace fotos.

J-Ma: Igualmente es una perspectiva muy quemada.

En su lugar hablaremos de las fotos desde la perspectiva de gente que odia hacerse y que le hagan fotos, de ahí sí tengo mucho que sacar.

A mí no me gusta nada hacerme fotos y mucho menos que otras personas vean mis fotos. Por lo que yo no tengo redes sociales y la única que tenía, instagram, era de dibujos, pero me la borré porque al final me empezó a da paja subir esos dibujos, poner los hagstag o como sea que se escribe esa palabra.
Pero están las reuniones familiares, allí todos se hacen fotos. O las fotos las hace un tío o las hace mi padre, o las hace qué sé yo, el perro hace las fotos si hace falga.

—¡Vamos, sacad fotos!.— Exclama mi tío para que todos lo oigan, como si fuera algo de vital importancia.

—¿Para qué?.— Pregunto algo incómodo, no me gusta que me saquen fotos.

—¡Para ponerlas en el facebook!.— Lo pronuncia mi tío como «facebuk».

—¿Por qué? ¿Qué importancia tiene eso? ¿Qué finalidad?

—¡Para que parezca que somos felices y todos piensen que somos una familia de verdad!

—Somos felices y somos una familia de verdad.

—...

—...

—¡Da igual, tú haz fotos!

Y es que ya cansa. Si nos viéramos una vez al año entiendo que nos hagamos fotos, muchas fotos, para ver cuanto han crecido las pequeñas, para ver el cambio que hemos pegado, incluso te lo compro si hablamos que nos vemos cada cuatro meses, porque aún podemos cambiar bastante en ese lapso de tiempo.
¡Pero que nos vemos cada fucking mes, cada fucking mes! ¡¿Pero de qué estamos hablando?! ¡¿Qué cambio va a haber en un fucking mes?! ¡¿La ropa?! Que de una reunión familiar a otra no ha habido a penas cambio y se hacen más fotos, que todas las fotos de todas las fucking reuniones son exactamente iguales, ¿Por qué os hacéis tantas fotos? Es que no lo puedo llegar a entender.

Por otra parte, yo soy una persona pues que me gusta hacer cosas con mi padre, es como si fuera un colega más, aunque eso suena muy forever alone. Pero, qué puedo decir, no puedo estar más orgulloso de la relación que llevo con mi padre y a veces pues le digo de salir a tomar un gofre o que me invite a merendar, básicamente.
Pero es que quitan las ganas que cada vez que salgo a que me invite a una mierda tenga que sacar primero veinte fotos del alimento en cuestión.

—Por favor, papá, que su función es alimentarnos, no ser modelos.

—Y esta foto para tus tíos.

—¿Qué les importará a ellos si nos estamos comiendo una empanada?

—Venga, Unknown, nos hacemos una selfie con la comida.

—¡No! ¡Salvenme!

Ejem, bueno, quizá ahí he exagerado un poco en esa última línea, lo acepto, he exagerado un poco.

Sin embargo, voy a reconocer, también me he hecho fotos, pero las fotos que yo me hago sí tienen una finalidad y es servirme de referencia para mis dibujos, además de que en ellas nunca muestro la cara.

Así son todas mis fotos, en fin, hechas para tomar referencia para dibujos que hago después. No son nada especial, ni siquiera saco mi cara en ellas por si las dudas, que mis amigos son muy cabrones y se ponen a revisar mi móvil.

Génesis: ¡Tus fotos son muy pasivas! ¡Kya!.— Exclama la castaña.

¡No lo son! ¡Son sólo fotos de referencia!

Génesis: ¡Fotos de referencia muy pasivas!.— Pone una cara de pervertida que asusta.— Yo te daba y no consejos.

¡Vete a la mierda!