Mi primer amor(Riren)

14.Un día con Eren

A la siguiente mañana me desperté bien temprano estaba bastante nervioso por mi visita a casa de Eren.
Todavía no me podía creer que Carla hubiera aceptado lo nuestro,en verdad esa mujer era digna de admirar por como había afrontado esta situación tan complicada.

Desde la primera vez que nos vimos congeniamos al momento, es tan parecida a mi Eren,tanto en físico como en carácter.
Me imagino que querrá dejar las cosas claras respecto a mis sentimientos por Eren,pero aún así los nervios se habían apoderado de mí esa mañana.

Intenté elegir un vestuario apropiado para la ocasión,al final me decidí por algo informal,así que elegí el conjunto que Petra me había regalado por mi cumpleaños,un pantalón vaquero un poco desgastado incluso con algún descosido y un jersey de hilo celeste que según ella para mis ojos claros y mi piel tan blanca era el color perfecto.

Me puse el reloj que me regaló Eren por Navidad y como no,esa pulsera que sólo me la quitaba para ducharme.

Me la regaló al poco de conocernos,ese regalo fue muy especial para mí,hacía sólo diez días que nos conocíamos cuando me sorprendió regalándomela y declarándose de una manera tan tierna e inocente...aunque ya mi ojitos verdes no era tan inocente,ese adolescente poco a poco se estaba convirtiendo en toda una bomba de relojería que cualquier día explotaría,de eso estaba totalmente seguro.

Cogí mi abrigo azul y mi bufanda a cuadros azules,ya que hoy a diferencia de ayer hacía bastante frío y me dirigí a la floristería más cercana.

Había decidido llevarle a Carla el mejor ramo de flores que hubiera en la floristería,así que me dirigí a una que no quedaba muy lejos de mi apartamento.Ya con mi gran ramo de rosas amarillas,siempre habían sido mis favoritas,dirigí mis pasos a casa de Eren.

Me había mandado la ubicación por mensaje,así que pude encontrarla sin mucha complicación,Avenida Rose número 39,esa era la dirección.

Cuando llegué a la Avenida antes mencionada quedé maravillado de las mansiones que había en esa parte de la cuidad,no quedaba muy lejos de mi apartamento pero era una zona totalmente diferente,se notaba que era donde la gente adinerada de la ciudad residía.

Caminé por la acera de baldosas color crema,adornada por una infinidad de cerezos,todos perfectamente alineados,cada cuatro cerezos había un banco de madera de color blanco,la verdad que esa zona en pleno mes de Abril tendría que ser un paisaje maravilloso,con todos los cerezos en flor,era todo un gustazo pasear por ese lugar.

Y así sin darme cuenta sumido en mis pensamientos,me topé con el número 39,la casa de Eren... perdón...¿dije casa?la inmensa mansión donde vivía Eren.

Estaba situada en una de las esquinas de la avenida, el muro que rodeaba la casa se perdía de mi vista,por lo que no pude ni imaginar cuántos metros tendría ese inmenso jardín.
La inmensa mansión de un color gris azulado reinaba en el centro de gigantescos árboles de todo tipo,era realmente imponente.

Y ahí estaba yo a mis treinta y tres años sintiéndome como un quinceañero que va por primera vez de visita a casa de su chico,la verdad que los nervios me estaban consumiendo.