Desde que Afrodita casi mata a la pobre estadounidense no he sufrido de ataques de parte de ella, hasta ahora me siento feliz y tranquila.
El timbre sonó hace unos segundos, en este momento estoy en mi locker sacando libros de mi mochila para dejarlos aquí.
Ya listo me dirijo al estacionamiento para ir por mi bicicleta, la tomo y subo para irme.
El camino es igual que siempre, últimamente me he echo un tipo de reto, hacer ejercicio y rompiendo mi récord de tiempo de la escuela a la casa.
Al fin llego a la casa, dejo la bicicleta en el jardín... En la puerta hay una caja de cartón, igual como en la que venía Dita.
La tomo y abro la puerta, entro y soy recibida por un abrazo de Dita, le devuelvo el abrazo. Después de unos minutos él ve la caja y me mira, quiere saber que es.
- Es una sorpresa- Digo mientras camino a la cocina.
Al llegar dejo mi mochila en el piso, a Dita lo pongo en la mesa al igual que a la caja. Tengo una idea...
- Dita, ve al sillón y quédate ahí hasta que te diga ¿Okay?- Lo miro sonriendo.
Él inclina la cabeza, después asiente y se va. Ya lejos abro la caja de cartón al igual que la del caballero, lo saco y empiezo a armarlo. Ya completo lo observo, me quedo genial.
-¡Ya Afrodita, ven!- Grito mirando a la sala.
Veo como se baja del sillón y viene caminando, con su estilo elegante y despreocupado. Al llegar conmigo me extiende los brazos, lo tomo y subo. Lo dejo de espaldas a la "sorpresa" y cuento hasta tres.
Cuando terminó de contar le digo que se voltie, al hacerlo se quedó en shock y con la boca abierta.
-¿Intentamos darle vida?- Pregunto mirando su reacción.
Él se tapa la boca y asiente feliz, después lo mira a él. Agarro las instrucciones y busco como hacerle, según yo y mis deducciones, Dita cobró vida cuando leí el párrafo que no sabía que decía en español.
Lo encontré, lo leo lentamente, cuando termino dejo la hoja en la mesa. Afrodita mira el papel y después a su compañero, yo hago lo mismo.
Nada.
No pasa nada, algo salió mal.
-¿Por qué no funcionó?- Pregunto mirando el párrafo nuevamente.
Afrodita me mira preocupado, después mira a su compañero, se acerca a él y le toca su hombro.
Al hacerlo una luz verde salió de la hoja, está floto hasta la figura, la iluminó completamente hasta que dejó de brillar.
Afrodita retrocedió en cuanto la luz salió del papel, se cayó en el camino y está sentado en la mesa viendo a su compañero con asombro... Al igual que yo.
Me acerco más a la figura, la miro de arriba a abajo, lo miro a los ojos. Su cabello y facciones se vuelven reales, todo se está volviendo real. Los ojos se cierra y se abren mostrando brillo, como ojos reales. Me alejo un poco de él, Afrodita se levanta y se acerca sigilosamente.
Él se mueve, dobla sus brazos y sus piernas, las mira y me mira después. Está desconcertado por la situación, Dita le vuelve a tocar el hombro, él se asusta y se tropieza en su huida. Nos mira asustado ahora, tanto a Dita como a mí.
- No te preocupes, no te haremos nada... Shura- Digo mirándolo con cariño.
-¿Donde... Estoy?- Pregunta él.
Alto... Él hablo, él puede hablar. ÉL SI HABLA.
- En mi casa, estás seguro no te va a pasar nada...- Miro a Dita quien no deja de mirar a Shura-... No te haremos daño
ESTÁS LEYENDO
Los pequeños
FanfictionAmi es una universitaria con un buen promedio, notas perfectas, amable y se lleva bien con sus maestros y compañeros... Sin olvidar que AMA con todo su ser el aclamado anime de Saint Seiya. Ella decide comprar unas figuras de acción de dos Caballer...