Capitulo 8: Un momento de felicidad (parte 1)

72 3 0
                                    

*****Alice*****

-Sabes no sé cómo lo tomes pero ella...-Damon coloco un dedo en mi boca para evitar que siguiera hablando.
- No quiero hablar de esa idiota.
Quite su mano y sin hacerle caso empezé a hablar- no me importa ella es muy bonita la otra vez me dijo que era tu novia bueno tú prometida más bien, y tú dijiste que no pero ella se veía muy afectada justo hoy que vino gritando...y...
-Y piensas que tengo algo ver con ella.- me interrumpió y arqueo su ceja.
-yo...
-Recuerda no mentir por qué lo sabré, acabo de decirte que para ti no seré un monstruo sino un protector, qué cuentas conmigo. No deberías hacerle caso a Strit está loca.
-Bueno yo pensé que era tu novia y que su relación se había terminado por mi culpa...- me aferre a su pecho y el me tapo con la cobija y sus brazos-...yo no quiero causar problemas.
-Escucha bien lo que diré ok- asenti con la cabeza- ella es sólo una amiga pero se enamoró de mi, desde entonces busca cualquier oportunidad para seducirme, pero esta vez se pasó nadie puede venir a armar tal escándalo a mi casa.

Nunca nadie me había aclarado las cosas.
‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡

-Una vez más llegas borracho...- le dijo Alice enojada y frustrada desde el fondo de su corazón. Nadie la entendía, nadie sabía por qué seguía alado de ese hombre si es que se le podía llamar hombre, antes solía trabajar tan siquiera pero ahora solo trabajaba para sus borracheras. Nadie la entendía más que ella. - por favor amor ya no lo hagas.- hablo desde el sillón y si el sillón hablara probablemente le diría a Alice que ese hombre la engañaba, que cada llamada de trabajo era una vieja que sólo quería coger y que cuando ella se iba a su trabajo el metía a cuánta vieja se le ocurría a la casa. El nunca la amo pero sabía que si seguía a su lado siempre podría contar con ella. No necesitaba amarla para utilizarla como su tapete.
-Y a ti que demonios te importa!!!!- grito como nunca antes le había gritado si bien ya le había gritado nunca lo había hecho de esa forma.- Tu nunca has sido nada para mí!!!
Alice dentro de su corazón lo excuso ella siempre lo hacía, cada que la trataba mal el lo defendía diciendo cualquier pretexto tonto. Qué tal vez estaba cansado, estresado , agobiado por el trabajo, etc.
-Nunca me habías dicho eso- sus ojos se pusieron rojos y las lágrimas empezaron a brotar como cascadas, sus ojos ahora eran cascadas. Y Demián sin ningún previo aviso Aldo su puño; ambos sabían lo que estaba por pasar tanto ella que estaba en sus cinco sentidos como él que probablemente apenas estaba en tres sentidos o menos. Y ese pequeño instante su puño se estampó en la mejilla de Alice haciendo que ella cayera al suelo. -¡Para que llores por algo!- grito mientras comenzó a patear la en las costillas, Alice no hizo nada para detenerlo solo hizo lo posible por cubrir su rostro mientras desde el suelo seguía llorando y Demián seguía pateando cada vez más fuerte.
-Eres una inútil- termino de patear la y la tomo de su larga cabellera castaña- eres tan poca mujer.- soltó con odio y la estrelló contra el filo del sillón en el que hasta hace un momento ella estaba sentada. Ella se quedó llorando agarrada del sillón con las pocas fuerzas que le quedaban para no caer y él solo agarro las llaves y se fue. En esos segundos que abrio y cerró la puerta para salir dejo salir tantos años que Alice le dedicó, por qué si ella le dedicó tanto tiempo desde la universidad.

En cuanto el salió ella se dejó caer y en medio de su llanto dijo tener la culpa. No porque sintiera que debió ponerle un alto desde hace mucho, no, sino más bien por que ella sentía que el tenía razón. El poder más grande del mundo es el amor por qué aún cuando te traten peor que una mierda nunca si amas a esa persona nunca te vas a defender.
Y ahí entre su llanto tuvo la fuerza suficiente para inventar otra excusa "él no lo hizo por qué quería, sino, porque estaba borracho.
‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡

Nunca nadie me había tratado así. Acaso era tan tonta para permitir que me tratarán así.
- Damon lamento dudar de ti.

-Mira princesa...- acarició mi mejilla y limpio la lágrima que rodaba por mi mejilla, ¿cuando empezé a llorar?, acaso recordar todo eso me partió el corazón una vez más. Una vez más me siento débil.- ...no llores- su voz sonaba cálida o talvez soy yo la que necesita que le digan algo así. Cuantas veces llore a solas sin ningún tipo de consuelo.

-Muchas princesa pero ahora estoy yo.- sin decir nada más llore en su pecho y me aferre como nunca antes me había aferrado. -Gracias Damon.

*****Damon*****

Nunca alguien me había dado las gracias por algo, nunca alguien además de Hela... Hela no sabes cuánto te extraño, y apesar de que ya pasarán tantos siglos sigo extrañando tu aroma, tu voz... ya hasta olvide tu voz, tu rostro, tu cuerpo. Te amo. Pero sé que ya no estás aquí y ya nunca te volveré a ver.- todo estará bien princesa- dije mientras acariciaba su nuca y así vez sus bellos cabellos castaños se enredaban entre mis dedos. Sí bien tú no eres Hela me recuerdas mucho a ella. Su sonrisa, tu sonrisa; si cabello, tu cabello; pero sé que eso es imposible.
Poco a poco sus lágrimas mojaban mi ropa, ¿Hace cuánto no llorabas?, No te preocupes yo estaré aquí. Sí bien empiezo a sentir algo por ti, temo que pase lo que le ocurrió a Hela.
No lo soportaría otra vez.
- Tú aún siendo un Demonio tienes más corazón que otros.- soltó mientras sollozaba. Esas palabras ya las había escuchado antes y por un momento las olvide.
Yo no siempre fui un demonio pero el tiempo me convirtió en lo que soy ahora.

-Lose yo soy único y original.- por un instante dejo de llorar y me volteo a ver. Sus ojos ya no reflejaban tristeza. Y en sus labios apareció una sonrisa de esas que pocas veces se ven si, una sonrisa sincera, honesta y acompañada de una de una pequeña risa.

-Eres un idiota me hiciste reír.- dijo entre confundida ya no sabía si reír o seguir llorando.

-Ese era el punto.- le devolví la sonrisa.

-Ven antes de que se haga noche.- me levanté de golpe, la tomé de la mano y comenzé a correr a su pasó con ella.
-Espera estoy en bata !!! - grito me detuve de golpe. La mire cuidadosamente hay si ella se viera como yo la vea sabría que es sumamente atractiva.- no me importa.- seguí corriendo hasta el coche.

-Listo llegamos.- le dije mientras se acercaba el uno de los hombres del valett parking.
-No voy a salir eso tarado.- Rei un poco, mientras ella se encoja en el asiento del coche y ponía el seguro de la puerta para que no le abrieran la puerta.- cállate no te rías de mí.
- Está todo bien señor- me dijo amablemente el señor que esperaba las llaves para estacionar el carro.
-Si deme un minuto- le aclaré. A lo cual el decidió esperar pacientemente.
- Tranquila princesa no sientas pena nadie se retira de ti.- le afirme seguro.
- cómo lo sabes -dijo penosa. Y roja como un jitomate.
- Fácil - sonrei- por qué yo soy el dueño.
-Que!- me miró sorprendido.- como eres dueño de todo esto.
-Bueno que no me hiciera de me fortuna viviendo tantos siglos, por favor estás hablando con el mejor demonio de todo el mundo.- me hice sonar importante pero es la verdad algo tenía que hacer en tantos años. - Aquí me llamo Esteban asique no me vallas a decir Damon ok.
-Si - asintió se veía más relajada al saber que nadie se burlarian de ella al contrario sentirían envida por qué va a mi lado. Qué puedo decir soy todo un galán.

Entramos al lugar todos se le quedaban viendo a Alice en cuanto entramos. Algunos la juzgaban - Acaso no tienen trabajo que hacer - hable imponente. -Y todos regresaron a sus labores de inmediato. Nunca más alguien te hará sentir menos.

La novia del diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora