Crónicas de una muerte anunciada

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MARTES

Siento algo empujar mi hombro ¿Nathalia?... Abro los ojos y veo a la misma enfermera de antes, debe haber sido ayer. Explica que Nathalia fue dada de alta hace una hora y su contrato de emergencia fue llamado para recogerla. ¿Contacto de emergencia?... Mi pecho se siente como si hubiera colapsado, ese... ese tiene que ser su padre. Salto de la silla, saliendo del hospital sin decir nada, dirigiéndome a la parada de autobús más cercana, miro el programa publicado en la parada; no tengo 10 minutos de sobra... al diablo. Salgo de la parada y corro hacia su casa, tengo que sacarla de ahí, Dios sabe lo que le hará a ella en el estado en el que está. Por no mostrar el daño a la propiedad y el hecho de que le hemos robado, ni siquiera tuve la oportunidad de explicarle lo que Silvana estaba haciendo... Que estaba totalmente en contra e incluso tuve que amenazar a Silvana solo para hacer que se detuviera. Llego a su casa, puedo visualizarla, su padre está en el balcón, donde escuché por primera vez su conversación; está fumando un cigarro. No puedo decir si es el funcionamiento del estrés, pero siento que mi corazóon va a salir de mi pecho en cualquier momento, no puedo confrontarlo sobre esto directamente, ahora no, me mataría. Tengo que esperar a que él se vaya... Doblo a la izquierda, decidiendo regresar a casa.

Después de un rato, veo mi casa, me dirijo a mi cuarto. Me desvisto, notando las manchas de sangre de mi chaqueta, lo intento de nuevo, todo en mi se siente si mi vida se estuviera desmoronando todo porque me ha sido arrebatada, lanzo mi chaqueta tan lejos de mi como puedo... Sin otro lugar donde desahogar mi furia, golpeo mi puño contra mi escritorio, causando que el contenido de las estanterías de arriba se caigan; un manga de Takunomi y algunos papeles caen al suelo, mirando al manga, me doy cuenta de una palabra de uno de los papeles...

HÉROE

Devuelvo con cuidado el poema a mi escritorio y me visto lo más rápido posible. Busco en mi casa por algo que pueda usar para protegerme, solo en caso de que tenga un encuentro con su padre, nada más que cuchillos de cocina; si me atrapan en público con uno de estos, estoy muerto... supongo que tengo que ir con las manos vacías. Me dirijo hacia la puerta principal, notando que el armario en el pasillo se quedó abierto. Por costumbre lo cierro, no antes de ver la chaqueta de Nathalia y la bufanda que le compré, no puedo decir lo que me está conduciendo más ¿Es la rabia a su padre?¿La ansiedad causada por los eventos de anoche? ¿O es el vacío que le queda por haber sido tomada de mi?. Cierro con fuerza la puerta del armario, saliendo corriendo de mi casa.

Puedo ver la casa de Nathalia, dejo de correr ya cambio camino; no estoy vistiendo ropa para correr y me imagino que alguien con una camisa de manga larga y jeans puede parecer fuera de lo común, estoy a unos pasos de las puertas de su casa, puedo ver el carro de su padre, estacionado en el camino de entrada; continúo por su calle y doblo la cuadra. Veo una parada de autobús con un banco al otro lado de la calle... voy a sentarme ahí hasta oír su carro irse. El carro es un vehículo deportivo, sería capaz de escuchar el motor detestablemente ruidoso de una milla de distancia, reviso mi teléfono para ver la hora, he estado sentado aquí 1 hora y media y ella todavía está ahí; necesito una bebida, mi lengua se siente como un papel de lija. Me estiro y me levanto, dirigiéndome rápidamente a la tienda más cercana para comprarme una lata de refresco.

De vuelta y refrescado, paso por la casa de Nathalia, el carro todavía está ahí... Voy por tí amor, lo prometo. Vuelvo a doblar la cuadra, esta vez caminando y sentándome parada de autobús en su calle; me quedo ahí, sin moverme, obsesionado en la puerta de la casa... Una mano en mi hombro rompe mi concentración y me pone de pie

-Marchi, ¿Qué haces aquí?

-E-uh Bárbara... es privado, lo siento, ¿qué estás haciendo tú aquí

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⏰ Última actualización: Aug 25, 2019 ⏰

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El estudiante: Mente débil y brillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora