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JUNGKOOK:

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JUNGKOOK:

Las viejas paredes de la casa volvían a crujir y el golpeteo de la lluvia le daba un tono aún más escalofriante, pero yo ya estoy acostumbrado.

Los pasillos son solitarios y largos, los pasos hacen eco y el sonido se mezcla con mi tranquila respiración.

Las bisagras rechinan y los pisos de madera crujen bajo el peso de mi cuerpo.

Estoy solo, solo y muerto en ésta enorme mansión llena de secretos. Cubierto de polvo, telarañas y recuerdos. Lamentándome siempre la desgracia que provoqué con mis actos.

Él no era culpable.

A mi mente siempre vuelven sus ojos verdes volviéndose cristalinos, sus labios rojos haciéndose duros y su frágil piel, convirtiéndose en porcelana fina, quebradiza y muerta. El último suspiro siendo arrastrado por el viento, su corazón latente atrapado en esa prisión de cristal y el brillo de sus ojos extinguiendose, igual que el fuego siendo apagado, dejando únicamente oscuridad.

Miro hacia ambos lados y veo a los niños correr, asomándose y observando mi sufrimiento, el mismo que yo provoqué.

Los truenos me hacen compañía noche tras noche y yo ya perdí la cabeza hace tiempo, en el silencio, en la soledad, en la oscuridad... en los recuerdos.

Pero ya no debo preocuparme... Ahora todo estará mejor. Él volvió a mi, él me llamó en un suave susurro y han pasado años desde que escuché su voz.

Todo estará bien, él volvió a mi y pronto sus labios estarán unidos a los míos, como antes.

Mi vida estará completa de nuevo, porque él volvió y me sacará de la horrible locura en la que he caído, o probablemente me hunda más, pero se irá conmigo.

Él volvió y estaremos juntos para siempre, con los corazones latiendo al mismo tiempo como si fuese una melodía... Nuestra melodía.

Las noches ya no serán solitarias, porque él volvió y veremos juntos el manto de estrellas en el cielo oscuro así como también los primeros rayos del sol al amanecer.

Las almas atrapadas se irán, las almas serán liberadas... Porque él volvió... Él volvió a mi.

Todo estará en su lugar, está funcionando, porque él volvió, mi muñeco volvió y aunque logre percibir el odio en su interior, no me detendré... Él volvió.

Él volvió para demostrar que no importa cuántas maldiciones nos hayan lanzado, volveremos a estar juntos y nos burlarsemos de quien nos hizo ésto.

Y aunque alguien inocente pagará mi error, no me arrepiento, porque él volvió.

Una vida, por una vida.

Mi precioso JiMin... Al fin volvió.

Y al caminar en la sombría habitación, logré ver sus ojos brillando de nuevo, pero el brillo era diferente, cargado de furia.

Y no me arrepiento.

Ni siquiera cuando escuché la silla caer al suelo y una maldición saliendo de los labios de mi invitado.

Sonreí, porque JiMin está despierto y ya lo ha demostrado, cuando me habló y cuando sentí su piel tibia bajo mi tacto.

No me arrepiento.

Ni siquiera cuando volví y ví a YoonGi correr hacia las escaleras completamente asustado.

Caminé con el plato y lo coloqué delante de mi amado mientras mi mano reposaba en su hombro, inerte y tieso.

Pero sonreí aún más cuando sus ojos giraron lentamente en mi dirección y me miraron fijamente... Él está vivo, él volvió.

No me arrepiento.

Ni siquiera cuando ví a YoonGi bajar corriendo con sus maletas en manos.

—¡Me largo! ¡Quédese con su maldita casa de muñecas y con su trabajo!

Lo observé salir rápidamente por la puerta principal, con la lluvia cayendo afuera, seguramente empapando su cuerpo, dejándonos en el completo silencio otra vez.

Pero él volverá.

Ya no puede marcharse, porque ya comenzó el cambio, ahora está tan maldito como nosotros y pronto la maldición será solamente suya.

Una vida, por una vida.

Dollhouse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora