|INFIDELIDAD|

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Lily había regresado al dormitorio para contarles todo lo sucedido a sus amigas. Quería que ellas dejarán de  pensar que Camila era la chica perfecta y sin defectos.

—No te creo—dijo Marlene después de escuchar toda la historia—. Que estés celosa de ella no te da el derecho de crear falsos testimonios.

—No estoy celosa de ella. Y se muy bien lo que vi, se estaba besando con Snape, no le importaba nada, le fue infeliz a Potter y no tuvo el descaro de negarlo cuando la encontré con las manos en la masa.

—Diras con las manos encima de Snape—corrigió Alice—. Que triste, pobre despeinado, no tiene ni la menor  idea de lo que le está haciendo su novia.

—Y no diremos nada, lo que haga Camila es solo problema suyo.

—Pero... no podemos dejar que Potter viva engañado—dijo Lily— debemos decirle lo que esta sucediendo a sus espaldas.

—No, no lo haremos, Lily, deja que el solo se de cuenta—le prohibió Alice—. Es doloroso pero es lo mejor, nosotras solo nos quedaremos con la boca cerrada y fin de la discusión, ahora vamos rápido que nos hacemos tarde para la clase de pociones.

Salieron del dormitorio y se dirigieron en grupo hacia las mazmorras.

La clase paso de lo más tranquilo, como si nunca hubiera sucedido aquel beso entre Camila y Snape. No se miraban, incluso fingían que no se conocían.

—Canuto...—le susurró James—...necesito pedirte un favor.

—¿Ahora que quieres?

—Coquetea con Snape, por favor—le rogo—. Supuestamente tú me estás engañando, debes hacerlo ahora mismo, vamos coquetea con el.

—De acuerdo, pero baja la mirada, haste el distraído—le dijo Sirius en voz baja 

James obedeció y acercó muy exageradamente su rostro al libro. Sirius aprovecho ese momento y le aventó un pequeño papel a Snape para llamar su atención.

—Hermoso hombre—le dijo en susurro —. Te deseo...—se relamio los labios causando que Snape se congelara en su asiento—. Te veré a las tres...—le guiño un ojo de una manera muy sexy.

James volvió a subir la mirada fingiendo no saber nada.

—¿Que tanto miras a mi novia, Quejicus?—le pregunto bruscamente—. Procura tener tus ojos en el caldero.

—James... mi amor—le dijo Sirius mientras le acariciaba el cabello—. ¿Porque eres tan celoso?—lo cogió de la túnica y lo obligó a que lo mirará—. Sabes que al único hombre que amo es a ti—se acercó y lo beso como si no hubiera un mañana.

Peter se quedó con la boca abierta del asombro y con su varita flotando en el caldero.

—Dejen de hacer eso—les rogó Remus pero sus amigos no escucharon—. Sirius, basta..deja de besarlo, que asco—murmuraba

Después de veinte largos segundos, Black por fin decidió cortar el apasionado beso.

—¡Muá!—se separó de el dejándolo con los labios completamente rojos—. ¿Alguna duda de mi amor, James?—le pregunto con voz seductora.

—no... no...—le respondió James  asustado y volvió rápido a su poción, sus manos temblaban mientras intentaba cortar un ingrediente.

Sirius en cambio volvió su mirada hacia Snape

—No te olvides, hoy a las tresss—le susurró—. Tu y yo..

Dos mesas más atrás, Marlene no podía creer lo que había visto, la maldita de Camila había coqueteado con Snape teniendo a James cerca.

—¿Como pudo? No tiene sangre en la cara, sin vergüenza, maldita desgraciada

—Te lo dije, yo no estaba mintiendo, ella está jugado con dos corazones a la vez—dijo Lily

—Pobre James, no se merece a alguien como ella...

—El se lo busco, el eligió una chica como ella y pues que ahora sufra.

*Tres de la tarde*

Sirius ya no quería tomar la poción. Tenía un mal presentimiento sobre lo que podría pasar en esa biblioteca mientras estaba solo con Snape.

Los merodeadores no podían obligarlo, comprendían su temor y no tuvieron mejor idea que hacer un sorteo para elegir a la víctima.

Era sencillo, el que sacaba el palito más pequeño era el perdedor, Remus sujetaba los palos en su mano y cada uno empezó a elegir, al final solo quedaron dos... lastimosamente el afortunado fue Peter.

—¿Y si quiere besarme?—pregunto mientras se terminaba de vestir con la túnica de Camila—. No sé si pueda soportar tanta tentación.

—Peter...amigo, yo soporte lo que sea por James, ahora es tu turno. Así que deja de quejarte y toma esa poción que tu amante te espera—le dijo Sirius

—De acuerdo...—murmuró Peter y tomo la poción, al instante sintió unas ganas enormes de vomitar, tenía un sabor muy fuerte, no era asqueroso ni tampoco amargo...solo era algo fuerte, muy parecido al whisky de fuego, lo cual era muy raro.

—Nunca pensé que Camila fuera tan hermosa—comentó Sirius mirándola de pies a cabeza—. Snape sin duda caerá ante tus pies.

—¿Que hago ahora?—preguntó Peter, se sentía muy extraño, por dentro seguía siendo el, pero cada vez que se miraba veía a una perfecta señorita.

—Ve por Snape, usa tu seducción personal, quiero que uses todas tus armas—le dijo James—. No olvides que nosotros estaremos viendo desde el mapa del merodeador.

—Que aburrido...mejor vamos a la biblioteca,  usaremos la capa invisible, así nunca estaremos en descubierto—propuso Sirius—. No quiero perderme nada.

—Yo apoyo eso, tampoco quiero perderme nada—dijo Remus cogiendo la capa invisible de James—. Hay que darnos prisa, Snape debe estar esperando por su amada.

La Hermosa Novia De CornamentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora