30/01/14
Luke,
escribir en este diario era algo que antes me gustaba hacer, ahora tengo pavor. No sabes lo tonto que me siento.
De nuevo, quizá nunca lo sepas.
Ha pasado apenas poco más de una semana desde que fui a ese restaurante mexicano contigo y Jade. Probablemente te preguntes ''¿qué pasa por su cabeza? ¿se matará?''
No, no me mataré.
Todavía.
Pero mi mente ya no piensa, está nublada con imágenes tuyas. Tú no abandonas mi cabeza. Nunca te vas.
Siempre estás ahí, con esa estúpida sonrisa tuya. Por un momento, estoy feliz. Luego, recuerdo.
Jade.
El nombre quema mi garganta aunque ni siquiera lo diga. Ella es tuya. Tú eres suyo.
Esto no tiene sentido.