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La lluvia aún no se había detenido, los truenos resonaban por toda la casa y la oscuridad envolvía cada rincón de la misma

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La lluvia aún no se había detenido, los truenos resonaban por toda la casa y la oscuridad envolvía cada rincón de la misma.

En la cama se encontraba YoonGi recostado sin poder conciliar el sueño. En el piso de arriba se hallaban todos esos muñecos de ojos plásticos y brillantes que poseían sonrisas apenas perceptibles en sus inanimados rostros pálidos.

Sin poder lograr que sus párpados se pegaran, bajó de la cama y caminó hacia el armario de la habitación.

De su maleta sacó un cuaderno junto con una pluma y comenzó a escribir otra carta dirigida a sus padres, tal como lo hacía cada año en su aniversario, desde el accidente.

Estaba demasiado concentrado, hasta que de pronto el sonido de unas pisadas fuera de su habitación le hicieron distraerse.

Extrañado, se puso de pie y caminó hacia la puerta, giró la perilla y se asomó hacia ambos lados del pasillo.

Vacío.

No había nadie cerca, salió unos pasos y se aseguró de que nadie estuviera ahí.

Frunciendo los labios suspiró y se adentró a la habitación nuevamente, sin embargo al hacerlo, un grito escapó de su boca.

Su cuerpo se petrifico al ver a Benjamín, uno de los muñecos, sentando sobre su cama, mirándolo fijamente con sus penetrantes ojos azules.

—¿Qué pasa? ¿Qué pasa?.— llegó JungKook tomándolo del hombro.

—¿C-Cómo llegó aquí?.

—¡Oh! Benjamín.— se acercó a él y le tomó del brazo.— ¿Qué haces aquí? ¿Porqué saliste de la cama? Sabes que no puedes estar en ésta zona de la casa, asustaste a YoonGi.

Y mientras, el mencionando lo miraba con la boca entre abierta.

—Lo lamento tanto.— se disculpó Jeon cargando al muñeco en sus brazos.— Es un poco travieso, pero no sucederá de nuevo.

El castaño desapareció con el muñeco y YoonGi casi pudo jurar que aquella mirada en los ojos de Benjamín, no era la de un simple muñeco.

Cerró la puerta y el frío se instaló repentinamente luego de aquella inesperada visita.

Su mente no pudo concentrarse más en su escrito. ¿Realmente era una buena idea quedarse allí?.

La mañana siguiente, en cuanto la luz iluminó el nublado día, YoonGi abrió los ojos lentamente, ni siquiera supo el momento exacto en que se quedó dormido

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La mañana siguiente, en cuanto la luz iluminó el nublado día, YoonGi abrió los ojos lentamente, ni siquiera supo el momento exacto en que se quedó dormido.

Bostezo varias veces y al ponerse de pie, pudo notar una hoja en el buró a un lado de la cama.

La tomó en sus manos y comenzó a leer las reglas de la casa que al parecer JungKook dejó allí.

1.-A las siete de la mañana deberás levantarte, ducharte y colocarte la ropa que dejé en el armario.

2.-A las ocho en punto de la mañana, deberás despertar a todos los niños sin excepción y vestirlos de acuerdo al orden de la ropa en el armario.

3.-A las 8:55 sus platos ya deben estar en la mesa y ellos sentados en sus respectivas sillas.

4.-A las nueve en punto les servirás el desayuno... Ni un minuto antes, ni un minuto después y únicamente les darás lo que se encuentra en la caja blanca de la cocina y te irás.

5.- A las 9:30, volverás al comedor y llevarás a los niños a sus habitaciones, luego de eso, puedes ocupar un tiempo para desayunar tú.

6.-Madeline, Billy, Gypsy y Sally estarán contigo en el estudio mientras les lees un cuento, de doce de la tarde a la una, después de eso deben volver a sus habitaciones y tú puedes ir a comer.

7.-Bryony, Colin, Irina, Deborah y Benjamín saldrán contigo a regar las flores, eso a partir de las dos de la tarde y hasta que termines, luego de eso, deben volver a sus habitaciones sin excepción.

8.-Douglas, August, Franck, Hayley y Vicky por ser los mayores, tienen que estudiar a partir de las cuatro y hasta las seis.

9.-A las seis treinta, los niños ya deben estar cenando, sin tu presencia claro.

10.-A las siete volverás al comedor y los llevarás a la ducha, primero las niñas, después los niños y deberás tallar con mucho cuidado sus cuerpos y el cabello con el shampoo especial de la botella azul... No demores mucho.

11.- A las ocho los niños ya deben estar secos con sus pijamas y en sus camas listos para dormir.

13.-Colocarás la ropa en el mismo lugar de donde la tomaste y les desearás buena noche.

13-Después de que mis hijos estén en sus respectivas habitaciones, tú podrás hacer lo que te plazca.

14.-A las doce deberás apagar todas las luces y entrar a tu habitación.

15.-Y la regla más importante... A partir de las tres de la mañana, no puedes salir de tu habitación bajo ningún motivo, hasta que el reloj marque nuevamente las siete.

Volveré mañana. Debo atender unos asuntos.

Recuérdalo muy bien YoonGi, mis hijos, no son muñecos.

JK.”

Un escalofrío le recorrió a YoonGi luego de leer lo último.

Miró el reloj, apenas marcaba las siete de la mañana.

Se estiró un poco y empezó a caminar hacia el armario, donde encontró una linda camisa blanca y un pantalón negro de vestir. Zapatos de charol y un suéter beige.

Tomó las prendas y se metió a la ducha.

...

Una vez estuvo listo, salió de la habitación y miró hacia una de las paredes, encontrándose con un reloj, en el cual observó que apenas eran las siete cincuenta y cinco.

Caminó sin prisa hasta subir al tercer piso y al levantar la mirada, pudo percatarse de que había otro reloj, el cual marcaba las ocho en punto.

Suspiró y acercó su mano a la perilla de la primer puerta, pero antes de girarla se detuvo y lo pensó un momento.

Si JungKook no iba a estar ¿Para qué hacer todo aquello?

Dollhouse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora