Rescatando una sonrisa

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-¿C-cómo supiste -hic- dónde vivo?

- No hay tiempo para eso

¿Ha estado bebiendo?

-Una mejor respuesta es, ¿Dónde has estado?

-N-no me he estado sintiendo m-muy bien estos últimos días... No tienes que ser tan...rudo...sobre eso... 

Ella espera que me crea eso después de lo que vi

-Viviana, se que algo anda mal. Te vi en el hospital, ¿Recuerdas?

-Oh...e-eso

Se ríe

-Eso...no era nada. No te preocupes de eso vale. Hay muchas cosas por la que estar preocupado, -hic-

-¿A qué te refieres?

-V-ven conmigo... Podría hacerlo con otro vaso de todas formas

Agarra mi brazo vagamente, e intenta moverme junto a ella a través de su casa. Ella, al moverse, empieza a temblar erráticamente, como si tuviera un problema al caminar. Aprieta mi vaso como soporte. Se cae y casi se tropieza. La atrapo, envolviendo mi brazo en su pecho y hago fuerza para que se levante.

-Jeje, gracias...

Esto no es como ella, normalmente si la agarro, por cualquier razón, enloquecería y me llamaría "asqueroso" o algo por el estilo. Pero aquí, ni siquiera hizo o dijo nada al respecto. Algo se siente apagado. Libero mi agarre sobre ella a regañadientes, todavía tambaleándose a lo largo de su camino. La ayudo a moverse, ahora subiendo las escaleras, asegurándome de que no se caiga. Finalmente subimos las escaleras y Viviana me guía hasta su habitación.... Su habitación es un desastre. El piso está lleno de pequeñas y arrancadas piezas de papel. Agarrando uno, reconozco uno de los protagonistas de "Takunomi". La cubierta es una cartulina laminada y está rota. No hay forma de que Viviana pueda rasgar eso a la mitad, por ella misma. No solo es eso, tampoco tiene los motivos para hacer eso. Pero si pudiera pensar en alguien que si... Hay una gran botella de AurumRed, un vino rojo y muy caro, con la tapa abierta, tirada de lado en su cama. Solo se escapa un pequeño goteo, manchando su sábana. No puede quedar mucho de eso. Sabía que había estado bebiendo. Podía decirlo desde el momento que abrió la puerta.

-Viviana... no bebiste todo esto tu sola ¿verdad?

-Claro que sí, tonto

-Eso es mucho ¿no?

-Ehhh, eso... no importa, ni siquiera he acabado de todas formas.

Ella agarra con su mano, la botella de la cama...extiendo una mano para quitársela

-Viviana

-Nuh-uh, es mía y de nadie más

Sostiene la botella fuera de mi alcance e intenta apartarme. Está muy débil, sin embargo muevo su brazo de a un lado.

-Vamos... es suficiente

-Eje, Marchi ¿por favor? Necesito esto

Algo sobre la forma en la que dijo envió un puñetazo de terror a través de mi cuerpo. Antes de que pueda extender mi mano para detenerla por segunda vez, el resto del contenido del vino ha desaparecido. Mirando su cajón de noche, veo el teléfono de Viviana. Está volcado, así que solo puedo ver su carcasa rosa

-Esta... -hic-, bebida está buena, Marchi.

-Viviana...

-Dime

-Sé que algo pasa con tu padre. Por favor, solo deseo ayudarte. Pero no puedo si no me dices lo que está pasando.

-Esta es toda la ayuda que necesito....No me he sentido tan feliz en... tanto... tiempo...

El estudiante: Mente débil y brillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora