El quinto elemento

Cap 4: El comienzo de una aventura

Capitulo 4: El comienzo de una aventura.

Allison tras largos días de viaje, de largas jornadas que parecían interminables, había llegado a una pequeña aldea. La joven miró al cielo agradecida, era un día soleado y una dulce brisa movió sus negros cabellos.

La joven había entrado con su caballo y unos niños se le acercaron para darle la bienvenida, la joven bajó del caballo cuidadosamente, entonces los niños adornaron su cabeza con flores y un niño le dio un beso en la mejilla, Allison no pudo evitar fijarse en la capa blanca que llevaba aquel niño y que a pesar que trataba de esconder su cara, ella pudo ver sus brillantes ojos azules, aquel chico le dirigió un bella sonrisa y se marchó corriendo, desapareciendo entre la multitud de personas que llenaban la calle.

Allison miraba con atención las maravillas de aquella aldea, ella nunca había salido de la granja, excepto para ir a la aldea y aquella era solitaria y no había nada especial comparándola con la que estaba viendo con sus ojos. En el centro de la plaza, había un juglar rodeado niños atentos a sus cuentos, a sus malabares y trucos de magia; las personas compraban en el mercado, uno muy grande.

Acompañada de su caballo siguió caminando viéndolo todo, atenta a cualquier detalle hasta un puesto de manzanas en el que se detuvo.

En el puesto fue atendida por una doncella con una hermosa capa azul, la joven compró algunas manzanas y se marchó en busca de un lugar tranquilo para descansar, no tenía el suficiente dinero para pagar alguna habitación en un hostal aunque fuera de mala muerte, decidió buscar un bosque o un jardín y al no encontrarlo decidió preguntar a un chico que pasaba por ahí.

Hola-se acercó ella al chico.

Hola- le respondió.

¿Sabes dónde hay un sitio tranquilo alejado un poco de la aldea para descansar?- preguntó ella

Si, hay un bosque en la salida de la aldea- dijo el chico colocándose su capa roja,

Allison y su caballo siguieron hasta encontrar el bosque, al llegar la joven se vio sorprendida por la belleza de aquel lugar, lleno de plantas hermosas y las cristalinas y frescas aguas del lago.

Allison acercó a su caballo para que bebiera un poco de agua y tuvo un impulso, dejó su ropa y sus pertenencias en la orilla del lago, y se metió para darse un baño en aquellas maravillosas aguas.

La joven se sumergió y al sacar la cabeza del agua pudo admirar sus alrededores.

Allison se encontraba en la gloria, el agua acariciaba suavemente su cuerpo, veía como el viento mecía las hojas de los árboles, nunca en su vida había visto un lugar tan verde pero a la vez lleno de tantos bellos colores, ni siquiera su antiguo escondite era comparable con tal belleza que sus ojos tenían el placer de observar.

Decidió salir del agua, mientras lo hacía sintió que alguien la observaba y entonces se apresuró a vestirse.

Faltaba poco para oscurecer y la joven comenzó a buscar ramas, encontró algunas e hizo una fogata.

Llegó la oscura noche y con ella la soledad al corazón de la muchacha, cogió su bolsa, sacó el colgante que le había entregado su madre y se puso.

Su familia no la comprendía, pero extrañaba pelearse con sus hermanas, ignorar los sabios concejos de su padre y acudir a su madre cada vez que se metía en problemas.

Pero esos días ya eran parte del pasado, por eso ella abandonó su hogar, buscaba un futuro, deseaba por una vez dejarse llevar y que el tiempo le mostrara su destino, además anhelaba tanto sus recuerdos, su pasado quería volver a recordar.