Allí estaba yo, en mi casa, un domingo por la tarde, viendo una película en Netflix, comiendo palomitas, sentado en mi sillón plomo, con las piernas cruzadas. Estaba tranquilo, entonces escuché las voces de mis padres murmurar, aunque no entendía lo que ellos 2 decían, presentía que algo malo estaba por suceder, decidí dejar las palomitas sobre el sillón y me acerqué lentamente al lugar donde estaban conversando, estaba descalzo para no hacer el menor ruido en el piso de madera. Pero cuando estaba muy cerca, ambos salieron, mi madre primero, con una cara de preocupación y mi padre, detrás de ella intentado explicarle mejor. Ambos me dirigieron su mirada... Sentía que algo iba a pasar, y eso pasó, ellos me dieron que tenían un viaje de trabajo y que tenían que viajar al otro lado de la ciudad, me quedaría con la casa, también me aclararon que me mandarían comida 1 vez al mes y que no podrían contestar mis mensajes muy seguido debido a sus estrictos horarios de trabajo.
No sabía que decir ante eso, me sentía alegre y a la vez triste una especie de combinación que parece que mis padres se habían percatado de ello aclararon que no tenía por qué preocuparme pues yo ya estaba grande además tenía que ir al colegio mañana y debía cenar. Subí los escalones, abrí la puerta que separaba mi cuarto del pasadizo, lo abrí, sentí un gran calor, miré la ventana que estaba cerrada y la abrí, me cambié de ropa y me metí en mi cama, sentía un poco de incomodidad pero se desvaneció fácilmente cuando el sueño me ganó. Sabía que tenía ir mañana al club de Literatura, era la presentación más importante, donde podríamos obtener más miembros, de momento solo estábamos, Silvana, Bárbara, Viviana, Rosa y yo solamente 5, tendríamos esa gran oportunidad; entonces decidí ir mañana a despertar a Rosa, que era como de mi familia, vivía al lado mío y llegaba siempre tarde a clase... Pensé que sería algo bueno hacer algo por Rosa, que me había animado en estos últimos días. Me dormí pensando en ella, además, sus padres me conocían y no tenía ningún problema en entrar a su casa mañana. Estaba feliz.Es lunes, día del festival, de todos los días, era el que más esperaba para ir a la escuela con Rosa, pero ella no responde su teléfono estaba dispuesto ir a su casa a despertarla. Llego a casa de Rosa y toco la puerta, no espero una respuesta ya que ni siquiera contesta su teléfono, abro la puerta y entro, realmente tiene el sueño pesado, pienso, trago saliva, no puedo creer que acabé haciendo esto después de todo, despertándola en su propia casa... ¿No es eso más que algo que un novio haría? En cualquier caso... Se siente bien. Afuera de la habitación de Rosa, toco la puerta: "¿Rosa? Despierta tontita". No hay respuesta, no quería entrar a su habitación así... ¿no es eso como romper su privacidad? Pero ella realmente no me deja otra opción. Abro la puerta suavemente y digo "¿Rosa? ¿Ro-... Sa?" ella dice "¿Marcelo?" Ella esta de pie en su cama con una cuerda larga en su mano. Está atando un nudo para ahorcarse.
-¡¿Qué demonios?! -
- N- es lo q....
-¡Una mierda no es lo que parece!
-¡L.. Lo siento, Marchi
No puedo creer esto, Rosa no haría algo así
-Dios... Rosa... Debería haber sabido que era así de malo.
Rosa suelta la cuerda y la deja caer al piso.
-Rosa... ¿Por qué no le dijiste a nadie sobre esto?
-No quiero hacer perder el tiempo a las personas...
-No le estas haciendo perder el tiempo a nadie. Todo lo que queremos es que seas feliz, como tú nos has hecho a nosotros. Tú... en serio mereces ser feliz. Sé que no piensas eso ahora, pero... Bueno, es la verdad. Y estoy determinado a ayudarte en cada paso del camino. Pero para empezar, necesitas hablar sobre esto.
-No... No puedo... Solo...
Hay una pequeña pausa, todo es silencio, aparte de los zollosos de Rosa
-Yo... Estaba a punto de hacerlo Marcelo. Nunca te hubiera visto de nuevo.
-Rosa... ¿Te imaginas si te hubiera encontrado así?
-Y... Y... Y...
-Rosa, no me importa como te sientas, siempre tendrás una razón para quedarte con nosotros. Incluso si hay solo una cosa que vale la pena para ti... Entonces, necesitas aferrarte a eso y yo sé que la hay
-Marcelo....
Rosa me suelta y retrocede
-Sabemos que será difícil, pero estaré aquí para tí. Todos lo estaremos. No importa lo que sea
-Marcelo, no...
-Ahora escúchame. Tienes que hablarle a algún profesional sobre esto. Y no tomo un "No" como respuesta, Rosa.
-No creo que esté lista... P-podemos ir en otro momento.
-De ninguna manera. En serio, necesitas ayuda profesional lo antes posible. Nos vamos ahora
-Yo...no-... Sé si pueda...
-Rosa, hazlo... Si no es por ti, por mí.
Rosa suelta un zollosos, limpiándose la cara con sus mangas. Pero al final acepta, decidimos tomar el autobús.
-Marchi... El festival...
-Que se pudra el festival. Tu eres más importante que eso
-Bueno... Tengo que cambiarme primero
-Claro...
Asiento y doy un paso fuera de la habitación de Rosa, primero me agacho para agarrar la cuerda, me la llevo por si acaso. Ella asiente suavemente, cerrando la puerta en mi cara.
Estoy un poco ansioso, dejándola sola justo después... De algo así. A pesar de todo lo que ha pasado, ella necesita privacidad. Bajo las escaleras y desato el nudo, dejándolo la cuerda en la basura. Me detengo en la planta baja por un minuto o dos, antes de volver arriba. Probablemente ya debe estar lista. Toco la puerta de su cuarto y me responde. Le pregunto si está lista para salir, ella asiente una vez, con sus ojos mirando al suelo
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El estudiante: Mente débil y brillante
Teen FictionUn estudiante escolar, muy aplicado e inteligente, o al menos eso creen sus compañeros de estudio, no quiere que sepan la verdad que oculta tras esa sonrisa e inteligencia...