CARA A CARA

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Ropa, cosas de aseo, todo lo que pueda cargar... subo las escaleras y entro a la habitación de Viviana; nada había sido tocado, la botella de vino y el frasco de pastillas están en su cama, en la misma posición. El desastre aún está en todo el piso, un escalofrío pasa por mi espalda, horrible... Empiezo a buscar por sus pertenencias, limpio su armario sacando toda la ropa que puedo ver, amontonándola en la cama; me doy cuenta de una gran maleta en la esquina de la habitación, perfecto. Meto toda la ropa que encontré y que creía que pueda servirle. El escritorio es el siguiente, arrastro todo su maquillaje y accesorios en la maleta; en mi última vista de su habitación, mis ojos se mantienen en la botella. Levanto la maleta con exceso de equipaje en mi espalda sosteniendo el mango sobre mi hombro y me dirijo a la planta principal. Coloco la maleta cerca de la puerta y me dirijo al sótano, enciendo la luz, en vano; me tropiezo alrededor y eventualmente encuentro el estante de vinos y licores; agarro 4 botellas, todas las que podía cargar. No tengo idea de lo que he tomado, pero espero que sea costoso... Sintiendo el peso de las botellas en mi bolsa y me doy cuenta de que no hay forma de que pueda cargar todo eso de camino a casa, tendré que tomar el autobús. Me muevo lo más rápido posible por las escaleras, tomo la maleta y me paso por la puerta abriéndola con la esperanza de no hacer ningún ruido... Cuando estoy cerca de la parada, el bus va, mierda, tendré que caminar. La adrenalina corre por mis venas, no puedo creer que hice eso y no fui atrapado. Bueno...aun no... Acabé tomando muchos descansos incluso paré en una tienda para beber, pero casi estoy en casa. Mientras paso por la casa de Rosa... siento la culpabilidad de mis actos; debería haber ido e intentar hablar con ella, sacudo la sensación y acelero mi ritmo tanto como puedo. Llego a mi puerta y Viviana la abre antes de que pueda sacar mis llaves, llevo la maleta adentro de la casa mientras Viviana me cuestiona

-¡Marcelo! ¡Te ví por la ventana! ¿Qué es esto?

A decir verdad, nunca expliqué cómo iba a decirle esto

-U-hm... son... tus cosas

-¿A qué te refieres con eso?

Acuesto la maleta en la sala, colgando mi chaqueta sobre el respaldar de una silla, dejo mi mochila cerca de la mesa, afortunadamente, las botellas no sonaron, ella solo me mira, unos largos momentos pasan

-¿Viviana?

-No puedo creer esto. No hay forma de que tú...

Ella duda para alcanzar la cremallera, finalmente abre el bolsillo principal, revelando la mayoría de su ropa. Luego abre el bolsillo frontal, tirando parte de su maquillaje y accesorios en el piso. Viviana está pensando

-Lo siento Vivi...no pensé

Antes de que me diera cuenta ella literalmente salta a mis brazos

-Marchiiii ...¿Por qué?

-Bueno, te hubieras quedado con un solo par de prendas y si te mudas adecuadamente, necesitas que tus cosas se mudaran también, además, él no estaba ahí. Probablemente era mi única oportunidad

Está totalmente sin palabras, me río estúpidamente

-Marcelo, soy...soy...tuya

-Ajajaja... ¿Te refieres a lo que creo que estoy pensando?

-Absolutamente

Envuelvo mi brazo alrededor de su cintura y ella me empuja al sofá mientras se sube encima de mi, siento sus dedos pasar por mi cabello mientras beso su cuello. No puedo evitarlo, es mi naturaleza, es nuestra naturaleza.

SÁBADO

Tan dispuesto como me gustaría quedarme con Viviana así por el resto de mi vida, el zumbido de mi teléfono me llama. Ella está profundamente dormida, así que hago mi mejor esfuerzo para escapar de su delicado agarre sin despertarla, sacando mi celular de mis pantalones, miro afuera por la ventana. Debe ser temprano en la mañana; me estiro y me pongo de pie. Con cuidado de no despertarla, bajo las escaleras; hago café para los dos en caso de que ella guste un poco. Me siento en la mesa de la cocina y espero... Viviana pasa su mano por mi cara

El estudiante: Mente débil y brillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora